ESPONJA NATURAL Y VEGETAL, cómo hacerla
Este es un artículo para convencerte de que tires al reciclaje tus estropajos de espuma plástica y te pases a los estropajos naturales de fibra de luffa, un calabacín que mientras es joven se come como verdura y cuando se deja madurar se aprovecha para hacer una esponja natural exfoliantes para el baño y estropajos de cocina o baño.
La calabaza esponja –Luffa cylindrica syn y Luffa aegyptiaca– pertenece a la gran familia de las cucurbitáceas, con otras calabazas y calabacines, la sandía y el melón como primos más conocidos. Un signo que las delata a todas es la forma de los tallos rastreros y trepadores y las hojas grandes, como pámpanos.
Dentro de la familia, el género Luffa tiene 7 especies, no todas son comestibles, y se cultivan para darles usos domésticos -las esponjas exfoliantes para la ducha y los estropajos para limpiar los platos- y terapéuticos como las terapias ayurvédicas.
A la luffa se le llama también calabaza esponja, calabaza hammam o estropajo. Es originaria de la India, aunque donde más se cultiva es en Brasil y la encontramos en todas las regiones tropicales y subtropicales, porque necesita calor. Cada día se cultiva más en la cuenca mediterránea del sur, entre Marruecos y Egipto.
Cultivar luffa
La siembra se realiza en el calor de abril en macetas, cubriendo las semillas sólo con un dedo de tierra y manteniendo húmedo el ambiente. Se trasplantarán a mediados de mayo, después de las últimas heladas, dejando libres dos metros entre planta y planta.
Si has sembrado varias semillas por maceta, aclara cuando las plantas tengan 4 ó 5 hojas. Quédate sólo con la planta que te parezca más sana. Y trasplantas las macetas al jardín después del 15 de mayo, cuando no haya riesgo de heladas. Pon un puñado de abono en el fondo del hoyo. Y escoge el rincón más soleado del jardín, o al menos procura que tenga sol 6 horas al día.
La parra de luffa
La parra de luffa puede crecer hasta los diez metros de longitud, y conviene sujetarla a un soporte, para que los frutos cuelguen y sea más fácil verlos y recogerlos. Además así no tocan la tierra, que siempre es origen de ataques de orugas y otros bichos que no nos convienen.
Flores macho y hembra
Las flores masculinas y femeninas se desarrollan en la misma planta, y florecen a partir de junio con una corola amarillo dorado muy llamativa, de la anchura de una mano. Para diferenciar las flores machos de las hembras fíjate en su base, que forma un pequeño fruto en la flor femenina. Y mira el número de estambres, que serán 5 en la flor macho y 3 en la hembra.
La polinización principal es por insectos, pero también puedes acercar ambas flores para ayudar un poco. De la fecundación saldrán entre 3 y 5 frutos por planta. Si cuelgan suelen crecer más rectos, y si tienen apoyos se curvarán con más facilidad.
Tú decides cuáles te comes y cuáles secas
Los calabacines de luffa pueden superar el medio metro con facilidad. Los debes arrancar cuando miden la mitad, cuando son jóvenes, si quieres comerlos, salteados en wok, por ejemplo. Y a partir de la mitad del crecimiento comenzarán a amarguear, por lo que según te interese, sacrificarás algunos para la cocina o los dejarás todos para conseguir tu esponja natural y estropajos entre septiembre y octubre.
Cosecha y secado
La esponja natural de calabaza se secará del todo y entonces será un perfecto accesorio exfoliante. La pulpa se deshidrata y queda sólo el tejido xilemático, rugoso y fibroso. La piel del calabacín de luffa se va poniendo marrón y las semillas quedarán bailando entre las fibras, muy fáciles de recoger para el semillero del año siguiente.
Eso ocurre tras la cosecha. Debes dejar la calabaza en un lugar cálido – de 15 a 20°C-, seco y ventilado, por ejemplo una habitación. El proceso es quitarle la piel antes de que se seque demasiado y golpearlo sin piedad contra cualquier superficie dura para que suelte todas las semillas.
Para esponja natural o para estropajo
La esponja vegetal de luffa se puede utilizar para exfoliar la piel gracias a sus propiedades abrasivas, humedecida para ablandarla y frotándola con jabón de Marsella, por ejemplo.
Gracias a esas ligeras propiedades abrasivas, también puede utilizarse con bicarbonato de sodio, vinagre o jabón de Marsella o negro Beldi para limpiar platos, o incluso coches sin rayarlos.
Las esponjas de luffa se pueden comprar en tiendas naturistas, parafarmacias y en tiendas especializadas.
La luffa en la cocina
Otra especie, la Luffa acutangula, también se utiliza como esponja natural, pero se cultiva mucho más como verdura, sobre todo en la cocina del sudeste asiático. Las calabazas jóvenes, cocidas, confitadas o crudas, son verduras populares, mientras que las flores se cocinan con masa de buñuelo.
Edición BE OnLoop con información de Longmeimei, Noal Farm y otros
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