ARTE CON CHANCLAS recicladas en Nigeria
Komboye recoje chanclas del vertedero para crear retratos en mosaico
El artista nigeriano Konboye Ebipade Eugène se ha hecho famoso por su singular manera de luchar contra la contaminación por plástico en Abeokuta, su ciudad con chanclas recicladas. Allí, el vertedero le da la materia prima. Estamos en Nigeria, el quinto país más poblado de la Tierra, con 210 millones de habitantes que tienen en el reciclaje la última de sus prioridades.
Nigeria es un país en ebullición, un motor económico de África pero a la vez un país en desarrollo, con una enorme proporción de gente joven, grandes bolsas de pobreza, crecimiento urbano caótico, gestión del agua muy precaria.
La recogida de basuras en Nigeria no es universal, y el plástico tiene una velocidad de acumulación vertiginosa. La agencia de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial calcula en 200.000 toneladas de plástico las arrojadas al océano Atlántico en 2021.
Eugene, el compromiso y su arte con chanclas recicladas
El artista y ecologista Konboye Ebipade Eugène pasó un día por un vertedero de su comunidad. Y quedó espantado. Y decidió incorporar elementos de plástico a sus obras para evitar su llegada al mar y al suelo fértil. ¿Cómo? Recuperando, para comenzar, chanclas usadas, porque allí donde ponía la mirada en aquel vertedero encontraba una docena.
Su proceso es ir al vertedero una vez a la semana para recoger todas las que puede. Una vez en el almacén de su casa las va amontonando. Las deja expuestas a la lluvia y al sol para que vayan limpiándose de mugre. Las corta a tiras y luego en tacos pequeños, como teselas de mosaico, que ordena por colores.
El paso final es trazar las líneas maestras de una obra a lápiz para luego ir pegando los trozos de plástico o incluso chanclas enteras en los grandes murales. Su tema más habitual son retratos de la gente de su barrio, en Abeokuta, en el suroeste del estado de Osun.
Empeñado en divulgar contra los resíduos
«Casi todo el mundo tiene un par de chanclas en casa, y las viejas las van tirando a la basura, dice Eugène a la agencia France Presse. «Algunos de estos objetos acaban enterrados en el suelo, otros en el océano. Las que quedan enterradas en el suelo afectan a las plantas, las que acaban en el océano afectan a la vida marina porque algunos peces las confunden con comida». Y desde su parcela hace lo que puede por frenar ese círculo vicioso.
Edición BE OnLoop con informaciones de Oyasaf TV, Agence France Presse y Daily Telegraph