HANG SON DOONG: la cueva más grande del mundo
En el espeso verdor de la selva vietnamita, se esconde esta joya natural de proporciones épicas
Conocida por sus dimensiones asombrosas y su ecosistema único, la cueva Hang Son Doong ha ganado fama mundial como la cueva más grande del planeta. Este lugar sorprende por su majestuosidad y biodiversidad, y también representa un modelo innovador de turismo sostenible que protege su impresionante entorno. Hoy os queremos descubrir su historia y cómo este lugar ha impactado en la conservación y el desarrollo local de Vietnam.
Origen y descubrimiento de Hang Son Doong
La historia de esta magnífica cueva comenzó en 1991, cuando un residente local, Hồ Khanh, halló por accidente una entrada misteriosa en la selva. No fue hasta 2009 cuando un equipo de espeleólogos británicos, dirigido por Howard y Deb Limbert, realizó una exploración exhaustiva. Este equipo desveló una maravilla natural sin precedentes, catapultando a Hang Son Doong a la atención de científicos y aventureros de todo el mundo.
La cueva es parte del Parque Nacional Phong Nha-Ke Bang, un área protegida y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003, debido a sus formaciones kársticas excepcionales y su rica biodiversidad. Aunque el parque es conocido por albergar las cuevas más extensas y antiguas del mundo, ninguna se compara con Hang Son Doong.
¿Cómo es la cueva Hang Son Doong?
Con más de 6,5 kilómetros de extensión y techos que de 200 metros de altura, Hang Son Doong podría albergar edificios de hasta 40 pisos. Con un ancho que supera los 150 metros en varias zonas, esta cueva contiene dentro de sus profundidades una selva y un río propios, creando un «mundo dentro de otro mundo».
Los colapsos en el techo permiten que la luz se filtre, dando vida a una selva tropical en miniatura que han evolucionado en total aislamiento. Sus estalagmitas, que alcanzan los 70 metros, son de las más altas del mundo, y los ríos subterráneos fluyen creando un hábitat que parece salido de otro planeta. Estas formaciones impresionantes guardan cierta similitud con los cristales colosales de la Cueva de Naica, famosa por sus estructuras únicas.
¿Como visitar Hang Son Doong?
Consciente de la fragilidad de este ecosistema, Vietnam ha implementado desde 2013 un estricto modelo de turismo sostenible para proteger Hang Son Doong. Solo 1,000 visitantes al año tienen el privilegio de explorar esta maravilla, garantizando así un impacto mínimo en el entorno y una experiencia exclusiva. Este enfoque contrasta con otros ecosistemas extremos, como el de Eisriesenwelt, donde las bajas temperaturas crean paisajes helados de igual magnitud. La empresa Oxalis Adventure es la única autorizada para organizar expediciones, en colaboración con expertos en espeleología y autoridades locales, asegurando que cada excursión siga prácticas sostenibles.
Estas políticas protegen el ecosistema de Hang Son Doong, y minimizan el impacto ambiental, controlando la generación de residuos y cualquier posible daño a la flora y fauna. Así, este enfoque de turismo responsable asegura que las generaciones futuras puedan disfrutar de esta maravilla natural.
El turismo sostenible y la comunidad local
El modelo de turismo sostenible de Hang Son Doong ha sido beneficioso no solo para el medio ambiente, sino también para la economía local. Oxalis Adventure ha trabajado para integrar a los residentes en las actividades relacionadas con la cueva, ofreciendo empleo como guías, porteadores y personal de apoyo. Esto ha generado un impacto positivo en la economía de la zona, mejorando la calidad de vida de los lugareños y promoviendo la conservación de sus tradiciones culturales.
A medida que crece la popularidad de Hang Son Doong, el turismo enfrenta algunos retos. La creciente demanda por aumentar el número de visitantes ha generado debates sobre la capacidad de carga de la cueva y los posibles riesgos para su ecosistema. Sin embargo, tanto el gobierno vietnamita como Oxalis Adventure mantienen un firme compromiso con el turismo sostenible, buscando el equilibrio entre el desarrollo turístico y la conservación. Gracias a estas políticas Hang Son Doong es un ejemplo de cómo el turismo sostenible puede preservar maravillas naturales al tiempo que beneficia a las comunidades locales. Un modelo inspirador para otros destinos turísticos, que nos recuerda la importancia de preservar la belleza de nuestro planeta para las generaciones venideras.