LA SANDÍA, con pepitas

No desprecies las pepitas, son ricas en nutrientes importantes

Hemos sabido de las propiedades de las pepitas de la sandía y queremos compartirlo contigo. Conclusión: no es inteligente comprar la variedad modificada de esta fruta tan nuestra, que carece de semillas y además es más cara.

Al menos, si compras la sandía de siempre, con pepitas, pero las quitas antes de servirla en la mesa, no las tires, porque son útiles para muchas cosas. De hecho vamos a preparar un artículo sobre recetas con pepitas de la sandía aprovechadas de varias maneras.

Cómelas incluso como frutos secos

Porque las semillas de sandía son buenas para nuestra salud, ricas en nutrientes, así que guárdalas, porque no son un residuo alimentario, la sandía o las semillas de sandía son en realidad ricas en nutrientes y propiedades beneficiosas para la salud general de nuestro organismo. Incluso puedes comerlas como quien mastica frutos secos, para no quedarte sin todas sus propiedades nutricionales.

Sandia, siempre con pepitas, rechaza la fruta modificada / PEXELS – Karolina Grabowska

Fibra, antioxidantes y proteínas

Las semillas de sandía son verdaderos suplementos, muy ricas en fibra, antioxidantes y proteínas. Un gramo de semillas contiene unos 35 g de proteínas. Esta ingesta de proteínas también puede reducir el impacto glucémico de la propia fruta, lo que es perfecto para quienes sufren de hiperglucemia, diabetes o resistencia a la insulina.

Grasas positivas

Las semillas de sandía son una buena fuente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados: 0,3 y 1,1 gramos, respectivamente. Según la Asociación Americana del Corazón, estas grasas te protegen contra los ataques cardíacos y los derrames cerebrales, además de reducir los niveles de colesterol “malo” en la sangre. Controlan los niveles de colesterol en sangre, el riesgo cardiovascular y la sobreactivación del sistema inmunitario. Así que son buena cosa para quienes padecen alergias, asma o autoinmunidad.

Las semillas de sandía son una perfecta fuente de vitaminas del grupo B, que ofrecen numerosos beneficios para el hígado, y de minerales como el zinc, el magnesio, el manganeso, el fósforo, el potasio y el cobre.

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Ricas en magnesio

Una porción de 4 gramos supone 21 mg de magnesio. El magnesio es esencial para muchas funciones metabólicas del cuerpo. Es necesario para mantener la función nerviosa y muscular, así como un sistema inmune, cardíaco y óseo.

Además, las semillas son ricas en hierro, que puede absorberse fácilmente si se comen junto con la pulpa, que a su vez es rica en vitamina C. Y es que como dicen los franceses, la Naturaleza está bien hecha.

Edición BE OnLoop con información de Deborah Mazzone y Andy Cabrera

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