MONO NARIGUDO: el guardián de los manglares de Borneo

Descubre las peculiaridades del primate más singular de los manglares de Borneo

Las exuberantes selvas tropicales de Borneo, son un rincón de biodiversidad inigualable, y aquí habita uno de los primates más fascinantes del planeta: el mono narigudo (Nasalis larvatus). Reconocido por su nariz prominente y su destreza en el agua, este singular habitante no solo es un símbolo de la riqueza natural de la isla, sino también una pieza clave para la salud de los manglares. Este artículo te llevará a explorar sus características más sorprendentes, su papel esencial en el equilibrio ecológico y cómo podemos contribuir a su conservación. ¿Te unes a descubrirlo?

El mono narigudo es endémico de Borneo, la tercera isla más grande del mundo, ubicada en el sudeste asiático, después de Groenlandia y Nueva Guinea. Esta isla es famosa por su biodiversidad, con vastas selvas tropicales, pantanos y bosques ribereños que albergan especies únicas como el mono narigudo, los orangutanes y el elefante pigmeo. Las densas copas de los árboles de los manglares proporciona a estos monos un lugar seguro para descansar y criar a sus crías, mientras que los cuerpos de agua les sirven como rutas de escape y conexión entre fragmentos de su hábitat. Su conservación es esencial para supervivencia de los ecosistemas únicos en los que habita.

La nariz que da nombre al mono

El mono narigudo debe su nombre a una de las características más llamativas de su anatomía: su prominente nariz, que en los machos adultos puede medir hasta 10 centímetros. Esta peculiaridad, más allá de ser un rasgo cómico o distintivo, cumple funciones esenciales en su vida. En los machos, la nariz actúa como una caja de resonancia, amplificando sonidos graves que pueden escucharse a través de los densos manglares. Estos ronquidos son cruciales para mostrar dominancia, calmar tensiones en el grupo y disuadir a posibles rivales, demostrando una rica variedad de vocalizaciones que los científicos han clasificado de la siguiente manera:

  • Ronquidos profundos: usados principalmente por los machos para mostrar dominancia y advertir a posibles rivales. También para calmar tensiones dentro del grupo, reafirmando su liderazgo.
  • Chillidos agudos: emitidos por hembras y crías en situaciones de peligro o para pedir ayuda.
  • Gruñidos cortos: una forma de comunicación cotidiana entre los miembros del grupo, útil para coordinar movimientos o mantener la cohesión.
  • Llamadas de alarma: cuando detectan la presencia de depredadores, como cocodrilos o leopardos, el grupo utiliza sonidos específicos para advertir a sus miembros del peligro y organizar una posible huida.
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Por otro lado, las hembras de la especie parecen tener preferencia por los machos con narices más grandes, ya que estas están asociadas con una genética más fuerte y una capacidad superior para liderar el grupo. Es decir, en el mundo del mono narigudo, ¡el tamaño sí importa!

Mono narigudo
La nariz del mono narigudo es, sin duda, su rasgo más característico. / Imagen:envato

El abdomen voluminoso del mono narigudo y el secreto de su digestión

Una de las características más peculiares del mono narigudo es su abdomen redondeado y prominente, que le da un aspecto “panzón”. Esta singularidad no es solo estética, sino una adaptación a su dieta rica en hojas, frutas inmaduras y semillas. Estos alimentos son difíciles de digerir debido a su alto contenido en fibra, pero el mono narigudo ha desarrollado un sistema digestivo especializado con múltiples cámaras.

Dentro de estas cámaras, bacterias específicas descomponen la fibra para extraer los nutrientes esenciales. Este proceso es lento y consume mucha energía, lo que obliga al mono a pasar largas horas descansando para facilitar la digestión. Aunque pueda parecer un detalle trivial, este sofisticado sistema es vital para su supervivencia en un entorno donde los recursos alimenticios pueden ser limitados.

Membranas en manos y pies: las aletas de un nadador nato

El mono narigudo es uno de los pocos primates que ha desarrollado adaptaciones para una vida semiacuática. Las membranas que se extienden entre sus dedos, tanto de las manos como de los pies, funcionan como pequeñas aletas, permitiéndole nadar con agilidad y velocidad. Estas “aletas” le otorgan la capacidad de cruzar ríos y canales, alcanzando velocidades de hasta 20 kilómetros por hora en el agua.

El mono narigudo es uno de los pocos primates que ha desarrollado una adaptación tan estrecha al medio acuático. / Imagen:envato

Además, sus habilidades de buceo son sorprendentes: puede sumergirse hasta 20 metros bajo el agua para evadir depredadores como cocodrilos o para explorar nuevos territorios en busca de alimento. Esta combinación de adaptaciones terrestres y acuáticas lo convierte en un ejemplo fascinante de cómo las especies pueden evolucionar para prosperar en entornos desafiantes.

Un acróbata de los manglares de Borneo

El mono narigudo está perfectamente adaptado a la vida en los árboles y pueden realizar saltos horizontales de hasta 10 metros de distancia entre las ramas, lo que equivale a atravesar una cancha de baloncesto. Estos saltos son posibles gracias a sus piernas largas y musculosas, así como a su cola, que actúa como un contrapeso para mantener el equilibrio durante el salto. Además, son capaces de lanzarse desde alturas de hasta 15 metros directamente al agua sin sufrir lesiones.

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Un experto en el agua y los árboles

Aunque su aspecto corpulento pueda engañar, el mono narigudo es un verdadero acróbata tanto en las alturas como en el agua. Adaptado perfectamente a su entorno, puede realizar saltos de hasta 10 metros entre las ramas de los árboles, una habilidad que utiliza para escapar de depredadores como leopardos y serpientes. Su cola larga actúa como un contrapeso que le permite mantener el equilibrio durante estos audaces movimientos.

Sin embargo, lo que realmente destaca es su destreza en el agua. Este primate es uno de los pocos que ha desarrollado habilidades natatorias excepcionales, gracias a las membranas entre sus dedos, que funcionan como pequeñas aletas. Puede nadar hasta 20 kilómetros por hora y sumergirse a profundidades de 20 metros para esquivar depredadores o cruzar canales en su hábitat. Este estilo de vida semiacuático lo convierte en un verdadero prodigio de adaptación.

Hembra mono narigudo
Su habilitad para saltar de rama en rama es especialmente útil para escapar de depredadores terrestres, como leopardos o serpiente. /Imagen: animalia.bio_Grubbjust

El mono narigudo y la protección de los manglares

Los manglares de Borneo no son solo el hogar del mono narigudo, sino ecosistemas esenciales para la salud del planeta. Estas intrincadas redes de raíces y canales protegen las costas contra tsunamis y tormentas, almacenan grandes cantidades de carbono y sirven de refugio para innumerables especies de flora y fauna. Para el mono narigudo, los manglares ofrecen alimento, protección y rutas de escape ante los depredadores.

Sin embargo, la relación entre esta especie y los manglares va más allá de lo obvio. Al alimentarse de hojas y frutas, los monos narigudos contribuyen a la regeneración natural de la vegetación, actuando como pequeños jardineros de su entorno. De este modo, su existencia está intrínsecamente ligada al equilibrio de estos ecosistemas vitales.

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