LA ISLA VIRGEN de Brendon Grimshaw
El periodista quiso cambiar de vida y logró comprar la isla de Moyenne
Brendon Grimshaw era un periodista británico en Kenia con ganas de cambiar de vida y que cumplió un sueño que seguramente también tú has tenido: tener tu propia isla desierta. El lo logró en un lugar impensable, las Seychelles cuando comenzaba su fama en el turismo mundial. Salvó a su isla del desarrollo turístico y creó un ecosistema equilibrado que hoy es parte de la Reserva Marina de Sainte Anne, y Parque Nacional.
Brendon Grimshaw editaba un periódico en los años cincuenta. Cuando Tanzania había obtenido su independencia del Reino Unido se intuía el mismo desenlace para Kenia, y en ese caso era muy probable que él perdiese su puesto de trabajo en favor de un profesional local.
Tal vez consiguió la isla por 10.000 dólares porque el fantasma de la excéntrica británica Mary Best, que vivió en ella, pesaba en el aire desde su muerte en 1910
Grimshaw tenía 40 años y decidió que tenía que dar un giro absoluto en su vida, y acercarse al campo y la naturaleza. Con la excusa de unas vacaciones, Grimshaw viajó a las Seychelles para tantear si había alguna forma de que su sueño se hiciera realidad. Pasaron unas semanas, y descubrió que, incluso a principios de los sesenta, los precios de las pocas islas en venta no eran para cualquier bolsillo.
El día antes de regresar a Kenia, charlando con un chico en la calle éste le preguntó si estaba interesado en comprar una isla. Y ese mismo día visitaron Moyenne, de poco más de 500×400 metros de tamaño a 5 kilómetros de Mahé. “Este es el lugar que había estado buscando”. Y por 10.000 dólares, Moyenne fue suya.
Salvar la isla de la promoción turística
Moyenne –Mediana en francés-, con playas de postal y con toda la pesca que pudiese necesitar, era el lugar perfecto para esa nueva etapa de su vida. Y se trasladó a vivir en él desde el inicio de su proyecto para hacer del islote un espacio natural virgen, protegido del ansia creciente de las constructoras por encontrar nuevos espacios para resorts de playa.
Moyenne tenía un bosque tropical tan denso que, como decía un reportaje de la BBC “los cocos que caían no tocaban el suelo, quedaban retenidos por las ramas del bosque”. Y era imposible cruzarla a pie porque la maleza, tras décadas de abandono, ahogaba a las plantas autóctonas.
La ayuda del hijo de un pescador
Grimshaw convenció al hijo de un pescador de Mahé, René Lafortune, para compartir el proyecto de Moyenne como un plan de vida. El plan era hacer retornar a la isla a su aspecto ancestral. Abrieron caminos, limpiaron el bosque, arrancaron plantas exóticas y plantaron árboles autóctonos. Más de 16.000. Y cada día hubo menos ratas, que era la única especie mamífera, invasiva, cuando llegaron.
El desafío de atraer fauna
Esa falta de fauna autóctona comenzó por promover la llegada de pájaros. Un día capturaron diez en la isla de Cerf, pero se fueron volando. Repitió la operación, y aunque se volvieron a marchar, un día empezaron a ver algunos llegar de forma natural. Y rápidamente comprendieron que había que facilitarles el alimento si querían que se estableciesen. Con plantas autóctonas y sus frutos, lo lograron. Palmeras, papayas, mangos, caobas y otros árboles que han ido fijando a muchas especies de aves, nidificantes y migratorias.
Pero el éxito más llamativo fue la reintroducción de la tortuga gigante, autóctona en las Seychelles. Sigue estando en peligro de extinción, pero que tiene ya más de 50 sólo en la isla de Grimshaw.
Un legado natural y para la meditación
René falleció en 2007, y dos años después Brendon Grimshaw firmó un acuerdo con el Gobierno de las Seychelles para incluír a Moyenne en la zona protegida de Sainte Anne Marine Park. Así la isla adquirió el rango de Parque Nacional de Isla Moyenne, sin duda el más pequeño del mundo. Pequeño pero con una envidiable densidad de vida autóctona.
Como imaginarás, Grimshaw recibió antes ofertas millonarias de particulares y constructoras para comprar la isla, pero él siempre las rechazó, porque su vida no era otra que mejorar el ecosistema. Brendon Grimshaw murió en 2012, y su testamento recoge su voluntad de mantener a Moyenne como lugar de paz y oración, y abierto a los visitantes de Seychelles.
Edición Be OnLoop con info de BBC y otras fuentes