ESVEVA: esponjas vegetales, sostenibles y artesanas

Elaboradas a partir de la planta de luffa en un porceso 100% artesanal y local, Esveva revaloriza la tierra en la que cultiva sus esponjas vegetales, ofreciendo una alternativa sostenible que no deja ningún residuo.

Ya sean discos esfoliantes, estropajos o manoplas estos productos nada tienen que envidiar a los convencionales. Consiguen una exfoliación efectiva y revitalizan la piel. Estimulan la circulación sanguínea y contribuyen a una piel más suave, radiante y saludable. Su uso no se limita a la cosmética, también son muy útiles en la limpieza doméstica. Son completamente biodegradables y eliminan la necesidad de usar estropajos fabricados con derivados del petróleo.

Las esponjas de luffa son beneficiosas por muchas razones, tanto por sus ventajas para el cuidado personal como por su impacto positivo en el medio ambiente

Beneficios para la salud de la piel de las esponjas naturales

Son excelentes como exfoliantes naturales porque ayudan a eliminar células muertas y a estimular la regeneración celular. Además su uso puede mejorar la circulación sanguínea y ayudar a minimizar problemas como la celulitis, el acné y los puntos negros. Estimulan el sistema linfático y promueven la eliminación de toxinas​​.

Durabilidad y cuidado de las esponjas vegetales Esveva

Las esponjas naturales son muy duraderas, teniendo una vida útil de 6 meses. Simplemente hay que hervirlas de vez en cuando para desinfectarlas. Son más económicas y sostenibles a largo plazo en comparación con las esponjas sintéticas​​.

Impacto ambiental positivo

La luffa es un producto 100% natural y biodegradable, lo que significa que no contribuye a la contaminación por microplásticos. Las fibras de luffa se pueden compostar al final de su vida, en un ciclo completamente sostenible​​​​ que favorece al planeta.

Versatilidad de uso de las esponjas naturales

Además de su uso en la higiene personal las esponjas vegetales de Esveva pueden utilizarse para la limpieza doméstica. Esveva comercializa estropajos vegetales para platos y superficies capaces de limpiar, desinfectar y pulir. Esto las convierte en una herramienta versátil que cumple múltiples funciones en el hogar, reduciendo la necesidad de adquirir productos de limpieza no organicos y contaminantes​​.

Esveva: los orígenes de un sueño sostenible gracias a las esponjas naturales

Marcos Gijón Aguilar es el alma detrás de Esveva y cuenta con entusiasmo cómo nació este proyecto. Heredó unos terrenos en Almedíjar dentro del Parque Natural de la Sierra Espadán en Castellón y les dió una nueva vida cultivando luffas de manera ecológica, convirtiendo terrenos degradados, en fuentes de vida y sustento mediante el cultivo sostenible. La producción de estas esponjas ha creado una red de economía positiva local de Almedíjar, generando empleo y nuevas oportunidades comerciales tanto a nivel nacional como internacional. Este enfoque integral no solo promueve la conservación ambiental, sino que también fomenta una economía local sostenible, reforzando la importancia de las prácticas agrícolas responsables y la recuperación de espacios naturales.

La iniciativa de Esveva en Almedíjar es un ejemplo de cómo la agricultura ecológica y la innovación en productos naturales pueden ser pilares para el desarrollo sostenible de comunidades rurales, evidenciando el poder de proyectos locales en la promoción de un futuro más verde y próspero.

¿Qué son exactamente las luffas? 

La luffa es una planta trepadora perteneciente a la familia de las Cucurbitaceae, con abundantes flores amarillas y cuyo fruto tiene forma de calabaza o calabacín alargado, muy popular en Asia, dónde se consume como cualquier otro vegetal.

Si se deja secar, se convierte en una esponja natural muy valorada por sus propiedades tanto para la higiene personal como para la limpieza del hogar, con la ventaja de que su uso no deja ningún tipo de huella en el planeta. Son totalmente compostables y por eso, bajo mi punto de vista Esveva no solo comercializa productos; vende un futuro más verde y prometedor. 

El proceso artesanal Esveva para fabricar esponjas vegetales

En Esveva todos los procesos son respetuosos con el medio ambiente. El fruto de las luffas se selecciona de manera manual y se extraen las fibras de su interior artesanalmente.

Estas fibras se secan al sol para conservar sus propiedades naturales y posteriormente se limpian minuciosamente para eliminar cualquier impureza. Una vez que las fibras están preparadas, se someten a un proceso de suavizado que emplea técnicas tradicionales dotándolas de una textura ideal al tacto.

Finalmente, las fibras son moldeadas y compactadas en esponjas, discos o estropajos según su objetivo. Esveva ofrece no solo una solución ecológica para la limpieza personal y del hogar, sino también una experiencia de uso superior, caracterizada por la suavidad, la durabilidad y la eficacia.

El desafío del plástico en nuestros mares 

Cada año, millones de toneladas de plástico terminan en el mar afectando a la vida marina, los ecosistemas y finalmente nuestra propia salud. Para combatir este problema desde casa debemos cambiar nuestros hábitos de consumo. En este sentido, sustituir las esponjas convencionales por esponjas naturales es una buena medida.

Los estropajos y esponjas sintéticos que están fabricados apartir de derivados del petróleo, durante su uso diario van degradándose poco a poco, soltando pequeñas partículas de fibras plásticas que acrecentan el problema de la contaminación de los océanos. Gracias al trabajo de Esveva, podemos adquirir esponjas naturales inocuas par el medio ambiente, mientras promovemos la economía local, artesanal y ayudamos a la regeneración de los campos en los que se cultivan sus luffas.

Si os soy sincera, en mi pequeña casa de campo he sido testigo de cómo las pequeñas acciones generan grandes cambios. Desde crear mi propio jabón casero para platos, hasta pasarme a los envoltorios de cera para sustituir el plástico film o cultivar mi propio huerto bio. Por eso creo que proyectos como Esveva son una herramienta hacia un consumo más sostenible y beneficioso, tanto para mi propia salud como para el planeta.

Os invito a reflexionar como consumiores sobre las elecciones diarias que tomamos, el origen de los productos que consumimos y cómo terminan su vida útil, para entre todos podamos crear un mundo más sostenible y verde, que apoye iniciativas locales beneficiosas para todos.

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