LA SELVA DE DAINTREE retorna a los aborígenes
Es el bosque tropical más antiguo del planeta
Los defensores de los ecosistemas en manos de sus habitantes originales estamos de enhorabuena: Daintree, la selva tropical más antigua del planeta y uno de las mayores atractivos naturales y culturales de Australia, vuelve a manos de los aborígenes, que velarán por su buena salud. El pueblo Kuku Yalanji gestionará este parque nacional junto con el Gobierno del Estado de Queensland… que quiso deforestarlo en 1988.
La Unesco declaró a la selva de Daintree Patrimonio de la Humanidad en 1988, cuando el Gobierno de Queensland había aprobado un plan de deforestación. Y ese gesto de la Unesco provocó la interrupción de los planes de explotación del territorio. Ahora, el acuerdo, firmado tras cinco años de negociaciones, sienta un importante precedente e incluye otros lugares. Como Cedar Bay, Black Mountain y Hope Islands, para una superficie total de 160.000 hectáreas.
Al pueblo Kuku Yalanji
En un comunicado emitido por el Ministerio de Medio Ambiente, el Gobierno reconoce «el derecho del pueblo Kuku Yalanji oriental a poseer su tierra. Y a proteger su cultura, que es una de las más longevas del mundo, y a compartirla con los visitantes, controlando así el sector turístico».
3500 especies en una misma selva
La biodiversidad que alberga la selva de Daintree es impresionante: tres mil especies de plantas, 107 de mamíferos, 368 de aves y 113 de reptiles. Además, hablamos del mayor territorio de selva tropical que ha logrado sobrevivir en Australia, y conserva los únicos restos de la vegetación de Gondwana, el continente que a principios de la era paleozoica incluía el actual hemisferio sur: desde Sudamérica hasta África, desde Australia hasta la India, y hasta la Antártida.
La selva Daintree, para quien vive de ella
La consultora Chrissy Grant, mediadora en las gestiones, declaraba a la edición australiana de The Guardian: «La gente siempre ha vivido dentro del bosque. Esto representa algo único en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco». Con la definitiva cesión del territorio a los aborígenes que han sido sus moradores históricos se garantiza que sus increíbles ecosistemas permanecerán cuidados al máximo por quienes tienen el mayor interés en protegerlo.
Redacción BE OnLoop