ALOE VERA, cultiva sus diferentes variedades
Casi todas las aloe son plantas con pinchos y molla cosmética
Las plantas de aloe son siempre llamativas. La más conocida es la Aloe vera, pero seguro que has visto otras variedades en jardines o en casa de amigos. Te presentamos a cinco de ellas, todas con su característico gel rellenando sus hojas.
El aloe es una planta suculenta de hoja perenne con conocidos usos medicinales y cosméticos. Originario de África, Golfo Pérsico y la India, el aloe prefiere los climas cálidos y secos, con poca humedad o sin heladas. Y se puede cultivar al aire libre en regiones con inviernos suaves.
CINCO VARIEDADES DE ALOE
Aloe vera
Es la más conocida de las variedades de aloe. Sus propiedades medicinales y cosméticas la han extendido por muchos países cálidos. Y se cultiva en grandes extensiones de clima semidesértico en las que se desarrolla muy bien. Su forma es la de una roseta de hojas largas, que se curvan a medida que crecen, gruesas y rematadas con un pincho mientras que sus bordes tienen una discreta sierra. Pasa fácilmente del medio metro de altura. Su molla limpia se come o se aplica sobre la piel, con muchas propiedades.
Aloe aristata
Lo que más diferencia a este aloe de los otros es que los pinchos aparecen también en la superficie lisa del revés de las hojas. Con dos palmos de altura, su roseta es bastante densa, las hojas son más gordas y rígidas al tacto. El color es un verde aceituna y en el envés deja ver motitas blanquecinas -que en el revés son pinchos evidentes-. Esas motas hacen que sea una planta muy decorativa.
Aloe polyphylla
Muy estética, probablemente la más decorativa de las aloe. Forma coronas espinosas de hojas casi planas y puntiagudas que van creciendo en espiral. Es una planta excepcionalmente geométrica y levanta palmo y medio del suelo. Las hojas son pinchudas, con dientes caracter´sticos en los pordes y pincho en la punta.
Aloe arborescens
Muy distinta al resto de aloes, la arborescens hace honor a su apellido porque llega a superar el metro y medio de altura. Además durante toda la primavera da unas flores como penachos cónicos de color rojo inconfundibles. Son muy comunes en toda la costa ibérica mediterránea.
Las hojas son similares a las del Aloe vera pero algo más finas y largas, lo que hace que en muchos lugares las llamen pulpos.
Aloe brevifolia
No hay que saber italiano para imaginar por qué el apellido de este aloe de «hojas breves», en efecto, esta especie tiene hojas cortas. Es rastrera, así que puede crear incluso grupos grandes a medida que va creciendo y dando origen a nuevas plantas. Al crecer va formando una amalgama de rosetas densas de poco más de un palmo de altura. Aguanta fríos de hasta -5°C y se da muy bien en el suelos de clima mediterráneo. Muy habitual en las rocallas.
Muy fáciles de cuidar
Las plantas de aloe son resistentes y fáciles de cuidar, por lo que resultan ideales tanto para el interior como para el exterior. La especie más conocida es el Aloe vera, que se ha utilizado durante siglos por sus propiedades medicinales y curativas: suele emplearse en cremas y ungüentos para calmar la inflamación de la piel.
Todos los tipos de áloe requieren muy poco mantenimiento, lo que los convierte en excelentes complementos para cualquier casa o jardín. Con los cuidados adecuados, pueden prosperar tanto en interiores como en exteriores, incluso en climas rigurosos si las libramos de las heladas.
Variedades ornamentales
Otras especies de aloe tienen características únicas, como la capacidad de producir grandes racimos de flores naranjas o amarillas en primavera. Además de sus aplicaciones medicinales tradicionales, el áloe es cada vez más popular como planta ornamental por su atractivo follaje, de formas y tamaños muy variados.
Cómo plantar el aloe
La plantación del Aloe es mejor en primavera, abril-mayo. El aloe te pide un suelo ligero y drenado, así que lo ideal es una tierra especial para cactus. Todas las aloe con espinas, que son la mayoría, toleran bien el sol directo. Las que tienen espinas lo toleran mejor, pero son felices también en zonas de sol y sombra.
Conviene trasplantar cada tres años. Aprovecha para renovarle la tiera a tus aloes. Y si alguna hoja muere en cualquier momento, córtala al ras.
Los cuidados del aloe
Apenas requiere cuidados, basta que la riegues cada tres semanas en invierno y cada dos en verano. El cepellón debe estar seco, no olvides mirar que la tierra esté seca antes de regarla. Y si la tienes en maceta con plato debajo, mira que no se encharque, quítale el agua si ha quedado en el plato tras el riego.
Edición BE OnLoop con información de Jardinier Malin