
MOÁIS: resuelto el enigma de su traslado
Un estudio científico con modelos 3D y pruebas reales demuestra cómo los antiguos Rapa Nui movían las estatuas
Por fin se ha resuelto uno de los grandes enigmas arqueológicos del planeta. Gracias a una combinación de modelado 3D, física y experimentación en campo, un equipo de investigadores estadounidenses ha demostrado cómo las gigantescas estatuas Moaï de Rapa Nui fueron transportadas hasta sus plataformas ceremoniales: desplazándolas en posición vertical mediante balanceo controlado.
Esta sorprendente revelación resalta la inteligencia técnica del pueblo Rapa Nui y también cambia nuestra comprensión sobre su forma de relacionarse con el territorio y sus recursos.

¿Cómo lograron trasladar los moáis sin rodillos de madera?
Durante siglos, arqueólogos y científicos han debatido cómo los Rapa Nui trasladaban los moáis desde las canteras hasta sus plataformas ceremoniales. Una de las teorías más aceptadas proponía el uso de trineos de madera y rodillos. Este método habría exigido grandes cantidades de recursos forestales y mucha mano de obra.
Sin embargo, en octubre de 2025, un equipo de investigadores estadounidenses liderado por el antropólogo Carl Lipo publicó una nueva teoría en el Journal of Archaeological Science, respaldada por pruebas físicas. Gracias a un modelo 3D de alta resolución y al análisis detallado de la forma de las estatuas —con bases anchas en forma de “D” e inclinación hacia adelante—, concluyeron que los moáis estaban diseñados para desplazarse en posición vertical, usando un movimiento de balanceo controlado, como si “caminaran”.
Para validar su hipótesis, los investigadores construyeron una réplica de más de cuatro toneladas. Lograron desplazarla con éxito utilizando solo 18 personas, cuerdas y buena coordinación. En apenas 40 minutos avanzaron 100 metros. El resultado demostró que este método es realista, eficiente y viable, incluso con recursos limitados.
El diseño de los moáis confirma la teoría del balanceo
El estudio no solo propone una teoría lógica, también demuestra que las propias estatuas fueron diseñadas para facilitar este tipo de desplazamiento. Los modelos 3D revelaron que los moáis tienen una base ancha en forma de letra “D”, ligeramente curvada, y una inclinación hacia adelante. Estas características harían muy difícil moverlos tumbados, pero los convierten en estructuras estables al ser desplazadas de pie.
Según Carl Lipo, estas formas no son casualidad. De hecho, todo en el diseño sugiere que los antiguos Rapa Nui idearon sus estatuas teniendo en cuenta el transporte. El movimiento en zigzag mediante balanceo, realizado con cuerdas desde ambos lados, aprovecha la gravedad y la forma del moái para avanzar con poco esfuerzo.
El hallazgo también encaja con la forma de los caminos antiguos encontrados en Rapa Nui. Las rutas presentan un ancho y una curvatura que concuerdan con esta técnica de desplazamiento vertical, lo que refuerza aún más la hipótesis.

¿Qué aporta este descubrimiento sobre los moáis y los Rapa Nui?
Este hallazgo no solo resuelve una incógnita histórica, también aporta una nueva mirada sobre la cultura Rapa Nui. Estas son algunas de sus implicaciones:
- Demuestra una ingeniería eficiente con recursos limitados:
Lejos de técnicas rudimentarias o destructivas, los Rapa Nui usaron el equilibrio, el diseño y la coordinación. - Rompe con la idea de colapso ecológico asociado al traslado:
Al no necesitar madera en grandes cantidades, esta teoría desmonta el mito de la deforestación masiva causada por los moáis. - Refuerza la idea de caminos rituales y planificación territorial:
Las rutas no solo conectaban lugares sagrados, sino que formaban parte activa del proceso ceremonial del traslado. - Humaniza y reivindica a los Rapa Nui:
Lejos de la imagen de un pueblo que fracasó, este descubrimiento muestra su capacidad de adaptación y su inteligencia técnica.
Una lección ancestral que sigue caminando hoy
La resolución de este enigma nos recuerda que muchas veces, las soluciones más inteligentes vienen de entender el entorno y trabajar en armonía con él. El pueblo Rapa Nui supo hacerlo hace más de ochocientos años, y todavía hoy podemos aprender de su ingenio, su respeto por el entorno y su capacidad para crear sin destruir.
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