5 TRUCOS para cocinar y ahorrar energía
Podemos preparar platos sabrosos sin consumir electricidad ni gas
Ahorrar energía en la cocina es buena idea. Para pagar menos factura eléctrica o de gas y para ser consecuentes con el medio ambiente. Audrey Chêne nos da ideas en Cuisine AZ, porque no siempre hay que calentar ni enfriar para cocinar sabroso. Crudos o cocinados, te dejamos 5 trucos para cocinar sin consumir energía, o casi.
Abusamos del consumo de energía en la cocina, y no hay por qué. Podemos ir probando formas de preparar alimentos para que estén cocinados sin fuego eléctrico ni de gas. Si simpatizas con la defensa del medio ambiente hay que recurrir de vez en cuando a las cocinas de hace décadas.
En ellas era más frecuente que hoy salar, secar, macerar, marinar, madurar… Tiempos en los que la fresquera -un rincón a la sombra y ventilado- era lo más parecido a un frigorífico. Y el fuego era de leña o carbón. ¿Jugamos?
1 – Cocinar con sal… y azúcar !
Sí, es posible, económico e increíblemente sabroso para carnes y pescados. Si eliges sal pura, obtendrás alimentos secos de larga duración para servir en lonchas, como la carne Grisons. Si mezclas sal y azúcar, obtendrás un producto intermedio más suave, como el famoso salmón Gravlax, sin más consumo que en el frigorífico.
La foto que abre este reportaje es una caballa marinada, del restaurante Lakasa, que te recomendamos mucho, en Madrid.
Ejemplo de En tu cocina o en la mía:
Lomo de bacoreta -una hermana menor del atún rojo- salado por mí.
Es la primera vez que lo hago y os puedo decir que no será la última. ¿Cómo Salar un lomo de bacoreta?
El pescado debe estar bien seco, y para ello nos ayudaremos de papel secante de cocina. Mezclaremos la suficiente cantidad de sal y azúcar como para cubrir por completo el lomo, en una proporción de tres partes de sal por una de azúcar.
En un recipiente adecuado, por el tamaño, se hace una cama de sal de alrededor de tres centímetros de la mezcla, ponemos el pescado por la parte de la piel y a continuación se le pone el resto de la sal por encima sin apretar con las manos.
Yo lo dejé 16 horas, pero hay quién lo deja por lo menos un día o día y medio. -A continuación se lava la sal con agua y vinagre, en una proporción de el 10% de vinagre, con el agua súper fría. -Secamos muy bien y lo dejamos en un lugar fresco y seco, nunca en la nevera.
2 – Fermentar, cómo y qué alimentos
Otra antigua técnica de conservación, la fermentación es un método antidespilfarro, duradero y rico en beneficios para la salud. Corta frutas o verduras, cúbrelas con salmuera en un tarro y tres semanas después tendrás pepinillos o chucrut sin cocinar. Perfecto para un bocadillo barato y sabroso, sin ningún consumo de energía, ¡ni siquiera el del frigorífico!
Se consigue un alimento fermentado cuando bacterias vivas o levaduras transforman un alimento o una bebida.
Además de sus propiedades nutritivas, la fermentación puede aportar a esos nuevos alimentos las siguientes propiedades: bacterias vivas y activas, potenciación de su sabor, textura y digestibilidad, y concentraciones más altas de componentes sanos que hacen más ricos los alimentos al tiempo que eliminan otros potencialmente perjudiciales para tu salud.
Los alimentos fermentados están al alza desde hace años, pero además, la ciencia demuestra que algunos contienen bacterias vivas muy bien identificadas con beneficios objetivos para la salud.
3 – Marinar carnes y pescados
Marinar es un truco para ahorrar energía. En primer lugar, te permite comer alimentos crudos en tartares o carpaccios, sin cocinarlos.
En segundo lugar, ablanda la carne, lo que significa que puedes reducir al mínimo los tiempos de cocción si prefieres los platos calientes.
En tercer lugar, multiplica por diez el sabor, ¡una auténtica ventaja si optas por carnes o pescados más baratos o menos sabrosos!
4 – Barbacoa, calor sin factura
Ya es primavera, así que aprovéchala… La cocina tradicional con barbacoa de leña o carbón no consume gas ni electricidad. Desde barbacoas de jardín a barbacoas de sobremesa, entre parrillas y papillotes resulta simpática, sabrosa y energéticamente eficiente. Todo son ventajas. ¿El humo? Un preludio de un plato más sabroso, siempre.
Recuerda, eso sí, que cocinar con calor de carbón es más sano que hacerlo con leña que, como la de pino, por ejemplo, expulsa derivados de la resina. Puestos a leña, los sarmientos son mejor opción, un habitual de las chuletillas de cordero.
5 – Cocinar en cazuela de hierro colado
¿Que no puedes organizar la barbacoa? ¿que sólo te gustan los guisos? Pues saca las cazuelas de otra época, las de la abuela, esas de hierro colado que pesan un quintal pero retienen el calor como ninguna otra puede hacerlo.
Cierran tan bien y guardan tanto el calor que una vez hirviendo puedes ponerlas a fuego bajo y se cocina igual -o mejor- sin aumentar el consumo energético. Si te compras una verás que son caras-caras. Pero te prometemos que es una inversión.
Estos han sido 5 trucos para cocinar y ahorrar energía, pero hay más. Nosotros hacíamos pulpo seco en casa, como hacía mi abuela, y un amigo en Dinamarca seca -orea- salmones salvajes en una casita en el campo. Y no se parecen en nada a los salmones comerciales.
María Dénia con información de Audrey Chêne en Cuisine AZ y En tu cocina o en la mía
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