LAS RANAS son necesarias en tu huerto o jardín
Ponen sonido a tu jardín de verano ¡y se comen las moscas!
Las ranas están en declive desde hace medio siglo en toda Europa, por la contaminación de los ríos y la acumulación de pesticidas de los cultivos. Y por la quitridiomicosis, que afecta a todos los anfibios. La rana cumple un importante papel en el ecosistema, y en tu huerto o jardín te libra de todo tipo de insectos. Te damos unos consejos para retenerlas en tu parcela desde esta primavera.
Con la llegada de la primavera se inicia la salida del letargo invernal de los anfibios. Se escondieron en galerías cercanas a estanques, arroyos y embalses, para protegerse del frío y en abril y mayo volvemos a verlas, y los renacuajos se menean en rincones tranquilos de ríos y acequias.
Nos quedamos sin ranas
Y sin sapos, y sin salamandras, y sin gallipatos. La quitridiomicosis es resultado de un hongo acuático microscópico que ha provocado una caída enorme de la población de cientos de especies de anfibios por el mundo desde los años ochenta. Pero tu jardín o tu huerto puede ser un espacio protegido para un pequeño grupo de ranas comunes de tu zona y te contamos cómo.
Prepara un estanque
La rana pasa su tiempo entre la tierra y el agua, según la humedad ambiente, en realidad el espacio acuático puede ser reducido y seguro que tendrás éxito introduciendo un grupito de ranas en tu parcela verde si pones un poco de empeño.
Empieza por crear un estanque. En otro artículo te contábamos cómo, pero para este fin se puede hacer más pequeño si no tuvieses mucho espacio. Incluso un estanque de medio metro de fondo por dos metros de superficie funcionaría bien. Será refugio también para sapos, gallipatos o libélulas, y los pájaros vendrán a beber.
Un estanque es siempre una fiesta. Pero mira bien qué peces metes, porque se pueden comer a los alevines de los anfibios.
Crea un refugio húmedo
La mayor parte del año las ranas están en rincones umbríos, en los que se protegen de los calores altos y del frío. Son pequeños huecos oscuros y húmedos que encuentran cerca del agua, bajo las raíces de un árbol, entre unas rocas.
Los juncos en los bordes son perfectos, y la lenteja de agua y los nenúfares. Una tienda de acuarios o jardinería te aconsejará bien para tener plantas que bajo el agua crean marañas de raíces y tallos en los que las ranas pondrán sus huevos .
Puedes crear un hueco similar, y le metes hojas muertas y virutas o palitos para crear una atmósfera protegida. Y en torno al estanque te recomendamos que mantengas un ambiente agreste, no cortes mucho el césped y será ideal que sea una zona tranquila de tu parcela, para que tus ranas vivan a gusto.
Evita usar productos químicos
No debes utilizar ningún pesticida o fertilizantes químicos en tu jardín si quieres ver a las ranas establecerse. De todas formas, el equilibrio ecológico de tu parcela estará más conseguido si tienes ranas que se comen a los mosquitos, moscas, gusanos…
Y ¿dónde conseguir ranas para un estanque?
Olvidábamos ese detalle. En tu huerto o jardín no tienes a tus primeras ranas. Las ranas se esconden en zonas boscosas y debajo de pedazos de madera o ramas en lugares húmedos porque no les gusta recibir luz solar directa.
Para tener ranas propias de tu zona te aconsejamos ir a zonas de charcas al caer la tarde, donde hay muchas y las oirás croar. Pero ojo, hablamos de zonas «vulgares», charcas laterales de cursos bajos de los ríos, orillas de embalses son un lugar fácil para intentarlo, siempre espacios sin relevancia ecológica alguna.
Nunca busques ranas de espacios naturales dignos
No recurras nunca a arroyos de montaña, ni a zonas protegidas, por supuesto. Los anfibios son los vertebrados en mayor peligro de extinción, y lo último que haremos será fomentar su captura. Entre otras cosas porque la mayoría de especies están protegidas por la Ley.
Las ranas que pueden desarrollarse en un huerto son las propias de la zona. De poco te servirá querer adoptar especies de ecosistemas lejanos.
Ranas de cría
Una opción técnicamente correcta es buscarlas en granjas de anfibios. Nunca ranas exóticas, por supuesto. Hablamos exclusivamente de ranas autóctonas, la rana común europea, idealmente, o incluso la ranita de San Antonio, que es una preciosidad ibérica, como la ibérica -patilarga-, y es que cada región y hábitat tiene las suyas, y siempre hay enamorados de la herpetología que las crían para propagarlas por sus hábitats.
Reintroduciendo ranas escasas
Ejemplos del declive de los anfibios en el mundo hay cientos. En la Península Ibérica tal vez la rana en más riesgo de extinción sea la Rana Pirenaica –Rana pyrenaica-. Hasta el punto de que el Gobierno de Aragón y el Acuario de Zaragoza consiguieron sacar adelante cerca de 250 ejemplares en 2019, llevados luego a sus hábitats naturales.
Y han establecido un protocolo de cría en cautividad para esta especie endémica de la vertiente sur del Pirineo. Se descubrío muy recientemente, en 1993, está en grave peligro de extinción y sus únicos hábitats en el mundo están en puntos concretos del Pirineo, como el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Aranzadi Sociedad de Ciencias inició en 2018 una colección monográfica única sobre anfibios, a manos de sus herpetólogos de cabecera, Alberto Gosá y Xavier Rubio (autores de la foto sobre estas líneas). Comenzaron con la rana Pirenaica, la rana Ágil y luego la rana Bermeja.
Blogs de herpetología
El portal de herpetología Bicheando.net te explica en este post cómo identificar a las 4 especies de ranas pardas de la Península Ibérica.
Y nadie te aconsejará mejor que la Asociación Española de Herpetología, para que tengas ranas sin perjudicar en absoluto al futuro de estas especies.
Las ranas son un mundo, y tenerlas en tu huerto o jardín es un privilegio que completa la salud de tu ecosistema. Ojalá consigas ver criar muchos renacuajos autóctonos en tu estanque y puedas reubicar algunos en otros puntos de agua de tu zona para mejorar la situación de nuestras maltrechas especies.
Dibujos de ranas
María Dénia