
ITER: a cinco años de la fusión nuclear
La energía de la fusión sería limpia e ilimitada
La fusión nuclear es un intento de replicar los procesos energéticos del Sol y las estrellas en la Tierra. Y no tiene nada que ver con la fisión y los residuos radiactivos derivados de ella. La fusión supone disponer de una fuente de energía de enorme rendimiento y limpia. Hasta hace poco llegar a ella parecía teoría. Pero las cosas han cambiado, y la perspectiva de la fusión nuclear como una fuente viable de energía ha mejorado, para esperanza de todos.
El acrónimo ITER procede de International Thermonuclear Experimental Reactor (Reactor Experimental Termonuclear Internacional). Y es el proyecto de fusión nuclear más grande del mundo.
Hace unos meses entró en una fase crucial para la cual cuenta con una inversión de 20.000 millones de euros: El núcleo de la máquina de fusión ha iniciado un laborioso proceso de ensamblaje que durará cuatro años y que, una vez finalizado, generará el «plasma supercaliente» necesario para obtener energía de la fusión.
35 países buscando energía limpia
El Foro de la Industria Nuclear Española nos ilustra con detalle sobre este ingente proyecto cuyas instalaciones se encuentran en Cadarache, al sur de Francia. Cuenta con la colaboración de 35 países financiando y aportando conocimiento para construir el Tokamak más grande del mundo. Un ingenio de fusión magnética diseñado para demostrar que la fusión es viable como fuente de energía a gran escala y libre de emisiones de carbono. Basándose en el mismo principio que permite al sol y a las estrellas generar su energía.

El ITER será un gran banco de pruebas entre los dispositivos experimentales de fusión actuales y las grandes centrales de fusión del futuro
Este proyecto experimental es imprescindible para el avance de la fusión nuclear y para garantizar seguridad a las futuras centrales de fusión comerciales, que idealmente irían sustituyendo a las centrales nucleares de fisión, con sus residuos y sus problemas asociados, tristemente conocidos por Rusia o Japón.
El ITER será el primer generador de fusión que conseguirá una ganancia neta de energía (es decir, producirá más energía que la requerida por el funcionamiento del sistema). Será también el primer dispositivo que mantendrá la fusión durante periodos de tiempo que consideramos largos. Y claro está, le toca ser también el primero en poner a prueba las capacidades y resistencias tecnologías de los materiales y aplicaciones necesarios para producir electricidad de fusión para explotación comercial.
¿Qué será capaz de hacer el ITER?
El Foro de la Energía Nuclear Española explica que la cantidad de energía que puede producir un Tokamak es resultado directo del número de reacciones de fusión que se producen en su núcleo. Cuanto más grande es la vasija que albergará la fusión, mayor es el volumen del plasma. Y por lo tanto mayor será el potencial de la energía de fusión liberada.
Como el Tokamak del ITER tiene un volumen de plasma diez veces mayor que el mayor funcionando actualmente hablamos de una herramienta experimental única. Diseñada para desarrollar una potencia ¡de 500 MW! El récord mundial de energía de fusión lo ostenta el modesto Tokamak europeo JET, que en 1997 produjo 16 MW de energía de fusión. O sea 30 veces menos.
El ITER no transformará toda la energía que produce en electricidad. Pero al ser el primer proyecto de fusión que produce energía de ganancia neta facilitará el camino para diseñar una máquina comercial que sí será capaz de hacerlo.

El ITER, banco de pruebas para un futuro comercial
El ITER será pues un gran banco de pruebas. Y acortará esas enormes diferencias entre los dispositivos experimentales de fusión actuales y las grandes centrales de energía de fusión del futuro. Los científicos podrán estudiar plasmas en condiciones similares a las que se esperan en una central nuclear del futuro. Y podrán probar aspectos como el calentamiento, control, diagnóstico, criogenia y el mantenimiento en remoto.
Conseguir plasma de deuterio y tritio para reacción prolongada
La investigación sobre la fusión se encuentra a las puertas de conseguir «plasma en combustión». En él, el calor de la reacción de fusión está confinado dentro del plasma de forma que se pueda prolongar la reacción durante más tiempo. Los científicos apuestan por que los plasmas del ITER no sólo producirán mucha más energía de fusión, sino que se mantendrán estables durante periodos más prolongados.
Hacer tests para la producción de tritio
Una misión en las últimas fases del ITER será demostrar que es viable producir tritio dentro de la vasija en vacío. Porque hoy el suministro mundial de tritio (usado con el deuterio para producir la reacción de fusión) no es suficiente para cubrir las necesidades de las centrales nucleares previstas en el futuro.
Demostrar la seguridad de un ingenio de fusión
El ITER logró un hito en la historia de la fusión en 2014, cuando obtuvo licencia como operador nuclear en Francia tras pasar un duro examen de sus protocolos de seguridad. Uno de los objetivos principales del ITER es demostrar que se pueden controlar el plasma y las reacciones de fusión sin que haya consecuencias para el medio ambiente.

Aunque se pretende que el experimento que es el ITER funcione sin sorpresas en cinco años, los críticos del proyecto afirman que dependerá de salvar grandes obstáculos. Uno es que el coste de producir energía eólica y solar continúa bajando. Y si esas energías renovables ya funcionan bien, podrían ser un método más económico para mitigar el cambio climático.
El ITER cuenta con la participación de la Unión Europea, China, India, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Rusia, que comparten el ingente presupuesto de la construcción. El consenso internacional es que la explotación comercial de la fusión sería una fuente de energía limpia e ilimitada que aliviaría el preocupante avance de la crisis del clima.
Redacción BE OnLoop