MUSARAÑA ELEFANTE, y no es broma
Se creía extinta, pero se ha descubierto que ha ampliado su territorio
Es uno de esos animales con nombre que pide a gritos un chiste. Pero al margen de esa bobada, la musaraña elefante es un animalito fascinante, por morfología, por colores, por su adaptación a los desiertos y por lo increíble que es saber que en realidad sí, está emparentada con los elefantes y con los osos hormigueros.
Pensarías que la musaraña elefante parece un ratón con un hocico alargado, pero no tienen nada que los acerque ni en millones de años. En cambio sí comparten características genéticas con el manatí, el oso hormiguero y el elefante que la bautiza.
Pequeñas pero potentes
Aunque muchas tienen un tamaño pequeño un tamaño pequeño, similar al de un ratón de campo, entre sus variedades hay algunas que llegan a pesar 700 gramos. Lo que es la mitad de un buen conejo.
La de la foto es una de las más coloridas con esa mitad trasera negra azulada y esa cabeza y cuello rojizo. Y aunque esté en el grupo de las pequeñas, tiene unas patas traseras musculosas que le permiten moverse a 30 kilómetros por hora en cualquier momento. Sus patas traseras están concebidas para avanzar dando saltos. Y la coloración de cada subespecie depende del hábitat en el que se mueve.
La de Somalia no se extinguió
Las musarañas elefante son nocturnas, más aún en las regiones en las que habita, casi todas desérticas, en el Cuerno de Africa y hacia el sur. Hasta hace poco sólo se veían ejemplares de este animal en algunos museos de historia natural, disecados.
De hecho se creía que la musaraña elefante de Somalia se había extinguido, y fue en una expedición en busca de musarañas sengi -las más comunes dentro de su rareza- que un equipo de la Universidad de Duke en 2020 supo que la musaraña elefante sigue viva y que no solo está en Somalia, lugar del que se la creía una especie endémica, sino que se ha extendido a Djibouti. Colocaron 1.259 trampas y capturaron 12 ejemplares. Un logro espectacular.
Redacción BE OnLoop