CARBURANTES ECOLÓGICOS, nuevos avances gracias a las grasas residuales

Nuevos avances están haciendo que este proceso sea más limpio, rápido y escalable que nunca

Durante años, el biodiésel producido a partir de aceites de cocina reciclado se ha considerado una opción más sostenible pero llena de desafíos. Pero el uso intensivo de agua y la dependencia de catalizadores químicos limitan su impacto ambiental positivo. Sin embargo, innovaciones recientes están revolucionando esta industria, mostrando que lo que antes era un residuo problemático hoy, puede convertirse en un carburante sostenible para un futuro esperanzador.

El desafío de los biocombustibles tradicionales

Los biocombustibles convencionales, derivados de materiales orgánicos como aceites vegetales y residuos animales, enfrentan limitaciones debido a la presencia de moléculas de oxígeno en su estructura. Esta característica disminuye su eficiencia energética, produciendo aproximadamente un 90% de la energía que ofrece el diésel convencional. Aunque alternativas como los e-combustibles, diseñados para prolongar el uso del motor convencional, ofrecen soluciones complementarias, los biocombustibles siguen siendo clave en la transición energética. Además, los procesos actuales requieren grandes cantidades de materia prima y elevan los costos de producción, duplicando el precio en comparación con los combustibles fósiles

Enzimas modificadas: un salto hacia la eficiencia energética

Un equipo de investigadores del King’s College London y el Laboratorio Nacional de Biorrenovables de Brasil han desarrollado una tecnología que promete transformar la producción de biocombustibles. Este método utiliza una enzima modificada que, combinada con sales líquidas y luz UV, convierte ácidos grasos de aceites residuales en biocombustibles de manera 1.000 veces más eficiente que los métodos tradicionales.

Pruebas carburantes en laboratorio
Pequeños avances tecnológicos en biocombustibles tradicionales con gran impacto en la sostenibilidad./ imagen: BEonloop

El equipo liderado por el Dr. Alex Brogan ha introducido una enzima modificada, denominada P450 descarboxilasa, que descompone los ácidos grasos en alquenos, eliminando eficazmente las moléculas de oxígeno. Este proceso se realiza en un entorno de sales líquidas y bajo exposición a luz ultravioleta, lo que elimina la necesidad de agua y catalizadores costosos como el platino. Además, sustituye productos químicos tóxicos, como el peróxido de hidrógeno, por luz UV, reduciendo el impacto ambiental del proceso. Así, esta técnica reduce hasta en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero durante su producción en comparación con los métodos convencionales.

Catalizadores de malla fibrosa: simplificando el biodiésel

Otro proyecto con resultados muy interesantes es el de la Universidad De Montfort Leicester, un equipo de investigadores ha desarrollado un catalizador de malla fibrosa que optimiza la producción de biodiésel. Este enfoque evita la formación de jabón, uno de los problemas más comunes en los métodos tradicionales, lo que permite un proceso más limpio y eficiente.

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El catalizador es reutilizable y puede procesar hasta un 25% más de aceite usado por lote, lo que lo hace más sostenible y económico. Estas innovaciones podrían ayudar a reducir la dependencia del diésel convencional, que actualmente emite alrededor de 2,6 kg de CO₂ por litro quemado.

Recreación Catalizadores de malla fibrosa
Un catalizador reutilizable que optimiza la producción y reduce el impacto ambiental./ imagen: Recreación BEonloop

Un carburante más sostenible para un aviación menos contaminante

Por otro lado, el uso de grasas animales como materia prima para biocombustibles ya está siendo explorado por la industria de la aviación. Aerolíneas como KLM y Lufthansa han comenzado a experimentar con combustibles derivados de residuos grasos para reducir su huella de carbono.

Este enfoque puede disminuir en un 80% las emisiones de CO₂ por vuelo comparado con el queroseno convencional, según estudios preliminares.

La implementación industrial de este método representa un paso significativo hacia la reducción de emisiones de carbono y el avance hacia un modelo energético más sostenible. Al aprovechar residuos orgánicos para producir combustibles limpios y eficientes, se abren nuevas oportunidades para combatir el cambio climático y cumplir con los objetivos ambientales globales.

En todo el mundo se trabaja para que fabricar biocombustibles a partir de grasas residuales más sostenibles

Desde grandes iniciativas industriales hasta proyectos comunitarios, el potencial de estos combustibles para reducir emisiones y fomentar la economía circular es inmenso.

Europa: Innovación y liderazgo en sostenibilidad

  • Repsol (España): Repsol ha lanzado iniciativas pioneras para producir combustibles renovables a partir de aceites de cocina usados. En sus plantas, utilizan tecnología avanzada de desorción térmica para procesar estos aceites y convertirlos en biodiésel y otros combustibles limpios. Estos proyectos forman parte de su compromiso con la economía circular y la neutralidad de carbono para 2050.
  • TO-SYN-FUEL (Unión Europea): Este proyecto europeo convierte lodos de depuradora, que contienen restos de aceites residuales, en biocombustibles avanzados. La tecnología empleada permite generar combustible para transporte terrestre, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones.
  • Neste (Finlandia): Neste, una de las mayores productoras de biodiésel renovable, utiliza aceites de cocina usados como materia prima en su producción. Su biodiésel es ampliamente utilizado en el transporte urbano y actúa como carburante sostenible, especialmente en ciudades comprometidas con la sostenibilidad como Estocolmo y Ámsterdam.

América del Norte: Potencia y escala

  • Darling Ingredients (Estados Unidos): Darling Ingredients es líder en la recolección de aceites usados y su conversión en biodiésel. Su subsidiaria, Diamond Green Diesel, produce millones de galones de biodiésel al año utilizando aceites reciclados, atendiendo tanto a la industria del transporte como al sector de aviación.
  • Californians for Clean Energy (California, EE. UU.): California, conocida por su legislación progresista en sostenibilidad, fomenta el uso de biodiésel producido a partir de aceites residuales en su red de transporte público. Este programa contribuye a una reducción significativa de la contaminación urbana.
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Autobús amarillo
Transformando aceites de cocina usados en biocombustibles limpios para el transporte./ imagen: envato

Asia: Tecnología al servicio del medio ambiente con carburantes sostenibles

  • EcoCeres (China): Esta empresa utiliza aceites de cocina reciclados y residuos industriales para fabricar aceite vegetal hidrotratado (HVO) y combustible de aviación sostenible (SAF). Su tecnología innovadora ha llevado a China a destacar como un líder en la transición hacia combustibles más limpios.
  • Shenzhen Green Oil Recycling (China): En Shenzhen, este proyecto recolecta aceites de cocina usados de restaurantes y hogares para convertirlos en biodiésel. Este combustible se utiliza para alimentar la flota de autobuses públicos, reduciendo la contaminación en esta ciudad industrial.

América Latina: Aprovechando el potencial agrícola

  • BioD (Brasil): En Brasil, BioD trabaja con comunidades locales para recolectar aceites de cocina usados y convertirlos en biodiésel. Este modelo no solo impulsa la sostenibilidad, sino que también genera empleo en áreas rurales y urbanas.
  • Energía Limpia XXI (México): Este proyecto, apoyado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), convierte aceites usados en biodiésel, con un enfoque en reducir la contaminación del agua y fomentar el reciclaje en comunidades locales.
Botellas con Aceites reciclados
Transformar desechos en energía es el futuro que necesitamos. / imagen: envato

África: Proyectos emergentes y prometedores

  • Biofuels Africa (Sudáfrica): Biofuels Africa se centra en convertir aceites de cocina usados en biodiésel como alternativa a los combustibles fósiles. Sus proyectos piloto buscan reducir la dependencia de Sudáfrica de combustibles importados.
  • Greenergy (Kenia): En Kenia, este proyecto recolecta aceites de cocina de restaurantes locales y los procesa en pequeñas plantas de biodiésel. La producción se utiliza principalmente en generadores eléctricos y transporte, ofreciendo una solución económica y ecológica como carburante sostenible.

Un modelo energético en transformación

Los biocombustibles derivados de grasas residuales representan una oportunidad única para transformar problemas ambientales en soluciones energéticas. Al combinar el conocimiento científico con aplicaciones reales, estamos un paso más cerca de un modelo energético más limpio, eficiente y sostenible. Desde la cocina hasta la pista de despegue, las grasas residuales están liderando una revolución energética.

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