RUTA VALLE DE ORDESA: por la senda de los Cazadores
El Parque Nacional del valle de Ordesa y Monte Perdido, situado en los Pirineos aragoneses, es uno de los lugares más espectaculares de España. Su biodiversidad, paisajes impresionantes y rutas de senderismo lo convierten en un destino ideal para los amantes de la naturaleza. Uno de los recorridos más emocionantes es la Senda de los Cazadores, un desafío que recompensará vuestro esfuerzo con vistas panorámicas y momentos inolvidables. Otro atractivo de esta zona si te gustan las emociones fuertes es la tirolina más larga de Europa, que nosotras no hicimos en esta ocasión, pero que está en nuestra lista de cosas que haremos la próxima vez que visitemos el valle.
¡Hola, aventureros! Hoy quiero compartir con vosotros una experiencia inolvidable que tuve recorriendo el Valle de Ordesa, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Esta aventura la hice con mi hija Aleksandra, que a pesar de su edad entonces, demostró ser una valiente exploradora.
Inicio de la ruta: desde Torla a la Pradera de Ordesa
Comenzamos nuestra aventura por este valle de Ordesa en el pintoresco pueblo de Torla, al que llegamos siguiendo la carretera N-260. En temporada alta, es mejor dejar el coche y tomar el autobús que conecta Torla con el aparcamiento de la Pradera de Ordesa. En otras épocas del año, podéis llegar directamente en vuestro vehículo.
La subida por la senda de los Cazadores
Desde la Pradera de Ordesa, seguimos las indicaciones hacia la Senda de los Cazadores. La ruta empieza con una fuerte subida en zigzag, que nos lleva a través de un bosque de hayas y abetos.
Hacer este recorrido por el valle de Ordesa junto a una niña pequeña fue muy bonito porque cada vez que Ali se detenía a admirar una flor o a señalar un pájaro, recordaba por qué amamos tanto la naturaleza.
El Mirador de Calcilarruego
Después de aproximadamente una hora y tres cuartos de ascenso, llegamos al Mirador de Calcilarruego. Desde aquí, se puede disfrutar de una vista impresionante del valle y la cascada del Cotatuero. Enfrente, se alzan majestuosos los picos de El Gallinero y Fraucata, flanqueando el circo de Cotatuero, con su imponente cascada.
La Faja de Pelay y la cascada Cola de Caballo
Una vez alcanzado el mirador, el camino se vuelve más suave. La Faja de Pelay es un tramo casi sin desniveles que nos lleva hasta la famosa cascada Cola de Caballo. Este paseo nos permite disfrutar de vistas espectaculares del Monte Perdido, el tercer pico más alto de los Pirineos.
Encuentro con la flora y fauna del valle de Ordesa
Los bosques de hayas, pinos y abetos son el hogar de numerosas especies animales como el sarrio, el quebrantahuesos y el urogallo. Además, la primavera y el verano llenan el valle de coloridas flores alpinas, creando un paisaje de ensueño.
La majestuosa Cola de Caballo
Finalmente, tras unas tres horas y media de caminata, llegamos a la Cola de Caballo. Esta cascada, con su forma característica que recuerda a una cola de caballo, es uno de los puntos más icónicos del parque. Aquí, Ali y yo nos tomamos un merecido descanso, disfrutando del sonido relajante del agua y de las vistas espectaculares. Exploramos los alrededores y tomando fotos.
El regreso: descendiendo por el Valle de Ordesa
Para el regreso, optamos por la ruta que sigue el fondo del valle, acompañados por el curso del río Arazas. Este camino, aunque menos exigente, no deja de impresionar con sus cascadas y paisajes.
Las Cascadas del Estrecho y de Arripas
A lo largo del descenso, nos encontramos con las cascadas del Estrecho y de Arripas. Estas imponentes caídas de agua son un espectáculo natural que no podéis perderos. Merece la pena detenerse unos minutos para disfrutar de su fuerza y belleza.
A través del bosque de hayas
El sendero nos lleva finalmente a través de un denso bosque de hayas, que proporciona una sombra refrescante en los días calurosos.
Desafíos y momentos inolvidables de nuestra aventura familiar por el Valle de Ordesa
Recorrer la Senda de los Cazadores en el Valle de Ordesa es una experiencia que quedará grabada en vuestra memoria. La combinación de esfuerzo físico, paisajes impresionantes y el contacto cercano con la naturaleza hace de esta ruta una de las más especiales del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
La naturaleza nos ofrece un refugio, un lugar donde podemos desconectar del ajetreo de la vida cotidiana y reconectar con lo esencial. En cada paso que damos por estos senderos, sentimos la fuerza y la belleza de la tierra, y nos damos cuenta de la importancia de vivir en armonía con nuestro entorno.
Cada flor, cada árbol y cada animal que encontramos en nuestro camino tiene un papel vital en este ecosistema. Debemos ser conscientes de nuestro impacto y tomar medidas para minimizarlo. Llevarnos nuestra basura, respetar las señales del parque y seguir las rutas establecidas son pequeños actos que contribuyen enormemente a la conservación del medio ambiente.
Espero que os animéis a vivir esta aventura y a disfrutar de la majestuosidad de uno de los rincones más bellos de España. No olvidéis llevar vuestra cámara y, si tenéis un compañero, sea vuestra pareja, amigos, hijos o perros, ¡invitarle a acompañaros en esta increíble travesía!
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