FAUNA SILVESTRE EN INVIERNO: cinco ideas para cuidarla

A medida que las temperaturas bajan, la lucha por la supervivencia se intensifica para la fauna silvestre.

El invierno es una época dura para muchas especies de fauna silvestre, cuando el mercurio cae, apenas hay flores ni tallos tiernos, la nieve oculta el suelo y el hielo sella los ojos de agua. El mundo natural se transforma en un escenario de supervivencia extrema para muchos animales. Algunos invernan disminuyendo su temperatura corporal y ralentizando tanto sus latidos como su metabolismo. Otros sin embargo, se ven abocados a una lucha constante por encontrar recursos allí dónde el refugio y el alimento escasean.

Nuestros jardines, balcones y terrazas pueden ser un refugio perfecto para ayudar a estos pequeños animales a sobrevivir a la estación más fría del año. No se trata de alimentarlos y domesticarlos, ni de acostumbrarlos a nuestra presencia, pero podemos ofrecerles un poco de cobijo y agua hasta la llegada de la primavera. Hoy queremos darte 5 ideas para que tu casa sea el refugio ideal para estos animales, convirtiéndote en el héroe anónimo que necesitan.

1. Crea refugios naturales: un hogar temporal para la fauna silvestre en invierno

Cada año pequeños mamíferos, insectos, reptiles y anfibios luchan durante la estación más fría del año contra las condiciones climáticas y la falta de alimento. ¿Sabías que más de la mitad de los erizos mueren en su primer invierno? El hambre y el frío son mortales para muchos de ellos, sobre todo para aquellos que nacieron a finales del verano y no están lo suficientemente desarrollados para afrontar las duras condiciones invernales. Por otro lado, reptiles como lagartijas o triptones se refugian bajo piedras, macetas o troncos secos. Algunos insectos como los abejorros o las abejas, cavan agujeros en el suelo. Las mariposas duermen en cortezas sueltas, y mamíferos como las ardillas buscan troncos huecos en los que encontrar refugio. Por estas razones es buena idea dejar partes de tu jardín sin arreglar, tal como estaría si no estuvieras.

¿Cortas el césped? Pues deja los bordes de la parcela sin recortar y de la hierba cortada haz algunos montones grandes en los límites de tu parcela. Serán un espacio más caliente para aquellos animales que andan buscando un hueco. Lo mismo ocurre con las hojas secas de otoño, puedes crear una pequeña pila de hojas en una esquina de tu jardín, alejada del paso y será el refugio soñado de sapos y ranas, quienes en cuanto llegue la primavera estarán listos para comer las moscas y mosquitos que aparezcan en tu casa.

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2. Rompe el hielo: suministra agua limpia

El agua en su estado líquido, puede ser escasa en invierno si la temperatura alcanza grados bajo cero, pero es esencial para la supervivencia de la fauna silvestre. Por eso puedes colocar pequeños platos con agua e ir cambiándola para evitar que se congele o ensucie, evitando así la propagación de enfermedades.

Ya sea que tienes agua en un pequeño estanque, fuente o bebedero para conseguir que no se congele cuando bajan las temperaturas puedes colocar objetos flotantes como bolas de ping pong que reducen la formación de hielo. Otro truco que también ayudará a este fin es situar el agua en la zona más soleada de tu jardín. Otra muy buena idea es situar los bebederos junto arbustos, ofreciendo a los animales un acceso seguro al agua, protegiéndolos de los depredadores mientras beben o se bañan.

Con estos sencillos consejos podrás ayudar a que insectos, pájaros y pequeños mamíferos se mantengan hidratados más tiempo y convertir tu terraza o jardín en un santuario para ellos.

3. Flora autóctona: un jardín lleno de vida para la fauna silvestre local

Dedica una parte de tu jardín a cultivar plantas silvestres y autóctonas, así ayudas a mantener los ecosistemas naturales de tu región y a proporcionar alimento y refugio a la fauna silvestre endémica al mismo tiempo. Las plantas que están adaptadas al clima y al suelo de una región, son en general más resistentes y capaces de proveer hábitats óptimos para la fauna autóctona silvestre. Además, requieren menos mantenimiento y agua, que las especies no autóctonas, lo que las hace más sostenibles y beneficiosas para el medio ambiente local.

Si puedes, intenta incorporar árboles frutales y plantas perennes que florezcan en diferentes momentos en tu jardín; atraerás una mayor diversidad de animales que podrán alimentarse sin problemas.

Especies como el acebo, con sus bayas ricas en nutrientes y otros arbustos similares, proporcionan alimento y son especialmente valiosas para la supervivencia de estos animales.

En definitiva, esta idea se basa es crear un oasis natural de flora y fauna en tu jardín, que ayude a preservar la biodiversidad autóctona frente a las especies introducidas.

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Los árboles muertos o troncos apilados pueden ser un hábitat ideal para algunas aves y murciélagos, roedores, anfibios e insectos.

4. Plantas vivaces: una fuente de recursos naturales

Las vivaces son plantas silvestres que duran varios años. Aunque no son propiamente perennes, porque en invierno se marchitan, sus raíces se mantienen vivas y vuelven a brotar de manera espontánea cuando la temperatura es idónea. Pero lo importante en invierno, es que este tipo de plantas son muy valoradas por todo tipo de fauna silvestre, ya que en su ciclo ayudan a pequeñas aves e insectos a encontrar más recursos. Los pedúnculos florales secos son una muy buena fuente de alimento y los tallos huecos sirven para el desarrollo de crisálidas y huevos de mariposas. Por eso, lo ideal es retrasar la poda hasta la primavera, aunque la planta parezca seca. Las pequeñas ramitas y hojitas que “afean” nuestras macetas son un tesoro, ya que sirven de cobijo y alimento para aves e insectos.

5. Crea claros entre la nieve: facilita el acceso a los alimentos

Si en la región en la que vives la nieve es un visitante frecuente, intenta crear zonas libres de este frío elemento en tu jardín. Los suelos cubiertos impiden que algunos animales puedan alimentarse con facilidad, así que mantener ciertas áreas de tu jardín libres de agua cogelada puede ser crucial para que la fauna silvestre pueda acceder a pequeñas semillas, otros insectos o ramitas. Un simple camino limpio, o un área pequeña pueden marcar una gran diferencia para la supervivencia de aquellos animales que más lo necesitan.

¿Que te han parecido estas ideas para transformar tu jardín en un santuario para animales? Desde Beeonloop creemos que no es solo un gesto generoso, es esencial para proteger la naturaleza. Cada pequeño esfuerzo que ayuda en la lucha por la supervivencia cuenta, y puede marcar una gran diferencia. Anímate a aplicar estas sugerencias, no solo mejorarás tu entorno, sino que también tendrás un impacto positivo en la vida silvestre.

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