
MELISA: Todo lo que necesitas saber
Cultivar tus propias aromáticas es un gesto sencillo que conecta tu cocina con la naturaleza de forma consciente
En mi jardín, entre las hierbas que acarician el aire con su aroma y su historia, la melisa (Melissa officinalis) ocupa un rincón especial. La descubrí hace años, y desde entonces, esta planta de hojas verdes y perfume a limón me acompaña como aliada fiel en mi botiquín natural y en mi cocina. Hoy te traigo su ficha completa: usos, cuidados, curiosidades y consejos prácticos para que tú también la integres en tu vida rural o urbana.
Importante: Esta ficha ofrece información sobre las propiedades y usos de la melisa, pero no debe interpretarse como asesoramiento médico. Es un enfoque desde la perspectiva de una amante de la permacultura y la vida sostenible, explorando sus múltiples aplicaciones prácticas.

Melisa: la ficha de Daniela
Usos:
- En la cocina: ensaladas, bebidas, postres, salsas, macedonias
- Infusión
Propiedades de la melisa:
- Generales: reduce el estrés, mejora la memoria, mejora el sueño
- Específicos: alivia las gases, alivia el dolor de la cabeza, repelente de insectos
- Para el huerto: atrae polinizadores y repele insectos
- Ricas en: ácidos fenólicos, flavonoides, aceites esenciales, potasio, fosforo
La planta de la melisa:
- Luz: prefiere semi-sombra
- Suelo: bien drenados y ricos en materia orgánica
- Plantación:
- Riego: riego habitual pero sin encharcamiento
- Propagación: por semillas o esquejes. Planta las semillas en semillero, coloca las sobre la superficie del sustrato y cúbrelas ligeramente. Necesitan luz para germinar. Trasplántalas en su lugar definitivo cuando las plántulas tengan 2-3 hojas verdaderas y midan unos 10cm.
- Recolección: recolectar las hojas antes de la floración
Preparación de la melisa según su uso:
- En la cocina: usar las hojas frescas
- Infusión: usar las hojas secas. Usar 1 cucharada de hojas por taza de agua. Lleva el agua a ebullición. Una vez hervida apaga el fuego y añade las hojas. Dejar reposar unos 5-7 minutos y tomar.
A tener en cuenta:
- Precauciones: no se recomienda su uso en el embarazo y la lactancia. Evitar el uso prolongado.
Combinación con otras especies:
Sugerencias: menta, manzanilla, tila, pasiflora, hierbabuena
Azúcar cítrico con melisa: el truco aromático que transformó mi repostería casera
Te cuento un pequeño secreto que aprendí una tarde de verano mientras podaba las aromáticas: el azúcar se puede convertir en una joya sensorial solo con unas hojas frescas de melisa. Sí, esa misma melisa que crece alegre entre la lavanda y la menta, la que calma el alma y acaricia el estómago después de un día intenso.
Lo que quizás no sabías es que sus hojas, además de tener propiedades digestivas y relajantes, tienen un aroma suave a limón tan delicado que puede perfumar ingredientes básicos de cocina… sin necesidad de aditivos, ni químicos, ni etiquetas raras.
¿Cómo preparar azúcar aromático con melisa?
Este truco lo uso siempre que quiero dar un toque natural y elegante a mis postres. Solo necesitas:
Ingredientes
- Unas cuantas hojas de melisa fresca (bien lavadas y secas)
- Azúcar (de preferencia ecológica)
- Un tarro de vidrio con tapa hermética
Pasos sencillos
- Coloca las hojas de melisa entre capas de azúcar dentro del tarro.
- Cierra bien y deja reposar en un lugar fresco durante 3 a 5 días.
- Al cabo de ese tiempo, el azúcar habrá absorbido todo el aroma cítrico de la planta.
Consejo: yo suelo agitar el tarro una vez al día para asegurar que el aroma se distribuya uniformemente.

¿Para qué uso este azúcar perfumado?
Una cucharadita basta para convertir algo simple en un pequeño lujo:
- Endulzar infusiones, tés o limonadas caseras.
- Espolvorear sobre galletas, fruta fresca o tortitas.
- Añadir a masas de bizcocho, yogures naturales o cremas.
Incorporar la melisa a tu cocina, incluso de una forma tan simple como perfumar azúcar, es un recordatorio de que lo natural no tiene por qué ser complicado. Cuando cocinas con lo que cultivas, todo sabe diferente: sabe a hogar, a mimo, a conciencia.
Así que la próxima vez que pases junto a tu planta de melisa, no la veas solo como una hierba medicinal: mírala como una aliada creativa en tu despensa.
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