SAL AROMATIZADA CASERA: para aprovechar los restos de tus verduras
Esta es una forma ecológica y deliciosa de mejorar tus recetas utilizando cáscaras y pieles de verduras que de otra forma acabarían en la basura
Hacer sales aromatizadas caseras para aprovechar los restos de tus verduras es una excelente forma de reducir el desperdicio de alimentos y darle un toque único a tus platos. En lugar de tirar cáscaras de zanahorias, tallos de apio o hojas de perejil que sobran, puedes convertir estos restos en deliciosas mezclas de sal que aportan sabores frescos y sorprendentes a tus comidas. Este enfoque no solo es ecológico, sino que también te permite experimentar con sabores y crear mezclas personalizadas que se adapten a tus gustos y necesidades culinarias.
La práctica de hacer sales aromatizadas en tu propia casa es ideal para quienes buscan una cocina más sostenible, aprovechando al máximo cada ingrediente. Además, es una forma divertida de incorporar más creatividad en la cocina, utilizando elementos que normalmente se considerarían desperdicio. ¡Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo!
Ingredientes y materiales necesarios para tus sales aromatizadas caseras
Para hacer tus propias sales aromatizadas en casa, necesitas algunos ingredientes básicos y herramientas que probablemente ya tengas en casa:
- Restos de verduras y hierbas: Utiliza cáscaras de zanahoria, pieles de cebolla, tallos de apio, cáscaras de tomate, ajos, y hierbas frescas como perejil, albahaca o romero. Estos restos, que generalmente se descartan, son ricos en sabor y pueden añadir profundidad a tus mezclas de sal. Es importante que los ingredientes sean orgánicos para evitar pesticidas y productos químicos no deseados.
- Sal marina gruesa o flor de sal: La flor de sal es una opción gourmet que aporta una textura fina y un sabor delicado, ideal para sales aromatizadas. Sin embargo, la sal marina gruesa también funciona perfectamente y es más accesible. Ambas opciones son naturales y contienen más minerales que la sal de mesa refinada.
- Especias al gusto (opcional): Pimienta, pimentón, semillas de mostaza, semillas de cilantro, orégano seco, etc. Las especias adicionales pueden añadir complejidad a tus sales aromatizadas, permitiéndote jugar con diferentes perfiles de sabor según el plato al que vayas a añadirlas.
- Horno o deshidratador: Necesitarás uno de estos para secar los restos de verduras y hierbas. Si tienes un deshidratador, es una opción más eficiente que preserva mejor los nutrientes.
- Molino de especias o mortero: Para triturar y mezclar la sal con las verduras deshidratadas. Un molino de especias proporciona una textura más fina y uniforme, mientras que un mortero permite dejar trozos más grandes para una textura rústica.
¿Cómo preparar sales aromatizadas caseras con restos de verduras?
Hacer tus propias sales aromatizadas es un proceso sencillo que requiere algo de tiempo para deshidratar los ingredientes, pero el resultado vale la pena. A continuación, te explico paso a paso cómo hacerlo:
Paso 1: Prepara los restos de verduras
El primer paso es preparar correctamente los restos de verduras y hierbas para el proceso de deshidratación.
- Lava bien los restos de verduras: Asegúrate de que las cáscaras de zanahoria, los tallos de apio, las pieles de cebolla y otras partes estén completamente limpias. Esto es fundamental para eliminar cualquier suciedad, pesticida o residuo que puedan tener.
- Corta las verduras en trozos pequeños: Trocear los restos facilita el proceso de deshidratación, ya que permite que se sequen más rápido y de manera uniforme. Por ejemplo, corta los tallos de apio en piezas de aproximadamente 1 cm y las cáscaras de zanahoria en tiras más pequeñas.
Paso 2: Deshidrata las verduras y hierbas
El siguiente paso es secar los restos de verduras y hierbas para eliminar toda la humedad, lo que ayudará a conservar las sales aromatizadas por más tiempo y evitar la formación de moho.
- Coloca los restos de verduras y hierbas en una bandeja de horno: Dispón los restos en una sola capa sobre una bandeja de horno, asegurándote de que no estén amontonados para permitir un secado uniforme. También puedes usar una rejilla para facilitar la circulación del aire.
- Deshidrata las verduras en el horno a baja temperatura (60-80°C) durante 2-4 horas: Este proceso de baja temperatura es esencial para evitar quemar los ingredientes y conservar sus sabores. Es importante revisar las verduras cada 30-45 minutos y removerlas si es necesario para garantizar un secado parejo.
- Truco personal y secado al sol: Para una opción más ecológica, coloca los restos de verduras en una bandeja al sol, cubriéndolos con una malla fina para protegerlos de insectos. Esta técnica, que aprovecha el sol, no solo reduce el uso de electricidad, sino que también realza los sabores de las hierbas y verduras secas de manera natural.
Paso 3: Muele y mezcla con la sal
- Tritura las verduras secas: Una vez que las verduras y hierbas estén completamente deshidratadas y crujientes, tritúralas con un molino de especias o un mortero. Puedes dejarlas en polvo fino o con trozos más grandes para una textura más rústica, según prefieras.
- Mezcla el polvo de verduras con la sal marina: La proporción recomendada es de 1:2 (una parte de verduras secas por dos partes de sal). Esta cantidad asegura que el sabor de las verduras y hierbas se mezcle bien sin dominar el sabor de la sal. Ajusta la proporción según tu gusto.
- Añade especias al gusto: Puedes incorporar pimienta negra, semillas de cilantro, pimentón, o cualquier otra especia que prefieras. Esto no solo potencia el sabor, sino que también añade beneficios adicionales, como propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Paso 4: Almacenar y utilizar tus sales aromatizadas caseras
- Guarda las sales aromatizadas en frascos de vidrio herméticos: Los frascos de vidrio no solo son más ecológicos que el plástico, sino que también preservan mejor los aromas y sabores. Colócalos en un lugar fresco y seco para mantener la calidad.
- Usa tus sales aromatizadas caseras para sazonar diferentes platos: Estas sales son versátiles y pueden usarse en carnes, ensaladas, sopas, guisos, panes y mucho más. Son ideales para darle un toque especial y personalizado a cualquier comida.
Mis sales aromatizadas caseras preferidas:
Existen muchas variaciones de sales aromatizadas que puedes hacer en casa dependiendo de los ingredientes que tengas y los sabores que prefieras. Yo te voy a recomendar mis preferidas de entre todas las que he probado:
- Sal de limón y romero: Añade cáscaras de limón deshidratadas y romero para una sal cítrica y aromática, ideal para pescados, mariscos y ensaladas frescas.
- Sal picante de ajo y chile: Mezcla ajo y chile deshidratados para un toque picante y vibrante que es perfecto para carnes a la parrilla y vegetales asados.
- Sal de setas y trufa: Utiliza setas secas molidas y un toque de aceite de trufa para una opción más sofisticada que complementa muy bien platos de pasta, risottos y carnes blancas.
¿Cuáles son los beneficios de crear tus propias sales aromatizadas caseras?
- Reducir el desperdicio de alimentos: Al utilizar partes de verduras y hierbas que normalmente se tiran, contribuyes a la reducción de residuos orgánicos.
- Sabor personalizado: Tienes control total sobre los ingredientes, lo que te permite ajustar la mezcla de sabores según tus preferencias personales.
- Saludable y sostenible: Evitas aditivos, conservantes y el exceso de sodio de las sales comerciales, además de reducir el uso de envases plásticos.
¿Te animas a preparar tus propias sales aromatizadas caseras? ¡Es una sencilla manera de enriquecer tu cocina mientras contribuyes a un planeta más saludable! Y si quieres seguir aprendiendo trucos sencillos y ecológicos para tus platos no te pierdas nuestra sección BEchef.