BAÑOS DE SAN FILIPPO, las termas naturales de la Toscana

El agua brota a 50 grados y todo el entorno es de uso gratuito

En el corazón de la Toscana se encuentra Bagni San Filippo, un pueblo con piscinas naturales y cascadas termales que te permiten escapar de la vida cotidiana ¡y sin pagar un euro! Está en el municipio de Castiglione d’Orcia, en Siena, y te ofrece la posibilidad de disfrutar de las aguas calientes y de la belleza del Val d´Orcia. Tanto si buscas un lugar para recuperarte de una dolencia como si sólo quieres tomarse un tiempo para ti, Bagni San Filippo es el destino perfecto.

il canale di ALE

Las cascadas y el Fosso Bianco

Estamos en las laderas del Monte Amiata, que ya era conocido por sus aguas curativas desde tiempos del Imperio romano. Aquí existe un balneario privado, de pago. Pero la magia está en coger el sendero que nos lleva al bosque en el que brotan manantiales incluso a 50 grados, como la Ballena Blanca, una cascada principal que parece brotar de la boca de una ballena.

La Ballena Blanca de San Filippo

Las cascadas van bajando la ladera, hasta el Fosso Bianco, una gran poza calcárea. Desde arriba hasta el Fosso se van creando pequeñas piscinas a diferentes temperaturas, y claro, es una gozada venir en invierno, cuando los vapores inundan el ambiente y nos sentimos realmente afortunados de poder disfrutarlo.

Como en las terrazas de Pamukkale

El paisaje nos recuerda a los famosos baños de Pamukkale, en Turquía. El agua, muy calcárea y a alta temperatura, ha ido construyendo un sistema de piscinas que desbordan y alimentan a la siguiente. En verano toda la caliza es blanquecina, y en época de lluvias las calizas fuera de las piscinas toma un tono verdoso, por el típico «verdín» que brota con la humedad.

Desde la Ballena Blanca se suceden las piscinas, hasta el Fosso Bianco

Un paisaje calizo que cambia con el tiempo

Todas estas formas geológicas son obra del carbonato cálcico, y en realidad es un paisaje vivo, en movimiento. Pasan los años y las formas de las piscinas evolucionan, los regueros de agua cambian ligeramente el punto de bajada… y en el suelo de las piscinas se deposita una capa de fino barro calizo que se usa para ponerlo en la piel y dejarlo secar. Prueba a hacerlo, claro, si fuera no hace frío. En verano es una experiencia genial, al sol.

Los baños termales en la cascada son gratuitos

Cuando llegas a la aldea tomas un camino que sale a la derecha del acceso a los Baños de San Filippo -que es un balneario convencional, de pago-, y encontrarás unas primeras pozas de agua limpia y caliente. Pero no te quedes ahí, sigue bajando un poco el valle y llegas a la cascada de la Ballena Blanca, que derrama el agua por la ladera hasta el Fosso Bianco.

La historia de los Baños

San Filippo Benizi fue un ermitaño que se refugió en este lugar en el tercer cuarto del siglo XIII después de haber sido propuesto a Papa en el cónclave de Viterbo de 1271. Junto a los baños hay una ermita con un oratorio en su memoria.

Los colores de los sedimentos sobre las rocas son espectaculares.

Pero fueron los Medici -cómo no- quienes hicieron de este balneario natural un lugar del interés del público. Lorenzo el Magnífico lo visitó a finales del XV y sobre todo el Gran Duque Fernando II vino aquí a curarse lo que definió como un dolor de cabeza, así que Bagni de San Filippo se convirtió en el trending topic de la época en la Toscana.

Pau Sevillano

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