GUILLAUME NÉRY, pez en el agua profunda
Promueve el cine documental para divulgar sobre la riqueza de los mares
A sus 32 años Guillaume Néry había batido cuatro veces el récord del mundo de apnea con peso constante. Ex campeón del mundo, este francés seguidor de la alimentación bio ha llegado a descender 126 metros. En la profundidad se siente en su elemento, una experiencia íntima que une su cuerpo al mar, por cuyo equilibrio natural lucha intensamente.
El atlético Guillaume Néry sólo come cosas producidas en un radio de 5 kilómetros de su casa,y promueve consumir sólo alimentos de proximidad.
Pasión por el agua salada
Defensor de los mares y en línea con su convicción de que la especie humana puede poner al planeta patas arriba con los efectos de su actividad industrial, afirma que si un desastre borrase a los humanos del mapa, el mar recuperará el equilibrio, como lo haría también la vida en tierra.
Guillaume Néry está convencido de que la apnea es una especialidad que angustia al público, cuando para él, lejos de ese temor por el estrés del tiempo bajo el agua, el silencio del agua lo desconecta de un mundo que va demasiado deprisa. Es la paz de estar bajo el agua, en comunión con un entorno, al margen de la vida ordinaria.
En el campeonato mundial de 2015 en Chipre midieron mal su cuerda, que tenía 139 metros en lugar de los 129 previstos, y estuvo al borde de la muerte tras ser izado con un ictus severo.
Su progresión deportiva ha sido espectacular, y si a los 19 años consiguió descender 82 metros con una sola respiración, catorce años después lograba bajar a 126. Eso fue en 2015, y luego, ya con 33 años cumplidos, relajó las expectativas y sigue buceando por pasión, sin los agobios de los récords.
Un deportista amigo de la pantalla
Néry ha sido un amante del cine documental como escaparate hacia el público de las bellezas del mar. En 2010, con su compañera Julie Gautier, rodó un corto titulado Free Fall, -caída libre- que ha tenido más de 30 millones de visualizaciones, nadando en el Blue Hole de Dean, en las Bahamas. Luego harían otra película, Narcosis, en 2012. Y una tercera en 2014, en el atolón de Rangiroa -Polinesia-, Ocean Gravity. En 2016, Guillaume estrenó la película Haven, rodada en The Haven, uno de los mayores pecios del Mediterráneo, frente a la costa de Génova.
Ese mismo año apareció en Peligro, una vida en el extremo, que era un documental sobre deportes extremos. Y finalmente Néry apareció (bajo el agua con Alice Modolo) en el videoclip de Beyoncé de la canción Naughty Boy -“Runnin“-, en 2015, que va por cuatrocientos millones de vistas. También ha aparecido en anuncios de marcas de coches o relojes.
Defensor del ecosistema marino
Hoy Néry es conferenciante habitual en charlas Ted-X y un declarado ecologista que da testimonio de cómo en los espacios protegidos la vida submarina es flagrantemente más rica.
“Es evidente que estamos a tiempo de reaccionar”, repite en sus intervenciones públicas. “Es espantoso constatar la desaparición de especies para siempre jamás, pero sabemos que la vida en la Tierra nos sobrevivirá, y el planeta recuperará muchas parcelas perdidas, por mucho daño que le hayamos hecho”, añade.
Guillaume se declara un radical de la alimentación sana, y afirma escuchar más a su cuerpo en el silencio de la apnea. Así que cuida, sin obsesión pero con respeto, el equilibrio de todo cuanto come y bebe, en busca de su mejor estado físico y psicológico.
El deportista francés está convencido de que, como los submarinistas y apneistas son defensores a ultranza del equilibrio natural de los océanos lo seríamos todos los demás si contemplásemos, por vivencia propia, los ecosistemas marinos.
Redacción BE OnLoop