ANIMALES DEL BOSQUE disfrutan en una rueda de hamster
Biólogos demuestran que la rueda de hámster no es sólo contra el estrés
A veces los etólogos -se ocupan del comportamiento de las especies- recurren a las pruebas de ensayo-error en busca de reacciones menos facilonas que la del Perro de Pavlov. Esta vez fue sobre la diversión de los mamíferos. ¿Qué harían los roedores salvajes al encontrarse con una vulgar rueda de hamster? Te hacemos un spoiler: hasta las babosas se divirtieron.
La investigación corre a cargo de los investigadores Johnanna H. Meijer y Yuri Robbers, del Centro Médico de la Universidad de Leiden (LUMC) , y el resultado les sorprendió.
12.000 vídeos no pueden estar equivocados
Colocaron dos jaulas para hamsters, con las puertas abiertas, un plato con comida y dos generosas norias giratorias de 24 centímetros de diámetro. Los investigadores incluyeron cámaras con visión nocturna y un sensor de movimiento por infrarrojos que activaba las cámaras. Con ellas recopilaron gran cantidad de imágenes entre 2009 y 2013. Y decidieron analizar con ayuda de estudiantes durante años 12.000 videoclips de un total de 200.000 grabaciones.
¿Y para qué tanto jaleo?
Meijer, Robbers y muchos otros científicos habían visto que los roedores enjaulados en sus laboratorios utilizaban rueda de hamster para correr. Pero, ¿lo harían también los salvajes en la naturaleza?
Con esa montaña de testimonios campestres decidieron que sí, que a los roedores les gusta correr sobre ruedas. Pero también a otros animales, porque se les colaron en las norias babosas, ranas o caracoles, cada uno a su paso, claro.
Pero sobre todo grabaron a ratones, que son protagonistas de tres cuartas partes de las grabaciones. «Los ratones silvestres han corrido sobre las ruedas durante todo el año, sobre todo a final de primavera y en verano en un parque urbano», dice el estudio de Meijer y Robbers. «Algunos animales llegaban a utilizar la rueda involuntariamente, pero se observó a ratones y musarañas, ratas y ranas que tras abandonar la rueda de hamster volvían a ella minutos después para accionarla.»
¿Y sin comida también les gusta la noria?
Una observación importante era la relacionada con la comida. ¿Vendrían a jugar aunque no hubiese comida fácil?. Pues sí, aún quitando el plato de comida siguieron viniendo a jugar. Menos, pero siguieron siendo fieles a la noria. De hecho, muchos de ellos eran nuevos visitantes, nunca supieron que antes había comida.
Las conclusiones del estudio se publicaron en la revista Proceedings of the Royal Society. Y Gene D. Block, rector de la Universidad de California, comentaba en el New York Times que el estudio demuestra que correr sobre la noria es «una especie de comportamiento gratificante» para los animales y «probablemente no está motivado» por el estrés o la ansiedad.
Diversión porque sí, no por estrés
Cuando se ha estudiado en laboratorio, este tipo de norias se usan para estudiar cómo influyen los niveles de actividad en el organismo y sus estímulos. Pero la duda era si su uso es un comportamiento repetitivo debido al agobio del cautiverio. El estudio sugiere que puede ser una diversión voluntaria.
Podrían haber sido más generosos con los roedores tras 200.000 grabaciones. No hemos visto ni una noria para diversión de ratones de campo por los bosques europeos en estos últimos años.
Edición BE OnLoop con información de Xataka