
CALAMAR DE COLA BLANCA, campeón del camuflaje
Son los más pequeños del planeta, entre 1 y 5 centímetros
A estas alturas, y aún descubrimos un nuevo calamar. Pues sí. Aunque a la gastronomía le interese poco —los adultos apenas alcanzan los cinco centímetros—, esta diminuta especie es toda una joya para la ciencia. Euprymna brenneri es uno de los animales más sorprendentes por su habilidad para camuflarse. Tanto, que el calamar de cola blanca se ha ganado el título de campeón del camuflaje.
Este calamar de cola blanca, descubierto en 2019 durante una inmersión en las costas de Okinawa, Japón, es uno de los más pequeños del planeta. De hábitos nocturnos y cuerpo gelatinoso, fue identificado por un equipo del Okinawa Institute of Science & Technology. Su tamaño oscila entre uno y cinco centímetros, lo que lo convierte en un auténtico maestro del escondite.

Un camaleón submarino
Durante el día, se convierte en un experto en el arte del camuflaje. Como si fuera un pulpo, se recubre de arena y piedrecillas que se adhieren a su piel pegajosa. Pero si el peligro se acerca, su defensa es única: su piel libera un ácido que desprende los materiales adheridos, enturbiando el agua que lo rodea para poder huir.
Bioluminiscencia y comportamiento curioso
Por la noche, cambia de estrategia. Cuando sale a cazar, ilumina ligeramente partes de su piel, mimetizándose con el fondo marino para pasar desapercibido ante la luz lunar. Lo más curioso es que, al ser iluminado por una linterna, queda completamente inmóvil, lo que facilita su captura para los investigadores. Así lo explicó Oleg Simakov, biólogo de la Universidad de Viena, en una entrevista con The Guardian.
Un hallazgo clave para la ciencia
El equipo de investigadores del OIST se propuso estudiar su ADN. Y no tardaron en descubrir que no coincidía con ninguna especie conocida hasta la fecha. Gustavo Sánchez, parte del equipo, confirmó la singularidad genética del calamar. Además, observaron diferencias físicas notables entre machos y hembras, como el tamaño de las ventosas en los brazos.
La nueva especie recibió el nombre de Brenneri en honor al Nobel Sydney Brenner, pionero en el estudio de los cefalópodos, con quien varios miembros del equipo habían trabajado antes de su fallecimiento en 2019.

Cambios evolutivos y conexión con el entorno
Hasta la fecha, se han identificado 68 especies de calamares de cola blanca, distribuidas en cinco familias. Investigadores del OIST, la Universidad de Hiroshima y la Universidad Nacional de Irlanda en Galway analizaron las variaciones genéticas de 32 de estas especies para comprender mejor su evolución. Los resultados mostraron que los cambios genéticos coincidían con importantes eventos biogeográficos, como extinciones masivas o divisiones oceánicas.
Y aunque su comportamiento pasivo ante la luz los hace muy fáciles de capturar, su pequeño tamaño ha sido su salvación: si fueran más grandes, probablemente ya estarían en peligro por la sobrepesca.
Desde BEonloop, celebramos descubrimientos como este que nos recuerdan lo mucho que queda por explorar en la naturaleza. Si te ha fascinado esta historia, te invitamos a descubrir más curiosidades del mundo animal en nuestra sección BE nature.