
LASAÑA DE CALABAZA y espinaca, una alternativa sorprendente
Una receta sin pasta, fácil de preparar y perfecta para una alimentación saludable
¿Te apetece disfrutar de una lasaña deliciosa, ligera y sin harinas refinadas? Esta receta de lasaña de calabaza y espinacas sin pasta te va a encantar. Es perfecta para quienes quieren comer rico sin renunciar a una alimentación equilibrada. Además, la calabaza aporta una textura jugosa y un sabor que te sorprenderá desde el primer bocado. En este artículo te explico paso a paso cómo preparar esta maravilla, con todos los trucos para que te quede perfecta.
¿Por qué te encantará esta receta?
- Es una alternativa más ligera y digestiva que la lasaña tradicional.
- Está elaborada con ingredientes frescos y naturales.
- Es perfecta para personas con intolerancia al gluten o que siguen una dieta baja en carbohidratos.
- Su sabor suave y cremoso la convierte en un plato ideal para toda la familia.

Ingredientes para la lasaña de calabaza y espinacas sin pasta
Para la lasaña
- 1 calabaza grande (tipo butternut o cacahuete)
- 500 g de espinacas frescas
- 250 g de queso ricotta
- 150 g de queso mozzarella rallado
- 50 g de queso parmesano rallado
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Nuez moscada (opcional, pero le da un toque espectacular)
Material necesario
- Mandolina o cuchillo bien afilado
- Sartén grande
- Fuente para horno
Paso a paso para preparar la lasaña de calabaza y espinacas
Paso 1: Preparar las láminas de calabaza
- Pela la calabaza y córtala en láminas finas de aproximadamente 3-4 mm de grosor. Si tienes mandolina, te facilitará el trabajo y te quedarán uniformes.
- Coloca las láminas en una bandeja para horno, riégalas con un chorrito de aceite de oliva y espolvorea sal.
- Hornea a 180ºC durante 10 minutos para que se ablanden ligeramente. Esto facilitará el montaje de la lasaña y garantizará una cocción uniforme.
Truco: Si te gusta la calabaza con un toque más sabroso, añade una pizca de nuez moscada antes de hornearla.
Paso 2: Preparar el relleno de espinacas y ricotta
- En una sartén grande, añade un chorrito de aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio.
- Incorpora los ajos picados y sofríelos durante 1-2 minutos hasta que desprendan un aroma delicioso.
- Añade las espinacas frescas y remueve constantemente hasta que reduzcan su volumen.
- Retira la sartén del fuego y añade el queso ricotta. Salpimenta al gusto y, si te apetece, agrega una pizca de nuez moscada para darle un toque especial.
Paso 3: Montaje de la lasaña
- En la base de una fuente para horno, coloca una capa de láminas de calabaza.
- Cubre con el relleno de espinacas y ricotta, extendiéndolo bien para que quede uniforme.
- Espolvorea una capa de queso mozzarella rallado para dar cremosidad.
- Repite el proceso alternando capas de calabaza y mezcla de espinacas hasta que termines los ingredientes.
- Finaliza con una capa de calabaza y espolvorea el queso parmesano para que quede bien dorado al hornear.
Consejo: El parmesano gratinado le dará un toque crujiente irresistible.

Paso 4: Horneado
- Precalienta el horno a 200ºC.
- Introduce la fuente con la lasaña y hornea durante 20-25 minutos o hasta que el queso esté bien dorado y burbujeante.
- Para un acabado más crujiente, activa el modo gratinado durante los últimos 5 minutos de cocción.
Paso 5: Presentación y acompañamientos
Sirve la lasaña bien caliente, decorada con perejil o albahaca fresca para darle un toque de color y aroma. Puedes acompañarla con:
- Una ensalada fresca con tomate cherry y rúcula para un contraste ligero.
- Salsa de tomate casera para potenciar los sabores mediterráneos.
- Pan de ajo si quieres darle un toque extra de crujiente.
Beneficios nutricionales de la calabaza
Esta lasaña no solo es deliciosa, sino que también es una opción muy saludable gracias a los nutrientes que aporta la calabaza:
- Baja en calorías: Ideal para quienes buscan controlar su peso sin renunciar al sabor.
- Rica en fibra: Facilita la digestión y proporciona sensación de saciedad durante más tiempo.
- Llena de antioxidantes: Su contenido en betacarotenos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
- Aporte vitamínico completo: La vitamina A, C y E que contiene favorecen la salud ocular, fortalecen las defensas y cuidan la piel.
- Propiedades diuréticas: Gracias a su alto contenido en agua, ayuda a eliminar toxinas del organismo.
Sustituir las láminas de pasta por calabaza convierte esta receta en una alternativa sin gluten, baja en carbohidratos y perfecta para una alimentación equilibrada. ¡Lo tiene todo!

Consejos finales para que tu lasaña de calabaza quede perfecta
Elige una calabaza firme y alargada: Esto te permitirá obtener láminas más uniformes y resistentes para el montaje.
- Controla bien la sal: La calabaza es naturalmente dulce, así que es importante equilibrar los condimentos.
- Versión vegana: Sustituye los quesos por alternativas vegetales y añade tofu triturado a las espinacas para un extra de proteínas.
Esta lasaña de calabaza y espinacas sin pasta es una alternativa sana, deliciosa y sorprendente que te conquistará desde el primer bocado. Al prepararla con ingredientes frescos y naturales, estarás apostando por una cocina más consciente y sostenible. ¿Te animas a probarla? No olvides compartir tu experiencia y tus propias variaciones para inspirar a otros a disfrutar de esta receta tan especial.
Y si te ha gustado esta propuesta, te invitamos a descubrir muchas más ideas deliciosas y saludables en nuestra sección BEchef, donde encontrarás recetas creativas. ¡No te lo pierdas!