MARTIN MOLIN y su máquina musical que funciona con canicas
El artista sueco fabrica a mano un instrumento musical extraordinario
Vas a alucinar con la creatividad infinita de Martin Molin, miembro del grupo musical Wintergatan, que hace una demostración de su «Marble Machine». Una complejísima máquina musical que él construyó en madera y que funciona con 2.000 canicas de acero.
Las canicas se acumulan en un cargador con la fuerza impulsora de un conjunto de engranajes y manivelas. Al liberar los distintos canalillos -porque aquí todo es pura gravedad- las canicas van cayendo por tubos hacia placas metálicas que como en un xilófono dan las diferentes notas del pentagrama y al ritmo que Martin regula con la manivela principal. Mitad música, mitad ingeniería industrial.
Como un xilófono con batería y ritmo
Eso no es todo, porque también algunas cubren los sonidos de percusión al golpear sobre una superficie sintética, como sonaría una caja de batería, y lleva integrada una guitarra eléctrica. Y Martin juega con la manivela principal marcando el ritmo a partir de y las palancas para convertirse en director de orquesta.
Una locura de proceso creativo
Tubos, engranajes, canales de madera o embudos, no podemos imaginar cómo fue el avance creativo de Martin, pieza a pieza hasta conseguir lo que nos muestran estos vídeos alucinantes.
Su banda, Wintergatan
Wintergatan es la banda de Martin Molin y tres amigos, formada en Gotemburgo (Suecia). Se centran en la música folktrónica y minimal.
La banda utiliza una variedad de instrumentos poco habituales que incluyen el Theremin, una máquina de escribir para la percusión, un sintetizador modular construido por Martin para producir un sonido semejante al de un violín llamado Modulín, y una caja de música que funciona con tarjetas perforadas, también hecha a mano por los chicos de Wintergatan. Lanzaron su primer single en 2012 y su primer álbum un año después.
Martin: has puesto el listón muy alto.
Redacción BE OnLoop