LOS VUELOS ELÉCTRICOS europeos que planea Países Bajos

La aviación eléctrica amplía su capacidad al ritmo de las baterías

Electric Flying Connection es un ambicioso proyecto que desde Países Bajos reúne a un pool muy diverso de empresas para lograr el sueño de sustituir con vuelos de motor eléctrico las conexiones entre ciudades europeas a menos de 400 km entre sí.

Y ¿cómo Electric Flying Connection cambiará las cosas en la aviación intracontinental? Los directivos del proyecto quieren aprovechar un montón de nuevas tecnologías ya disponibles. Desde la tecnología sin contacto y la biometría hasta la planificación de los aeropuertos, el diseño de los aviones, las soluciones digitales y la energía eléctrica se están haciendo cada vez más presentes en la aviación.

Vídeo promocional del proyecto Electric Flying Connection, de Países Bajos

El cambio viene impulsado no sólo porque es necesario tener unas operaciones aeroportuarias más sostenibles para acercarse a los objetivos mundiales de descarbonización, sino también por el potencial objetivo de abaratar los viajes y mejorar la experiencia del pasajero al mismo tiempo.

En el Festival Mundial de la Aviación de 2022, Tom Mockett, Director de Estrategia de Aviación de NACO (compañía de Royal Haskoning DHV), habló sobre el futuro del vuelo eléctrico. Y la empresa ha dibujado un interesante calendario de lo que puede ser la aviación electrificada hasta 2040, en sus dos vertientes de híbrida y cien por cien eléctrica. Un calendario marcado por la evolución de la densidad de las baterías, que es hoy una de las más vibrantes carreras tecnológicas.

Calendario ideal del avance de la aviación híbrida eléctrica y 100% eléctrica, según NACO

Las observaciones de Mockett nos sirven de hilo conductor.

¿Por qué los vuelos eléctricos son importantes para los aeropuertos?

La sostenibilidad es un factor director. Hoy, el sector de la aviación es responsable del 3% de las emisiones mundiales de carbono. Para 2050 se espera que esa cuota suba hasta situarse muy por encima del 20%, lo que supone un salto preocupante.

De ese 3% de emisiones, el 94% procede de las aerolíneas, por lo que los vuelos eléctricos, los SAF (Combustibles Aéreos Sostenibles) y el hidrógeno representan un conjunto de alternativas positivas que cambiarán el escenario y en el que las aerolíneas quieren seguir trabajando en las próximas décadas.

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La aviación 100% eléctrica, hasta 2026, estará limitada a unos 9 pasajeros y distancias de 800 km / EFC

Al mismo tiempo, en los últimos años se han multiplicado los casos de «flight shaming», esa vergüenza a reconocer que se utiliza el avión por considerarse un modelo contaminante insostenible. Y a escala nacional, los gobiernos toman medidas para poder responder a sus objetivos de sostenibilidad y emisiones.

En Francia, por ejemplo, ya se han prohibido los vuelos nacionales de menos de 250 kilómetros, algo que por el momento sólo borra del mapa aéreo a los trayectos entre Paris y Lyon, sobradamente cubiertos por TGV.

¿Cuándo serán una realidad los vuelos eléctricos?

Ya tenemos vuelos de corta distancia cien por cien eléctricos. Son utilizados para viajes privados hasta tres pasajeros, y reducen mucho las emisiones. Esto es emocionante -afirma Mockett- y el progreso es rápido, así que para 2026 podríamos ver aviones con capacidad para 19 pasajeros recorriendo distancias de unos 500 km.

A corto plazo, prevemos que los vuelos eléctricos se van a utilizar en mercados más pequeños. Los vuelos entre islas próximas, o dentro de una misma isla son un buen ejemplo, donde se requiere un tráfico fiable de pocos pasajeros en distancias cortas. Y si bien la aviación eléctrica ya es una realidad, aún no ha llegado el momento de comercializarla.

¿Qué impide hoy comercializar los vuelos eléctricos?

El principal obstáculo actual, en términos de ampliación y comercialización, es de tipo tecnológico y operativo, ya que la densidad y la capacidad de las baterías son limitadas. El peso de un avión, la capacidad de pasajeros y la autonomía de los vuelos requieren baterías que proporcionen suficiente energía manteniendo un tamaño relativamente pequeño. La gran cantidad de energía que se necesita para cargar el avión a gran velocidad también es un reto.

Cuando la capacidad de las baterías aumente hará posible que aviones más grandes lleguen más lejos.

¿Qué mejoras necesitan los aeropuertos para ofrecer vuelos eléctricos?

Las limitaciones actuales de la tecnología aeronáutica, por su corto alcance y poca capacidad, hacen que los vuelos eléctricos se consideren ahora mismo un nicho de mercado muy escueto. Así que hay que empezar por una estrategia de implantación y usabilidad. La cooperación entre las partes interesadas creará socios relevantes y un ecosistema de la aviación eléctrica.

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Mapa de los vuelos eléctricos posibles desde Países Bajos en el medio plazo / ELECTRIC FLYING CONNECTION

Después están la tecnología y la implantación: es fundamental conocer la infraestructura, los requisitos potenciales y las inversiones necesarias. Aumentar el suministro de energía con infraestructuras de carga y fuentes de energía verde son los dos aspectos más desafiantes y cruciales para los aeropuertos en lo que respecta a los vuelos eléctricos. Adoptar un enfoque integrado sentará las mejores bases para que los aeropuertos prosperen en el futuro mercado eléctrico o híbrido-eléctrico.

Mostrar a los pasajeros las ventajas de la aviación eléctrica, en seguridad y viabilidad, aumentará el convencimiento de que la aviación eléctrica puede reducir el impacto ambiental y ofrecer al mismo tiempo una experiencia de viaje estupenda.

Redacción BE OnLoop sobre informaciones de Electric Flying Connection y NACO

Y una cuestión ¿cultural?: ¿cómo convencer a los pasajeros para tomar un vuelo eléctrico?
Hay que convencer a los pasajeros. Los pasajeros son cada vez más conscientes de su impacto sobre el clima y, en particular, sobre el impacto de volar. Pero la gente sigue queriendo viajar por todo el mundo, así que seguro que habrá una fuerte demanda de soluciones alternativas, no contaminantes.La industria automovilística se ha enfrentado al mismo problema de cambio de combustibles, pero va superando esos retos. Esa experiencia conocida ayudará a superar los cuellos de botella en el sector de la aviación para acelerar el ritmo del cambio.

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