HORMIGÓN SIN CEMENTO: construcción sostenible que elimina CO2
Una solución revolucionaria en el sector de la construcción que evita emisiones y combate la crisis climática.
La industria de la construcción está inmersa en la búsqueda de soluciones constructivas más eficientes y ecológicas para reducir su huella de carbono. Bajo esta premisa se ha presentado un nuevo hormigón sin cemento que promete capturar CO2 al tiempo que es más resistente.
En los últimos años han aparecido diversas opciones innovadoras que tratan de hacer que el sector de la construcción sea menos contaminante. Desde casas fabricadas con contenedores marítimos o novedosos prototipos de casas autosuficientes fabricadas en impresión 3D. Pero a pesar de estas innovaciones el cambio de paradigma es difícil, y el principal material que se sigue usando es el hormigón tradicional.
Hormigón ecológico, sin cemento, que captura CO2
CarbiCrete es el laboratorio que ha desarrollado este hormigón revolucionario, que aunque se fabrica igual que el hormigón convencional, fragua de manera más rápida y su producción es menos contaminante.
Mientras que para producir hormigón normal se debe mezclar cemento con arena o roca y curar la mezcla en bloques durante 28 días, este nuevo hormigón sostenible reduce los tiempos y también, la contaminación asociada a su producción. El cemento se sustituye por escoria metálica y la mezcla resultante tan solo necesita de 24 horas para estar lista para su utilización.
La principal diferencia en el proceso productivo de este hormigón sostenible ocurre como resultado de una reacción química en el proceso de curado. Este nuevo material se expone a dióxido de carbono, que reacciona con el acero de la mezcla y lo convierte en carbonato cálcico. Mediante este proceso químico el hormigón resultante tiene una mayor densidad y resistencia.
Tras los estudios comparativos sus creadores aseguran que ofrece hasta un 30% más de resistencia a la compresión, utiliza un 20% menos de material y mejora la resistencia a ciclos de congelación y descongelación.
Así, este hormigón no solo es beneficioso para el planeta en su fabricación, también permite secuestrar hasta una tonelada de CO2 por cada 2.000 bloques fabricados. Evitando la emisión de más de 3 toneladas de gases de efecto invernadero, lo que permite afirmar que la huella de carbono que genera la producción de este nuevo material es netamente negativa.
El impacto del hormigón en el medio ambiente
Durante 2021 se fabricaron 25,8 millones de m3 de hormigón en España, siendo el segundo recurso más utilizado en el mundo, solo por detrás del agua. Como ya sabemos, este material está compuesto principalmente por cemento, arena y grava, siendo el responsable de aproximadamente el 8% de las emisiones globales del planeta.
Frente a este desafío, el sector de la construcción lleva varios años trabajando para crear nuevas y diversas soluciones vanguardistas. Por eso, proyectos disruptivos como la fabricación de hormigón sin cemento, que es capaz de capturar CO2 del aire es una muy buena noticia.
CarbiCrete comenzó a trabajar en este proyecto en 2018. Tras más de 5 años de investigaciones han conseguido crear su nuevo material, usando como base subproductos de la metalurgia. Logrado producir unos 5.000 bloques con CO2 negativo al día, y convirtiéndose en la opción más viable para la fabricación de hormigón sostenible.
El hormigón sin cemento, la respuesta a la crisis climática
Como ya hemos visto fabricar este hormigón sin cemento y sostenible es un proceso sencillo, con la ventaja de que reduce el impacto ambiental. Este proceso puede estandarizarse y extrapolarse a la mayoría de fábricas tradicionales, pues no requiere de herramientas ni máquinas especializadas. Una adaptación sencilla y muy beneficiosa tanto para fabricantes como para consumidores.
Según sus estimaciones de media una fábrica de bloques de hormigón puede ahorrar anualmente 4.400 metros cúbicos de agua, generar 33.000 toneladas de residuos menos y eliminar 20.000 toneladas de CO2.
Estas son muy buenas noticias, y para acelerar su implantación CarbiCrete otorga licencias de su tecnología a terceros. Permitiendo no solo la fabricación de bloques de mampostería (CMUs), sino también paneles, vigas y otros elementos prefabricados de hormigón, lo que augura un buen futuro para esta nueva solución constructiva.
Para conseguir que la construcción avance hacia la descarbonización, es crucial reducir el carbono incorporado en los edificios. El uso de este hormigón sin cemento, representa una medida significativa para lograr este objetivo, ya que ofrece soluciones tanto a la industria como a los consumidores mas efectivas, y amigables con el medio ambiente.
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