DANI ROMÁN y su vuelo wingsuit bajo el Puente de Ronda
El deportista cruzó el Tajo de Ronda con su ´traje de alas´ a 270 km/h
Dani Román consiguió hacer realidad uno de sus retos como especialista del vuelo con wingsuit, atravesar volando el arco central del Puente Nuevo de Ronda y aterrizar en la planicie a los pies de la ciudad malagueña.
Dani Román es uno de los exponentes del freefly y wingsuit flying internacional, y es uno de los deportistas extremos del patrocinio de Red Bull.
Nacido en Úbeda, pasó meses diseñando este vuelo de alto riesgo y nos dejó una vez más sin aliento cruzando el arco central del Puente Nuevo de Ronda a 270km por hora.
El vuelo de ascenso para posicionarse a unos cinco kilómetros de la ciudad lo hizo en un paramotor. A la altura adecuada, saltó al vacío, marcando su traza con un bote de humo para facilitar su visualización.
La atracción de un puente emblemático
“Este puente siempre me ha llamado mucho la atención. Andalucía es mi tierra y, por supuesto, ya había visitado Ronda”, explica Dani en el foro de Red Bull. “Recuerdo que cuando empecé a volar pensé ¡sería increíble pasar por este puente!, pero en su momento era algo imposible… Y siete años después, con el desarrollo de los trajes, mucho entrenamiento y el perfeccionamiento de la técnica flare, la idea de Ronda me volvió a la cabeza”. A rondar la cabeza, vamos.
Dani y su equipo han tardado casi un año en completar este proyecto. “Este salto ha sido un año de trabajo en el que hemos estado viniendo a Ronda varias semanas”, explicaba Dani tras conseguir completar el reto.
La seguridad es obsesión
El wingsuit flying es una disciplina de muy alto riesgo. No es una prueba en la que se pueda decir “mañana saltamos”. Y la seguridad es tan objetivo como el reto mismo, y en esa seguridad influyen factores como el viento y la visibilidad previstos y luego confirmados el mismo día del vuelo.
MIRA EL VÍDEO COMPLETO DE LA PREPARACIÓN Y EL SALTO
Planificando cada segundo
Y está el trabajo previo de la planificación. Dani en su vuelo de Ronda es un buen ejemplo de ello. “Lo primero, fue hacer un location check, me fui a Ronda unas semanas con mi GPS y mi láser, tomé medidas y comprobé que era posible”, comenta Dani.
“Dos meses después, volví para hacer un salto de prueba por encima del puente. Y comprobé que, efectivamente, podía hacerse con total seguridad. Hace cuatro o cinco años este salto habría sido imposible por la tecnología del wingsuit”.
La preparación para el vuelo
Dani nos cuenta mucho más en la web de Red Bull. Los entrenamientos y la preparación de este vuelo también han sido fundamentales: “Normalmente ya entreno todos los días, hago saltos siempre que puedo (a no ser que el tiempo me lo impida).
Para este proyecto en concreto habré hechos unos 90 ó 100 saltos, practicando solamente la maniobra flare -distanciamiento del puente tras cruzarlo y abrir el parapente con altura suficiente para aterrizar-“.
Es curioso que sea esa maniobra -el flare– el punto que más ha complicado las cosas al saltador de Úbeda: “Aunque parezca mentira, ni el salto, ni el vuelo, ni cruzar el puente tenían mucha dificultad (al menos técnicamente). Lo más difícil era hacer el flare del final, alejarme lo suficiente del puente y abrir el paracaídas con suficiente altura”.
Horas en túnel de viento
Dani ha dedicado muchas horas de entrenamiento en el túnel de viento, fundamental para coger práctica para el vuelo plano. “Luego hubo muchos saltos específicos con el bote de humo enganchado para ver si afectaba o no a la maniobra… lo teníamos todo súper medido”.
Los dibujos de Dani
Como curiosidad, Dani suele hacerse sus propios dibujos, como un croquis, para preparar sus saltos. “Dibujarlo todo me da confianza. Saber con exactitud la altura, la distancia horizontal que recorro, cuánto tiempo voy a tardar en abrir el paracaídas…”
“Son medidas clave para hacer cualquier salto con seguridad”, cuenta. “Los dibujos no son más que una manera fácil de representarlo todo gráficamente. Casi podríamos decir que es la obra de arte final del proyecto”. Y necesita tenerlo en su cabeza.
“Sólo de Ronda tendré unos 30 ó 40 dibujos a mano alzada. Aunque al final no son sólo las medidas del puente. Hay que tener en cuenta otras variables como el tiempo, las condiciones térmicas, el horario…. Todo afecta al salto y hay que tenerlo muy presente”.
Nada se improvisa
Evidentemente, Dani no deja nada a la improvisación. Quizás eso sea uno de los secretos de su éxito. “Hay muy poco de improvisación. Si tuviese que decir algo sería la dirección de aterrizaje porque no puedes saber con exactitud cómo va a estar el viento en ese momento, pero lo que es el vuelo como tal, nada. Todo está súper medido y planeado”.
No te pierdas el documental del segundo vídeo en el que en ocho minutos Dani nos cuenta toda la detalladísima preparación previa del salto de Ronda.
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