
Pepino de mar: el animal que expulsa sus órganos para defenderse
Algunos desarrollan toxinas en su cuerpo que los vuelven desagradables o incluso peligrosos para sus depredadores
En las profundidades del océano vive una criatura que parece sacada de una película de ciencia ficción: el pepino de mar. Este fascinante animal, con su apariencia peculiar y habilidades casi mágicas, es uno de los secretos mejor guardados del mar. ¿Sabías que puede regenerar sus órganos internos como si nada? ¿O que desempeña un papel crucial limpiando el lecho marino? Desde su capacidad para “hablar” químicamente con otros, hasta sus extraños métodos de defensa, el pepino de mar es, sin duda, uno de los habitantes más sorprendentes y únicos del planeta.
Habilidades del pepino de mar
Si alguna vez pensaste que las criaturas marinas no hacen más que nadar y sobrevivir, el pepino de mar te demostrará lo contrario. Este animal cumple una función indispensable en los ecosistemas marinos: actúa como el «limpiador del océano». Su técnica es tan peculiar como efectiva: ingiere grandes cantidades de arena y desechos orgánicos, extrae los nutrientes que necesita y expulsa el resto como arena completamente limpia. Es como una aspiradora marina, dejando tras de sí un lecho marino más saludable y equilibrado.
El maestro de la regeneración
Cuando se trata de habilidades sorprendentes, el pepino de mar lleva la delantera. En situaciones de peligro, tiene la capacidad de expulsar sus órganos internos (sí, literalmente los saca de su cuerpo) para confundir a los depredadores. Pero eso no es lo más asombroso: puede regenerarlos en cuestión de semanas, como si nada hubiera pasado. Este increíble truco de supervivencia lo convierte en uno de los animales más resistentes e ingeniosos del océano.
El lenguaje secreto del océano
Aunque no lo creas, los pepinos de mar «hablan» entre sí, pero no como lo hacen los humanos. Estos animales se comunican liberando señales químicas en el agua, que son detectadas por otros individuos. Este método les permite coordinarse para actividades tan importantes como la reproducción, asegurando la supervivencia de su especie.

Características del pepino de mar
Con más de 1,700 especies conocidas, los pepinos de mar vienen en una variedad impresionante de formas y tamaños. Desde diminutas especies del tamaño de una uva hasta gigantes que pueden alcanzar los 2 metros de largo, estas criaturas demuestran que no hay un único molde en el mundo marino. Algunas especies incluso pueden emitir bioluminiscencia, iluminando las profundidades oceánicas con destellos de luz, una adaptación fascinante para la vida en la oscuridad.
Pero no todas las especies de pepinos de mar se limitan a arrastrarse por el fondo marino. Algunas, como el Enypniastes eximia, conocido como el “pepino de mar cabeza de pollo” por su aspecto peculiar, han desarrollado la capacidad de nadar. Estas especies utilizan aletas membranosas para impulsarse a través de la columna de agua, lo que les permite cubrir mayores distancias en busca de alimento o escapar de depredadores. Además, su bioluminiscencia no solo los hace visibles en la oscuridad, sino que también les sirve como defensa para confundir a posibles atacantes.
Lo más curioso es que, a pesar de sus diferentes tamaños y adaptaciones, todos los pepinos de mar comparten una característica en común: no tienen un cerebro convencional. En su lugar, cuentan con un sistema nervioso básico que les permite reaccionar de manera eficiente a los estímulos de su entorno, ya sea para alimentarse, defenderse o, en el caso de los nadadores, desplazarse libremente.
¿Cómo se defiende el pepino de mar?
Los pepinos de mar no son exactamente veloces ni feroces, pero eso no significa que sean presas fáciles. Algunos desarrollan toxinas en su cuerpo que los vuelven desagradables o incluso peligrosos para sus depredadores. Otros cuentan con una sustancia pegajosa que inmoviliza a sus atacantes. Y si eso no basta, también pueden recurrir a su asombroso truco de expulsar órganos internos para ganar tiempo y escapar.

¿Cómo contribuye el pepino de mar al equilibrio del océano?
Al igual que otras especies marinas como las ostras, los gusanos poliquetos o los erizos de mar, el pepino de mar desempeña un papel crucial en la limpieza y mantenimiento del equilibrio del ecosistema. Su capacidad para reciclar materia orgánica y filtrar sedimentos no es única, pero sí indispensable en los hábitats que ocupa.
Este proceso comienza cuando el pepino de mar ingiere grandes cantidades de arena y restos orgánicos del lecho marino. Al procesarlos, extrae los nutrientes que necesita y expulsa el material restante como arena limpia. Este ciclo no solo mejora la calidad del fondo marino, sino que también asegura que los nutrientes esenciales estén disponibles para otros organismos, como algas, corales y pequeños invertebrados.
Es un trabajo que comparte con otros «limpiadores» naturales del océano. Por ejemplo, las ostras y mejillones filtran partículas del agua, ayudando a mantenerla clara y libre de desechos en suspensión. Los gusanos poliquetos, por su parte, oxigenan los sedimentos mientras reciclan nutrientes del fondo marino. Incluso los cangrejos y las estrellas quebradizas contribuyen a esta limpieza al consumir restos en descomposición.
El pepino de mar, entonces, no es un héroe solitario, pero sí uno de los muchos engranajes esenciales que mantienen el océano en equilibrio. Sin la labor de estas especies, los desechos y sedimentos se acumularían, poniendo en riesgo la vida marina que depende de ecosistemas saludables para prosperar.

Un tesoro oculto en las profundidades
El pepino de mar es mucho más que un habitante extraño del océano; es un ejemplo de cómo la naturaleza puede ser ingeniosa, sorprendente y esencial. Su papel como limpiador del fondo marino, su capacidad para regenerar órganos y sus asombrosos mecanismos de defensa lo convierten en uno de los animales más fascinantes del planeta.
Además, su impacto va más allá del océano, influyendo en ecosistemas enteros y conectando incluso con los humanos, ya sea como recurso cultural, científico o gastronómico. Es una criatura que nos recuerda lo poco que sabemos de las maravillas del mundo submarino y lo importante que es seguir explorando y aprendiendo de estas formas de vida únicas.
Así que la próxima vez que pienses en el océano, recuerda al humilde pero extraordinario pepino de mar, un verdadero héroe anónimo que demuestra que incluso los animales más inesperados tienen un impacto profundo en nuestro planeta.
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