TARTA DE CALABACÍN Y QUESO DE CABRA: receta paso a paso
Sorprende a tus invitados con esta receta sencilla y saludable, ideal para cualquier ocasión
¡Hola a todos! Hoy os traigo una receta que os va a encantar: una tarta de calabacín y queso de cabra. Esta delicia es perfecta para cualquier ocasión, y os prometo que os va a quedar espectacular. Vamos a usar ingredientes frescos y técnicas sencillas para conseguir una tarta increíblemente sabrosa y crujiente. ¡Vamos a ello!
Receta de tarta de calabacín y queso de cabra
Ingredientes:
- 1 lámina de masa de hojaldre (mejor si es de mantequilla)
- 1 calabacín grande
- 200 g de queso de cabra fresco
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Hierbas provenzales
- Flor de sal
- Miel
- Pimienta negra
Paso a paso: preparación de la masa para la tarta de calabacín
- Preparar el ajo y las hierbas: Empezamos prensando un diente de ajo y mezclándolo con una pizca de hierbas provenzales y flor de sal. Añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
- Precalentar el horno: Precalienta el horno a 180 grados. Mientras tanto, coge la masa de hojaldre y colócala entre dos hojas de papel de hornear. Encima de esta, pon otra bandeja de horno para mantener la masa bien plana mientras se hornea. Esto es un truco que hace que la masa quede increíblemente crujiente. Horneamos durante 20-25 minutos hasta que esté bien dorada.
Preparación del calabacín para esta receta
- Cortar el calabacín: Mientras la masa está en el horno, cortamos el calabacín en rodajas muy finas. Puedes usar una mandolina o un cuchillo bien afilado para obtener rodajas uniformes.
- Mezclar con el aderezo: Mezclamos las rodajas de calabacín con el resto del aderezo de ajo y aceite. Añadimos un toque de pimienta negra para realzar los sabores.
Montaje de la tarta
- Montar la tarta: Una vez que la masa esté lista y bien dorada, la sacamos del horno y dejamos enfriar un poco. Luego, extendemos una capa generosa de queso de cabra fresco sobre la masa. Yo he usado queso de cabra fresco con ajo y finas hierbas, que le da un sabor espectacular.
- Añadir los calabacines: Colocamos las rodajas de calabacín sobre el queso, formando una especie de rosácea que le dará un toque especial a nuestra receta. Este paso es clave para que la tarta quede visualmente atractiva.
- Toque final: Espolvoreamos un poco de flor de sal por encima y añadimos un hilo de miel para dar un contraste dulce. Volvemos a meter la tarta en el horno por unos 15 minutos más, solo para que los sabores se integren bien.
Consejos y trucos
- Masa crujiente: Si sigues el truco de hornear la masa entre dos bandejas, verás que queda ultra crujiente. Es un pequeño paso adicional que marca la diferencia.
- Queso de cabra: Si no encuentras queso de cabra con ajo y hierbas, puedes usar el queso de cabra fresco normal y añadirle tú mismo un poco de ajo picado y hierbas provenzales.
- Calabacines perfectos: Usa una mandolina para cortar los calabacines. Así te aseguras de que todas las rodajas sean del mismo grosor y se cocinen de manera uniforme.
- Queso para niños: Si a los peques de la casa no les gusta el queso de cabra porque les parece muy fuerte, podéis usar un queso para untar más suave. Esta receta es una manera fácil de hacer que coman calabacín. Es fundamental acostumbrar a los niños a comer de todo desde pequeños, educando su paladar y promoviendo una alimentación sana desde temprana edad.
Sorpresa en la cocina: ¡Adiós a la tarta!
Dejadme contaros una anécdota relacionada con esta receta de calabacines. Un día, dejé mi tarta a reposar en la cocina mientras atendía una llamada telefónica, de una amiga que habla mucho. Al volver, ¡mi sorpresa fue no encontrar la tarta! Y sabéis qué… ¡mi perro, Nico, se la había llevado y se la estaba comiendo en el jardín! Madre mía, ¡qué desastre! Nunca imaginé que a mi perro le iba a gustar esta tarta. La verdad es que es realmente deliciosa, pero ¿cómo es posible que se la llevara? ¡Aún no me lo puedo creer! Como es una receta muy rápida y fácil de hacer, tuve que preparar otra tarta de calabacines vigilando que Nico no entrara en la cocina.
Espero que os animéis a probar esta receta y que os guste tanto como a mí. ¡Es brutal y seguro que triunfa siempre en vuestra mesa! ¡Hasta la próxima receta!
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