«EL LADRÓN DE CHATARRA» que convierte residuos en arte cinético
Sus obras son una fuente inagotable de creatividad y expresión
Guillermo Galetti es un artista, ingeniero, inventor y profesor que transforma objetos desechados en esculturas móviles. Desde su taller en Villa La Angostura, Argentina, este polifacético artista invita a reflexionar sobre el reciclaje y la sostenibilidad. Cada obra de Galetti es una lección de creatividad y respeto por el medio ambiente, diseñada para recordarnos el valor oculto de aquello que desechamos.
La pasión de Guillermo Galetti por el reciclaje y el arte
Nacido en una zona rural de Argentina, Galetti desarrolló desde niño una habilidad especial para construir con lo que tenía a mano, aprendiendo a valorar y reutilizar los recursos. Hoy, no solo es un reconocido artista de esculturas móviles hechas con chatarra, sino también un innovador en la enseñanza. Como profesor de Tecnologías Aplicadas a los Metales, anima a sus estudiantes a experimentar y a aprender desde la práctica, explorando principios de física y mecánica a través de sus obras.
Divulgación, enseñanza y creatividad aplicada
Para Guillermo Galetti, el proceso creativo es un experimento en constante evolución. Sus esculturas empiezan como bocetos y se van materializando a medida que selecciona materiales de desecho. Cada elemento cobra vida, gracias a esculturas interactivas hechas con ruedas y resortes que se despliegan al empujarlas, cautivando a todos los espectadores y desafiando la percepción de «basura».
«Quiero que el aprendizaje sea práctico y que los alumnos usen las manos, que exploren y se equivoquen»
Así cada pieza es una obra de arte y una herramienta didáctica que ilustra principios como el equilibrio, la inercia y el movimiento segmentario lo que ha hecho que gane la admiración de estudiantes y colegas.
La magia de transformar chatarra en arte
El proceso creativo de Guillermo Galetti es tan dinámico y experimental como sus esculturas. Cada obra comienza con un boceto, una idea que toma forma lentamente a medida que explora y adapta materiales desechados. Su método es puramente empírico: observa, prueba y ajusta cada pieza hasta lograr el movimiento y la estética deseados. Para Galetti, el arte y la ciencia son procesos de descubrimiento, y cada escultura es una oportunidad para experimentar con conceptos mecánicos y de diseño.
Todo, desde hierros de construcción hasta partes de maquinaria puede convertirse en una pieza clave para sus esculturas. Según este artista cada objeto tiene el potencial de ser reutilizado, adaptado y transformado.
Desde Argentina al mundo: las exposiciones que se pueden tocar de «El ladrón de chatarra»
En Argentina, su exposición “Prohibido no tocar” en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Villa La Angostura marcó un hito en su carrera. Esta muestra presentó 20 de sus esculturas, permitiendo que los visitantes interactuaran directamente con las piezas y exploraran los mecanismos que las hacen moverse. La exhibición rompió con las normas tradicionales del museo, invitando al público a experimentar con las obras.
El talento de Guillermo Galetti no ha pasado desapercibido y ha sido reconocido tanto a nivel local como internacional. Otro de los logros más destacados fue su participación en el programa de televisión español «El Hormiguero«, donde fue invitado a mostrar sus esculturas móviles. Durante el programa, sus obras impresionaron tanto a la audiencia como a la invitada de la noche, Nathy Peluso, quien quedó asombrada por la creatividad y el mensaje de reciclaje que transmiten sus esculturas.
Además de estas presentaciones, Galetti ha ganado popularidad en redes sociales, donde sus esculturas han sido compartidas por miles de seguidores. Incluso figuras de renombre como el guitarrista Slash de Guns N’ Roses han participado en la difusión. Gracias a estas experiencias, Guillermo Galetti ha consolidado su carrera como un referente en el arte sostenible, demostrando que la chatarra puede convertirse en una expresión artística de gran valor.
Innovación y solidaridad: una prótesis funcional a partir de materiales reciclados
Guillermo Galetti también ha encontrado formas de impactar positivamente en la vida de quienes lo rodean. Uno de sus proyectos más destacados es la construcción de una prótesis de brazo para un niño de siete años llamado Juan. La familia del niño se acercó a Galetti después de que una prótesis impresa en 3D no soportara el uso continuo debido a su fragilidad. Con su ingenio y experiencia, Galetti decidió construir un modelo más resistente usando materiales reciclados y accesibles, adaptándolo a las necesidades específicas de Juan.
Para el diseño, Galetti empleó plástico de baldes y componentes reutilizados de herramientas mecánicas, logrando una estructura robusta y flexible a un costo mínimo.
“La pieza es rústica en su forma, pero es funcional y económica”
El proyecto no solo ha beneficiado a Juan, también ha captado la atención de la comunidad, motivando a otros a colaborar y a replicar la idea en otras regiones. Galetti, se define como un creador “al servicio de quienes más lo necesitan”.
El arte de Guillermo Galetti es un vehículo para la conciencia ambiental
Más allá de la creatividad y el movimiento en sus esculturas, Guillermo Galetti también transmite un mensaje ambiental profundo que invita a la reflexión. Cada una de sus obras, demuestra que la basura no es necesariamente el final de la vida útil de un objeto, sino una oportunidad para construir algo nuevo y valioso. Así Galetti muestra al público que los recursos desperdiciados pueden convertirse en arte, cuestionando las prácticas de consumo tan comunes en la sociedad actual.
En su comunidad en Villa La Angostura, su trabajo ha inspirado a muchas personas, incluidas familias y jóvenes, a interesarse por el reciclaje creativo y la reutilización.
«La chatarra no es basura, es una oportunidad para construir algo nuevo»
Muchos de sus seguidores en redes sociales han replicado su trabajo en escuelas y comunidades, aplicando su método para enseñar a los jóvenes la importancia de la sostenibilidad y el respeto por el entorno.
En definitiva, Guillermo Galetti es un profesional polifacético: artista, divulgador, maestro e inventor, y una persona comprometida que demuestra que el arte y la sostenibilidad pueden converger para inspirar un cambio positivo en cada uno de nosotros. Replanteando la relación entre los consumidores, los objetos cotidianos y el medio ambiente.
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