AROMÁTICAS que crecen en agua

No renuncies a tener plantas en tu cocina por no tener macetas

¿No tienes espacio o ganas de poner macetas en tu casa o en tu cocina pero te encantan las plantas aromáticas? Te proponemos que hagas crecer cuatro de ellas en tarros con agua, sin más. ¡Y a cosechar hojas! Por cierto, mejor si filtras el agua del grifo con un filtro natural como la Lata Filtrante Dropson, porque a las plantas tampoco les viene bien ni el cloro ni los metales pesados.

Las hierbas aromáticas son un complemento permanente de nuestra cocina. Cada día en algún momento te acuerdas de ellas, y para qué negarlo, no hay color entre los tarritos de hierbas secas y esas mismas hojas frescas. Y es un gusto alargar la mano, cortar cuatro hojas de albahaca y picarlas sobre un plato de pasta.

Con la hierbabuena te pasará lo mismo, qué suerte poder meter unas hojas en el té, en un zumo, en la ensalada para darle un punto de frescor veraniego. Y con el tomillo qué decir, un conejo al ajillo sin tomillo no es lo mismo. Y con la estevia, mira qué bien, evitar el azúcar usando tres hojitas. Lo mismo que la hierbaluisa, que tienes que probar en infusión.

1. Albahaca

La albahaca es uno de los olores más populares de muchas casas y patios en España, Portugal, Italia o Grecia. Tras meterla en agua no tardará más de una semana en comenzar a despuntar raíces. Y le gusta la luz. Un truco para que te dure más tiempo es que le quites los esquejes que tengan capullos para evitar la flor, porque después de florecer la planta morirá. Otro truco es meter en el tarro algún esqueje de sauce si tienes sauces en cualquier parque cercano. No sabemos el por qué, pero albahaca y sauce se llevan bien.

¿Alguien imagina una ensalada de burrata sin albahaca? / PEXELS – Nadin Sh

2. Estevia

La estevia es la mejor alternativa al azúcar, incluso lo supera en poder edulcorante, y como ves es 100% natural. La planta agarra muy rápidamente sobre todo si la pones en un lugar cálido y con buena luz. Escoge los cogollitos sin flores y coge las 4 hojas inferiores y mételas en agua. Y añádela a tu café o infusiones sin temor, porque no tiene calorías.

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3. Tomillo

Coge los esquejes que veas verdes y que están creciendo, y mételos en agua. Si alguno pasa a tono marrón lo puedes quitar porque no echará raíces. ¿Un momento mejor del año? La primavera. Y mete en agua los tallos en cuanto puedas, bien frescos. El tomillo es olor a monte, lo necesita el conejo, lo agradecen las carnes rojas y de caza o los ragout. Una planta ibérica como pocas.

4. Orégano

El origen de origanum viene a significar “alegría de la montaña”, es una de las aromáticas que se han utilizado en remedios de salud desde mucho antes de Cristo y hay que reconocer que gana características de su aroma cuando se seca. Pero aquí estamos para que lo cultives fresco, claro. Y como pierde propiedades con el calor y el cocinado lo deberás usar al terminar los platos. ¿Una pizza? Pues se lo pones tras sacar la pizza del horno, y no antes. También dará todo su sabor con ensaladas de tomate y mozzarella, como sabes bien.

5. Hierbabuena

La hierbabuena huele a salud, a alegría de vivir, a sur. Y es muy agradecida. Metes unos tallos en el tarro de agua y en pocos días verás aparecer las raíces. Tenla en un rincón bien iluminado y cuando va creciendo puedes ir cortando las hojas más bajas y grandes. Cuando el tallo crece podrás ir recortando de nuevo la base del tallo pelado. El mentol es una sustancia de aroma evidente, y la medicina le dedica muchas páginas.

La hierbabuena viene bien para muchos platos y hasta para el mojito, claro – i-STOCK

6. Hierbaluisa o Verbena

Casi nos gusta más llamarla verbena. En Marruecos es casi tan utilizada como el té en las infusiones, y te recomendamos tomarla así, edulcorada con estevia, claro, si te hace falta. Es una planta que genera raíces antes de que pase un mes en remojo, y su aroma es relajante. Esa es otra característica de todas nuestras aromáticas, parece que van directas al cerebro.

7. Salvia

¿Por qué la raíz latina de esta planta equivale a «salvadora»? Pues tal vez es porque te salva unos ñoquis cuando les añades una crema de salvia picada y mantequilla. Es broma, pero prueba a hacerlo. Mejor corta los esquejes en primavera o verano, que es cuando la planta está más potente. Y en casa búscale un lugar con ventilación, porque la salvia es débil ante los hongos, e intenta que le dé el sol de lleno, que es muy mediterránea.

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¿Te atreves a cultivar en casa estas plantas aromáticas? Si quieres conocer más trucos de jardinería sostenible no te pierdas nuestra sección BEgreen.

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