LAVANDA: todo lo que necesitas saber

Desde siempre, la lavanda ha sido apreciada no solo por su belleza como planta ornamental sino también por su capacidad para producir esencias con fines aromáticos y culinarios. También su aceite esencial es muy valorado y se emplea sobre todo en la fabricación de artículos de higiene personal y fragancias. Otros usos muy extendidos son usarla para ungüentos, ocultar olores no deseados, inducir el sueño o como repelente para mosquitos. La ficha de hoy se centra en una de mis favoritas: la lavanda.

En mi búsqueda constante de conectar más profundamente con la tierra y sus regalos, he encontrado en las plantas una fuente inagotable de aprendizaje y bienestar. Como parte de mi viaje hacia un estilo de vida más sostenible y en armonía con la naturaleza, he decidido compilar fichas prácticas sobre las diversas plantas que me rodean, aquellas que cultivo en mi pequeño pero fructífero jardín en las afueras de Alicante. Hoy, quiero compartir contigo una ficha muy especial: la de la lavanda.

Importante: Esta ficha ofrece información sobre las propiedades y usos de la lavanda, pero no debe interpretarse como asesoramiento médico. Es un enfoque desde la perspectiva de una amante de la permacultura y la vida sostenible, explorando sus múltiples aplicaciones prácticas.

Los 4 secretos de la lavanda que todo el mundo debe saber:

Siguiendo el hilo de la ficha práctica de la lavanda, me gustaría compartir contigo un complemento muy especial que viene directamente de las enseñanzas de mi abuela Doni, allí en Bulgaria. Desde pequeña, mi abuela me enseñó que algunas plantas guardan secretos que, si bien son conocidos por algunos, merecen ser compartidos con el mundo.

La lavanda, con su aroma espectacular y sus múltiples usos, no es la excepción. Ella solía decirme que la lavanda tenía “4 secretos” que todo jardinero y amante de la naturaleza debería conocer. Hoy, quiero revelar esos secretos, que tanto me fascinaban cuando eran pequeña y de echo aún hoy siguen fascinándome.

Secreto número 1: La guardiana del huerto

Plantar lavanda en los bordes del huerto no es solo una cuestión de estética; es una estrategia inteligente de permacultura. La lavanda atrae a las abejas y otros polinizadores, actuando como un manjar para ellos. Este simple gesto ayuda a asegurar la polinización de nuestras hortalizas y frutas, mejorando la biodiversidad y la producción del huerto. Mi abuela solía decir que un huerto sin lavanda es como un jardín sin alma, y no puedo estar más de acuerdo con ella.

Secreto número 2: El ambientador natural

Desde tiempos inmemoriales, nuestras abuelas han utilizado la lavanda como un medio para mantener frescos los armarios y cajones. Colgar una ramita de lavanda entre la ropa no solo perfuma delicadamente sino que también actúa como un repelente natural contra las polillas. Este truco sencillo pero efectivo asegura que nuestra ropa se mantenga libre de esos indeseados visitantes, a la vez que nos envuelve en una fragancia calmante.

Secreto número 3: El sueño reparador

El tercer secreto toca algo esencial: el descanso. Si has notado que últimamente no duermes bien, introducir lavanda en tu almohada puede ser la solución. Rellenar una almohada o incluso colocar un pequeño saquito de flores de lavanda bajo ella invita a una noche de sueño profundo y reparador. El aroma y el efecto relajante de la lavanda trabajan juntos para mejorar la calidad de nuestro descanso, un remedio natural que mi abuela siempre recomendaba.

Secreto número 4: Un aliado contra los insectos

La lavanda es un poderoso aliado en nuestra lucha diaria contra mosquitos y otros insectos. Restregar lavanda natural en brazos y piernas no solo nos protege de las picaduras, sino que también nos deja envueltos en su aroma único. Este truco, simple y completamente natural, es especialmente útil en las cálidas noches de verano cuando los insectos son más persistentes. Y lo tengo más que comprobado, ya que en el pueblo de mi abuela cuando era niña pasábamos horas corriendo por el campo y al volver estábamos llenos de picaduras. Todas las noches acababa oliendo a lavanda por los restriegues que me daba mi abuela.

Estos 4 secretos de la lavanda son testimonio del vínculo profundo que podemos desarrollar con la naturaleza, entendiendo y aprovechando sus dones de manera sostenible y respetuosa. Mi abuela me enseñó que compartir este conocimiento es una forma de honrar ese vínculo, y espero que estos secretos no solo enriquezcan tu jardín sino también tu vida.

¿Conocías las propiedades de la lavanda? Si quieres aprender más trucos para tus plantas no te pierdas nuestra sección BEgreen y haz de tu huerto o jardín un paraíso natural.

Artículo escrito por Daniela Grancharova