
5 LUGARES PRECIOSOS para buscar setas en España
Este otoño suave y largo es perfecto para coger la cesta y salir al campo
Antes de que entre el frío de verdad tienes dos semanas buenas para ir buscar setas. Hasta la Navidad si bajamos hacia el sur. Es una excusa genial para salir al campo un día completo. Pero infórmate bien. Muchos pueblos han vetado la recolección a los foráneos. Coge cesta, cuchillo romo corto bien afilado y una guía de setas aunque te servirá de poco.
A ver, seamos serios. Deciros que vayáis a bosques preciosos para buscar setas es un poco contradictorio. Deberíamos añadir «de lunes a viernes», porque en fin de semana bosques de otoñada divinos como el de Otzarreta en Vizcaya son un río de gente.
Titulemos esto entonces «Bosques preciosos a los que ir a buscar setas al bosque de al lado». Esto funciona así, te paseas por zonas inclinadas del Macizo del Gorbeia para buscar las setas y luego te vas al bosque de Otzarreta a comerte el bocadillo.
Parque Micológico de Ultzama

El Valle de Ultzama está a media hora al norte de Pamplona y su abundancia de setas es bien conocida de los aficionados. El abanico de variedades es bien grande, y al abrigo de hayas y robles asoman rebozuelos, trompetas -de la muerte, pero no hagas caso, están muy ricas-, carboneras, palometas, gamuzas y un puñado más.
Tal es la tradición micológica del lugar que en 2007 se creó el Parque Micológico de Ultzama con 6.000 hectáreas que en realidad se establecieron para proteger el entorno y salvarlo del exceso de público todos los días de la semana. Para acceder pusieron una tarifa disuasoria de 5 euros. Pero tienes asesoramiento en la oficina del Parque todos los viernes, sábados, domingos y festivos incluidos en la temporada otoñal, del 20 de septiembre al 17 de noviembre.
Y fuera de esa fecha te ofrecen un servicio de consultoría 12:30 a 14:30 horas aunque no vayas a acceder y no tengas pase. Aunque no tengas permiso de recolección en el parque puedes ir con tus setas y te identifican las comestibles por 3 euros la cesta. Tienes que poner las setas en cesta o envase rígido, separadas por especies, hasta 5 especies y hasta 10 ejemplares por especie.
Más información en el 646 184 263.
Valle del Ambroz

El discreto Valle del Ambroz está en el límite norte de Cáceres con Salamanca y al sur tiene el Valle del Jerte que se lleva la fama. Por eso, puestos a buscar setas, mejor este rincón precioso y sólo para connaisseurs.
Para buscar setas nos encanta la zona del puerto que comunica Jerte con Hervás. Por el camino tendrás muchos rincones de planicie ideales para los parasoles, y en zonas más abrigadas níscalos en los pinares y boletus en los castañares y robledales. Son los castaños los árboles que más marcan el color de otoño.
Baños de Montemayor es un lugar privilegiado para recorrer senderos de ladera. En esta zona casi puedes subir a los 2.000 metros de altitud. El valle está catalogado por la Red Natura 2000 que protege el 80% de su superficie, y entre los rincones más icónicos no te pierdas los castaños del Arroyo del Temblar -de 500 a 800 años de edad- o cascadas como La Chorrera.
No dejes de visitar Hervás, que se considera la mayor judería de España. Y allí no dejes de alojarte en El Jardín del Convento. Una casa rural divina con uno de los jardines privados más bonitos que conocemos en Extremadura. Un lugar mágico.
Parque Natural de Gorbeia

El Gorbeia es el monte más alto de Vizcaya y limita con Álava. Es una montaña mágica para los vascos. Y si no es por las setas os recomiendo ir cuando la berrea, a finales de septiembre. Dejas abierta la ventana de tu habitación en el Hotel Rural Etxegana y antes o después te despertarán los bramidos de los machos mayores. Por la mañana desde este flanco norte se ve toda la montaña y los bosques hasta su base. El paisaje está salpicado por txabolas de pastor, hay viejas ferrerías junto a los arroyos y preciosos caseríos, claro.
Aquí a los parasoles que mencioné los llaman galampernas (Macrolepiota procera), hay cantidad de Boletus edulis en lugares como el Hayedo de Atube, y peligrosas Amanitas phalloides que como dice el editor de Viaje al Territorio, sólo son comestibles una vez.
Desde 2019 el acceso al Gorbeia está restringido y sólo puedes recoger dos kilos por persona al día, que ya es mucho.
Pinares de Navaleno

Soria es una de las catedrales del campo más silvestre y hablando de setas, encontramos Navaleno y su Centro Micológico. Tiene exposición permanente sobre las setas en la Tierra de Pinares soriana, que está abierto todo el año para visitas concertadas.
Todos los sábados y domingos realizan rutas micológicas por el pinar de Navaleno, que es una de las zonas más ricas en setas de España. Con ellos aprenderás a conocer las especies que aparecen en el pinar, que no son pocas. Tienen clasificadas en la zona unas 150 variedades.
También organizan comidas de degustación de setas, con taller micológico y ruta micológica, los sábados, pensado especialmente para familias con niños. Y talleres enfocados a la micología y su introducción en los más pequeños de la familia.
Ya en formato experto llevan a cabo cursos profesionales sobre la gestión del territorio. Mucho nivel, para técnicos forestales y de desarrollo rural especialmente.
Sierra de Cazorla

Al este de Jaén está el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que limita con Albacete y Granada. Este enclave es la mayor extensión española de suelo protegido, así que no es raro que sea uno de los clásicos para los buscadores de setas en la región, que al mismo tiempo pueden disfrutar de la variada fauna que habita en él. Hay mucho pinar, así que aquí abundan los níscalos y los parasoles en zonas de bosque claro y en las navas, pero también setas de chopo en todo el corredor del Guadalquivir y en los ríos laterales como el Borosa.
En el pueblo de Siles, mirando a Albacete, en la Sierra de Segura, está el Centro de Interpretación de los Oficios del Bosque, en el paraje de El Sequero. Y además de ser museo etnológico sabrás algo mas sobre las setas de la zona. No dejes de visitar en el embalse del Tranco de Beas el Museo Cinegético Torre del Vinagre. No olvides que aquí rodó Félix Rodríguez de la Fuente el episodio de la berrea, y otros como el del águila real. La escena de la presentación de la serie, en la que un águila coge a una pequeña cabra montés con las garras y desaparece con ella volando se rodó aquí.
La guía de hongos, bien pero no te los comas
Es verdad que si una seta se identifica claramente en la guía como venenosa, mortal o incluso «sin interés culinario» no la cogeremos. El problema está cuando entre dos especies, como el parasol, mi favorita –Macrolepiota procera– hay diferencias mínimas con su prima falsa, como el anillo a media altura del fuste. Una está divina de la muerte rebozada -casi parece merluza- y la otra puede sentarnos mal.
Hay casos peores, claro. El níscalo de toda la vida se parece muchísimo al falso níscalo, es una cuestión de color naranja o más tirando a blaquecino amarillento cuando cortas con el cuchillo. Los primeros están geniales a la plancha con ajo y perejil y los segundos te pueden dejar en casa con 39 de fiebre cuatro días.

Y hay casos mucho peores cuando no terminamos de ver la diferencia entre la Amanita phaloides que es mortal de necesidad y la Amanita caesarea que es maravillosa.
Nuestro consejo si no tienes ya mucha experiencia es que muestres tu cosecha al cocinero de un restaurante del pueblo, a un pastor, e idealmente que vayas a una sociedad micológica a que te hagan el descarte. Y una forma estupenda de aprender con la práctica es apuntarse a una excursión micológica con guía.
Feliz día de campo!
Pau Sevillano