LA COCODRILO usa el oído en la relación con sus crías

La madre es sensible al oído, las crías lo son al olfato

El primer reconocimiento de las crías por la hembra del cocodrilo tras la puesta de los huevos es por el oído, a los casi tres meses, cuando quieren ayuda tras romper la membrana blanda de los huevos. La madre mueve la arena con la que los cubrió, pero ¿hasta cuándo cuidará de ellos? El oído vuelve a decidirlo.

Obsesión protectora

La cocodrilo es una madre obsesiva, forma parte de la conservación de la especie, y vigila el tramo de arena en el que enterró sus huevos con pánico de que lagartos o mamíferos varios puedan detectarlos y devorarlos.

…hasta que el gruñido suena más grave

Cuando nacen los pequeños la madre seguirá vigilándoles y nadando con ellos, muy atenta. Pero ¿hasta cuándo? Las crías se mueven cerca de la madre por su olor. Y la madre dejará de ocuparse de ellos por el oído, de nuevo. ¿Y eso? El gruñido de las crías evoluciona a medida que crecen, de más agudo a más grave. A partir de un cierto tono de cada cría la madre cocodrilo considerará que ha llegado a una capacidad de independencia, y será el momento de liberarse de ellos para centrarse en los más débiles.

Edición BE OnLoop

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