BOSQUE PINTADO DE OMA: arte y naturaleza en el País Vasco

Recientemente renovado este bosque es el lugar ideal para aquellos que disfrutan de la naturaleza con un toque de arte

Hace un tiempo tuve la oportunidad de visitar el bosque pintado de Oma con mi hija Aleksandra, y debo decir que fue una experiencia inolvidable. Este bosque no es un lugar cualquiera: es una galería de arte al aire libre, una mezcla mágica de naturaleza y creatividad humana en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Creado en los años 80 por el talentoso artista vasco Agustín Ibarrola, el Bosque de Oma ha sido transformado en una serie de lienzos vivientes donde los troncos de los árboles cobran vida con formas, colores y patrones que sólo revelan su verdadero sentido desde ciertos ángulos.

La historia detrás del Bosque Pintado de Oma

En 1983, Agustín Ibarrola tuvo una visión revolucionaria: quería conectar el arte y la naturaleza a través de lo que hoy conocemos como “land art”. Utilizando los troncos de 47 grupos de árboles como sus lienzos, pintó figuras geométricas, animales y formas humanas que crean una composición única, que cambia según la perspectiva desde la que se observe. Cada paso por el bosque revela una nueva obra en un juego visual que es casi como desentrañar un enigma artístico.

Sin embargo, la naturaleza siguió su curso, y en 2018 el bosque tuvo que cerrarse debido a un hongo que afectó a los árboles. Gracias al apoyo de la Diputación Foral de Bizkaia, el Bosque de Oma fue restaurado y reubicado para preservar el legado artístico y natural de Ibarrola. Esta reubicación permitió no solo salvar la obra del artista, sino también reafirmar el compromiso de conservar este espacio excepcional para las futuras generaciones.

Un bosque en el corazón de Urdaibai y su biodiversidad

Bosque Pintado de Oma
La Reserva de la Bioesfera de Urdabai, alberga una amplia biodiversidad, incluyendo especies de flora y fauna propias de los ecosistemas atlánticos. /Imagen: Daniela Grancharova

El Bosque de Oma se encuentra en un entorno privilegiado: la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, una de las áreas naturales más valiosas del País Vasco. El bosque está compuesto principalmente por pinos y robles, que sirven de hábitat para aves, pequeños mamíferos y una variedad de insectos. Además, su cercanía a los humedales de Urdaibai permite disfrutar de una riqueza ecológica notable, pues esta región es un lugar de paso para aves migratorias y contiene una vegetación diversa que favorece la conservación de múltiples especies. La combinación de arte y biodiversidad convierte a este espacio en un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el turismo sostenible.

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El camino al bosque: un sendero de ensueño

Para llegar al Bosque de Oma, comenzamos la ruta en el aparcamiento junto a las Cuevas de Santimamiñe, en Kortezubi. La caminata hasta el bosque es en sí una experiencia que te sumerge en el paisaje espectacular de Basondo, un lugar que parece sacado de un cuento. El recorrido es de unos 3 kilómetros, por un sendero de tierra que asciende suavemente entre pinos y ofrece vistas de postal. Aleksandra y yo, disfrutamos cada paso de la caminata, que toma alrededor de 50 minutos hasta la entrada del bosque.

Al final del sendero, las primeras obras de Ibarrola nos dan la bienvenida con figuras coloridas que parecen fusionarse con el entorno natural. Cada árbol es una sorpresa, y ver la emoción de mi hija al descubrir las figuras fue como vivir el bosque a través de sus ojos.

Consejos prácticos para visitar el bosque de Oma

Si planeas visitar este lugar mágico, te dejo algunos consejos prácticos que harán tu visita más cómoda y segura:

  • Acceso al bosque de Oma: el acceso es gratuito, pero debes reservar con antelación en la página web de la Diputación Foral de Bizkaia. Existen opciones de visitas guiadas por 10 €, o puedes hacer la visita libre de 9:30 a 15:00. Las visitas guiadas pueden ser una buena opción para conocer más sobre la historia del bosque y las obras de Ibarrola.
  • Equipo recomendado: lleva calzado cómodo, agua y algún snack, ya que el camino no tiene fuentes ni lugares para comprar alimentos. En días lluviosos o tras haber llovido, el sendero puede estar resbaladizo, así que un calzado adecuado es imprescindible.
  • Normas de conservación: para preservar este entorno único, es fundamental que los visitantes sigan algunas reglas: llevarse la basura, no tocar las pinturas, respetar las sendas marcadas y no llevar mascotas sueltas. Además, no está permitido el acceso en coche hasta el bosque y se recomienda evitar las visitas en días de fuerte viento o tormenta.
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Patrimonio cultural y ambiental del bosque de Oma

Este es un espacio de respeto hacia la naturaleza. Como parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, el bosque fomenta un turismo sostenible que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno y cómo podemos integrarnos en él de manera armoniosa. La decisión de reubicar las obras de Ibarrola demuestra un compromiso ejemplar con la conservación de este legado para las generaciones futuras.

Bosque Pintado de Oma
El bosque pintado de Oma es solo una muestra de la obra de Ibarrola, un artista que ha dejado su marca en otros lugares de España. /Imagen: Daniela Grancharova

Existen otras obras en la geografía española realizadas por el mismo artista como las Piedras de Garoza en Ávila y los Cubos de la Memoria en Llanes, Asturias, también reflejan su pasión por integrar el arte en la naturaleza, creando espacios que invitan a una experiencia visual única.

La magia del bosque pintado de Oma

Caminar entre estos árboles pintados es una invitación a desconectar de la rutina y reconectar con la esencia de la naturaleza. Cada pintura parece esconder un misterio, una historia que se revela solo a aquellos que se toman el tiempo para detenerse y observar. En un mundo que muchas veces se aleja de la naturaleza, lugares como el bosque de Oma nos recuerdan la importancia de mantenernos conectados con lo simple y lo auténtico.

Bosque Pintado de Oma
El bosque pintado de Oma es un destino imperdible para quienes buscan una experiencia que combine arte, naturaleza y sostenibilidad. /Imagen: Rafael Vila_flickr

Si buscas una experiencia artística distinta, este bosque es la oportunidad perfecta para descubrir cómo el arte y la naturaleza pueden coexistir en armonía. Aquí, el talento humano se despliega sin interferir en el equilibrio natural, creando un espacio de contemplación y respeto por la biodiversidad que lo rodea.

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