MARIONETAS en Salzburgo
El Teatro de Marionetas es Patrimonio de la Humanidad desde 2016
Salzburgo es una de las ciudades más visitadas de Europa, y queremos que descubras un rincón mágico en el centro de la ciudad: el Teatro de Marionetas que creó en 1913 Anton Aicher, abuelo de Gretl -en la foto-, una institución de la ciudad de Mozart declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Para niños y para adultos.
Hace más de cien años que Anton Aicher alquiló el gimnasio del seminario Borromeo, que se convirtió en el escenario para la representación de las marionetas que él creó. Allí estuvieron casi cincuenta años, cuando Anton cedió la dirección del teatro a su hijo Hermann. Y en 1975 se mudaron a la actual sede, bajo la dirección de la hija de Hermann, Gretl.
Óperas y cuentos de leyenda
Durante un siglo, se han representado muchas obras musicales y teatrales de artistas como Mozart, Rossini o Shakespeare. Y no sólo en su teatro propio, ya que la compañía ha tenido giras internacionales por Europa y América. Con obras como Sonrisas y lágimas, Pedro y el Lobo o Hansel y Gretel. Y entre las óperas, El Barbero de Sevilla, Don Giovanni o El Cascanueces.
Los ojos de las marionetas siempre te miran
En nuestra cita con Gretl -seguro que si hubiese sido chico se habría llamado Hansel- visitamos la tramoya del teatro y, sobre todo, la sala del sótano que almacena en perchas a todos los personajes de cada obra. Uno jura que jamás pasaría una noche solo en ese lugar. Porque los ojos de la marioneta siempre te miran, te pongas donde te pongas. Y aunque te mire Blancanieves se te pone el pelo de gallina si te encuentras sólo, haciendo fotos entre tantas miradas.
2013 fue el año del centenario del teatro de marionetas más famoso de la historia y se celebró con exposiciones fotográficas sobre la evolución del teatro, y representaciones especiales, que rescataron por ejemplo a las marionetas más antiguas de Blancanieves. Gretl no pudo disfrutarlo, se fue apenas unos meses antes, pero nos dejó todo lo necesario para que sigamos pasándolo muy bien con sus personajes.
Pablo Ramón