
MAR MUERTO: vida extrema en el lugar más salado del planeta
Microorganismos, plantas resistentes y fenómenos naturales que desafían la lógica en este rincón único entre Israel y Jordania
El Mar Muerto es un lugar donde la naturaleza ha llevado sus límites al extremo. Ubicado en la depresión más profunda de la Tierra, entre Israel y Jordania, su alta salinidad impide que cualquier bañista se hunda. Este fenómeno lo ha convertido en un destino turístico muy popular, pero su verdadero valor va mucho más allá de la experiencia de flotar. En este artículo exploramos un ecosistema hipersalino que, a pesar de su nombre, alberga vida, biodiversidad y curiosidades que lo hacen único en el mundo.

¿Por qué el Mar Muerto es tan salado?
A diferencia de los océanos, el Mar Muerto es un lago sin salida natural al mar. Solo recibe agua del río Jordán y algunos arroyos, pero debido al clima árido y las temperaturas extremas, la evaporación es mucho mayor que la entrada de agua. Esta acumulación constante de sales y minerales ha hecho que su concentración salina supere los 340 g/l, casi diez veces más que el agua marina promedio.
Este entorno extremo no permite la vida acuática convencional: no hay peces, moluscos ni corales. Pero eso no significa que esté del todo deshabitado.
Vida microscópica: cuando menos lo esperas, aparece
Pese a su hostilidad aparente, el Mar Muerto alberga formas de vida adaptadas a lo imposible. Los organismos halófilos (literalmente «amantes de la sal») como las arqueas, ciertas bacterias y algas del tipo Dunaliella salina prosperan en sus aguas. Estas especies han desarrollado mecanismos moleculares para sobrevivir a la presión osmótica y la escasez de nutrientes.
Durante episodios de lluvias intensas, el equilibrio del agua cambia y aparecen floraciones de algas que tiñen el mar de tonos anaranjados o rojizos. Son momentos breves, pero evidencian que la vida se abre camino incluso en condiciones extremas.
Investigaciones recientes también han documentado la presencia de hongos y levaduras halotolerantes, lo que ha despertado el interés de la comunidad científica, sobre todo en los campos de la biotecnología y la astrobiología.
Plantas saladas: vida que brota desde la orilla
Aunque las aguas del Mar Muerto son estériles para la flora marina, sus orillas albergan un ecosistema resistente. Aquí crecen plantas halófitas, capaces de sobrevivir en suelos con altas concentraciones de sal. Dos ejemplos comunes en la zona son:
- Salicornia: una planta comestible y suculenta que retiene agua en sus tejidos y tolera condiciones salobres extremas.
- Tamarix: un arbusto robusto que ayuda a estabilizar suelos erosionados y crea hábitats para aves migratorias.
Estas especies no solo embellecen el paisaje desértico, también cumplen una función ecológica fundamental, demostrando que la biodiversidad puede persistir incluso en ambientes extremos.
Curiosidades que hacen del Mar Muerto un lugar único
Más allá de su singular composición química, el Mar Muerto es un enclave repleto de fenómenos naturales y detalles históricos que lo convierten en un destino sin igual en el planeta.
La altitud más baja del mundo
Ubicado a más de 430 metros bajo el nivel del mar, el Mar Muerto ostenta el récord de ser el punto más bajo de la superficie terrestre no cubierta por hielo. Esta característica influye en su clima, presión atmosférica y niveles de radiación solar, factores que han dado lugar a tratamientos terapéuticos únicos en la región.
Lodo con propiedades medicinales
Desde el Antiguo Egipto, se ha documentado el uso del barro negro del Mar Muerto con fines curativos. Rico en minerales como magnesio, potasio y silicio, se emplea actualmente en balnearios y clínicas para aliviar afecciones cutáneas como la psoriasis, el acné o la artritis. Muchos turistas acuden exclusivamente a cubrirse de este lodo con la esperanza de mejorar su piel o aliviar dolencias articulares.
El mar muerto no se puede navegar
La densidad del agua es tan alta que hace casi imposible el uso de embarcaciones convencionales. Las hélices y motores se corroen con rapidez debido a la elevada concentración de sal. Por eso, los únicos medios flotantes que se permiten son pequeños barcos sin motor, flotadores o tablas de uso recreativo.
Esculturas submarinas naturales
En ausencia de vida marina como corales o algas, el Mar Muerto ofrece un espectáculo visual diferente: formaciones salinas que se cristalizan de forma natural. Estas estructuras se adhieren a piedras, ramas sumergidas e incluso a objetos olvidados, creando formas que recuerdan a esculturas abstractas, de belleza impactante y frágil.

Un escenario cargado de historia y espiritualidad
El Mar Muerto no solo es un fenómeno natural, también es un símbolo cultural y religioso. Aparece mencionado en numerosos textos bíblicos, incluido el Antiguo Testamento. A pocos kilómetros de su orilla se encuentran las ruinas de Qumrán, donde fueron hallados los célebres manuscritos del Mar Muerto, considerados uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX. Además, se han identificado antiguas rutas comerciales y vestigios de asentamientos humanos que atestiguan su importancia histórica.
El aire más denso y puro
Gracias a su altitud negativa, el aire en la zona es más denso, contiene un 5% más de oxígeno que a nivel del mar, y está filtrado por una capa atmosférica más gruesa. Esto ha favorecido el desarrollo de centros de recuperación respiratoria, ya que las personas con asma u otras afecciones pulmonares encuentran alivio en este ambiente.
Una de las aguas más ricas en minerales del planeta
Además de su contenido en sal común (cloruro de sodio), el Mar Muerto tiene una composición muy particular que lo diferencia de otros mares salados: sus aguas están saturadas de bromuro, potasio, calcio y magnesio, elementos que no solo explican su uso cosmético, sino que también han generado interés industrial en la región.
Una maravilla natural en peligro de desaparecer
El Mar Muerto pierde más de un metro de nivel cada año. Esto se debe al desvío del río Jordán, la sobreexplotación industrial de sus minerales y la falta de políticas de conservación efectivas. Como consecuencia, han aparecido miles de dolinas, enormes hundimientos que amenazan infraestructuras y el turismo local.
Uno de los proyectos más ambiciosos para salvarlo es el canal Rojo-Mar Muerto, que busca trasvasar agua desde el mar Rojo. Pero esta propuesta genera dudas entre expertos por su posible impacto ambiental.
Preservar este ecosistema no es solo una cuestión de interés regional: es un símbolo de equilibrio, resiliencia y aprendizaje para el mundo entero.

El Mar Muerto nos recuerda que, incluso en las condiciones más extremas, la vida encuentra formas de adaptarse, resistir y florecer. Desde microorganismos invisibles hasta paisajes que parecen de otro planeta, este lugar encierra lecciones esenciales sobre biodiversidad, ciencia y sostenibilidad.
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