
PUENTING: un salto al vacío lleno de adrenalina
Un deporte que permite experimentar la naturaleza de una manera única, emocionante y respetuosa.
El puenting siempre ha sido de esas experiencias que se quedan grabadas. Pero el puenting no es solo adrenalina. Este deporte extremo ha ido ganando terreno dentro del turismo sostenible, ofreciendo un equilibrio entre emoción y respeto por el medio ambiente. Cada vez más empresas están adoptando prácticas eco-amigables y promoviendo el respeto por la naturaleza en la que se realiza esta actividad extrema.
Un poco de historia sobre el puenting
La historia del puenting es tan fascinante como la experiencia en sí. Aunque lo conocemos hoy como un deporte moderno, tiene raíces en la cultura de la isla de Pentecostés, en el Pacífico Sur. Allí, cuenta la leyenda, una mujer escapó de su esposo atándose lianas a los tobillos y saltando desde un árbol, salvándose por muy poco. Este hecho dio origen a un rito llamado Naghol, en el que los hombres realizaban saltos similares. Este rito se considera uno de los precursores del puenting.
Ya en tiempos más modernos, la versión que practicamos hoy surgió en Europa en los años 70. Helmut Kiene, un escalador alemán, fue el primero en realizar un salto con cuerdas desde un puente en Francia. Desde entonces, el puenting ha evolucionado hasta convertirse en uno de los deportes extremos más populares en todo el mundo.
Técnicas del puenting
El puenting se diferencia de otras actividades de salto por el uso de cuerdas dinámicas, similares a las empleadas en la escalada. A diferencia del bungee jumping, donde se utiliza una cuerda elástica que produce un rebote tras la caída, en el puenting la cuerda es rígida, lo que genera un movimiento pendular. Este movimiento, conocido como «péndulo de Kiene» por el escalador que lo popularizó, es una de las características más distintivas de este deporte.

Cada salto se adapta a la estructura del puente o plataforma, y es fundamental seguir las instrucciones del monitor para asegurar que el péndulo sea lo más fluido y seguro posible. El equipo, que incluye arneses y cuerdas certificadas, es vital para garantizar que la experiencia sea segura, controlada y emocionante.
Un salto hacia la sostenibilidad gracias al deporte de aventuras
Conforme el puenting ha crecido en popularidad, también lo ha hecho la necesidad de practicarlo de forma responsable. Actualmente, muchas empresas de turismo de aventura están apostando por prácticas que respeten tanto la seguridad como el medio ambiente.
El equipo utilizado para el puenting, como los arneses y las cuerdas, ahora se fabrica con materiales más ecológicos y duraderos. También se promueve realizar los saltos en lugares naturales bien conservados, evitando dañar los ecosistemas o alterar el paisaje. De esta manera, no solo se disfruta del entorno, sino que se preserva, convirtiendo el puenting en una actividad que puede practicarse sin generar un impacto negativo.
Adrenalina, naturaleza y turismo rural
Más allá de la adrenalina, el puenting ofrece algo único: una conexión profunda con la naturaleza. Saltar desde puentes o acantilados que se alzan sobre ríos o bosques permite disfrutar de paisajes increíbles, algo que va más allá del simple deporte.
Además, esta actividad tiene un impacto positivo en las economías locales. Al atraer a turistas interesados en la aventura y el respeto por el entorno, el puenting fomenta el turismo en áreas rurales o zonas naturales protegidas, ayudando a conservar esos paisajes que tanto amamos.

Consideraciones de seguridad para practicar puenting
No podemos olvidar que el puenting, siendo un deporte extremo, requiere un equipo adecuado y que esté en perfecto estado. Los arneses, cuerdas y demás equipamiento deben ser revisados meticulosamente. Además, los saltos siempre deben estar supervisados por profesionales certificados para garantizar la seguridad. Aquí, seguir las instrucciones es clave.
Y no solo hablamos de la seguridad de los participantes. El respeto por el entorno donde se practica es fundamental. Hay que elegir cuidadosamente los lugares de salto, asegurándose de que no interfieran con la fauna local o causen daños irreversibles al ecosistema. Ya hay empresas que están adoptando estas medidas, demostrando que es posible disfrutar del puenting sin comprometer la naturaleza.
El puenting es mucho más que una descarga de adrenalina. Con la creciente conciencia sobre la sostenibilidad, este deporte se está adaptando para ofrecer aventuras que desafían nuestros límites y también fomentan el respeto y la conservación del entorno. Así que la próxima vez que pienses en dar ese salto al vacío, recuerda elegir una empresa que sea respetuosa con el medio ambiente.
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