TECNOBOSQUES: drones inteligentes que protegen bosques en Cuenca

En los montes de Cuenca ha nacido una idea que podría cambiar para siempre la manera en que protegemos nuestros bosques. Se llama Tecnobosque y es mucho más que una startup rural. Es una propuesta que fusiona tecnología avanzada y respeto medioambiental con un objetivo claro, directo y necesario: prevenir incendios y recuperar la salud de los ecosistemas forestales.

La tecnología detrás del bosques inteligentes

Tecnobosque no es un experimento ni un proyecto piloto: es una solución. Ofrece servicios reales a ayuntamientos, empresas energéticas, gestores de fincas y servicios de emergencias. Su enfoque ha demostrado que es posible anticiparse al fuego sin agredir al medio ambiente, y hacerlo desde una pequeña localidad con una visión global.

Esta empresa, liderada por Inmaculada Reinosa, ha captado la atención del sector forestal y del mundo de la innovación sostenible tras convertirse en finalista de los Rural Startup Awards 2024 y ganar el primer premio en los Premios UFIL 2023. ¿Su propuesta? Un sistema de drones e inteligencia artificial capaz de detectar zonas de alto riesgo. Con precisión milimétrica y aplicar tratamientos naturales que no solo evitan el fuego, sino que también cuidan del terreno.

El corazón de Tecnobosque late gracias a una combinación de innovación y precisión. Sus drones no son simples dispositivos voladores: están equipados con cámaras térmicas, sensores LiDAR y visión multiespectral capaces de analizar en tiempo real grandes extensiones de terreno forestal. Gracias a la inteligencia artificial, estos datos se procesan de inmediato para identificar puntos críticos con riesgo de incendio, y actuar antes de que el fuego comience.

Más allá del fuego: control de plagas con precisión ecológica

Una vez identificadas las zonas vulnerables, los drones aplican una mezcla de compuestos retardantes y bloqueantes del fuego totalmente naturales y no tóxicos, desarrollados para respetar el entorno. Estos productos forman una barrera protectora que reduce la inflamabilidad de la vegetación sin dañar el suelo ni la biodiversidad. Además, al intervenir de forma localizada, se evitan tratamientos masivos e innecesarios que podrían desequilibrar el ecosistema.

Este enfoque preventivo marca una diferencia clave frente a los métodos tradicionales. Tecnobosque no espera a que el fuego aparezca: actúa antes, con precisión y sin dejar huella negativa. Así, la tecnología no solo sirve para apagar incendios, sino para que directamente no lleguen a producirse.

Tecnobosque no se detiene en la prevención de incendios. Su enfoque integral del cuidado forestal también aborda uno de los problemas más persistentes en los bosques mediterráneos: las plagas, en especial la procesionaria del pino. Esta oruga, además de debilitar gravemente los árboles, representa un riesgo para la salud humana y animal.

La solución que propone Tecnobosque vuelve a ser eficiente y respetuosa. Mediante el uso de drones, la empresa aplica tratamientos naturales exactamente en el momento más efectivo del ciclo biológico de la plaga. Así se evita el uso de pesticidas convencionales y se consigue una reducción cercana al 100% en zonas donde ha intervenido.

Este modelo de intervención precisa, inteligente y ecológica no solo mejora la salud de los árboles y la biodiversidad local, sino que también reduce el gasto público en tratamientos químicos. Y lo más importante: demuestra que la tecnología puede proteger los bosques sin alterar su equilibrio natural.

Un modelo de negocio con impacto real

Tecnobosque ha sabido traducir su visión ambiental en un modelo de negocio sólido y escalable. Sus servicios están dirigidos a administraciones públicas, empresas del sector forestal, compañías eléctricas —especialmente interesadas en evitar incendios cerca de infraestructuras— y propietarios de grandes fincas rurales que buscan medidas eficaces y sostenibles para proteger sus tierras.

Además de la prestación de servicios con drones, la empresa trabaja para fabricar sus propios compuestos retardantes naturales. El objetivo: ofrecer una alternativa ecológica y de producción local a los productos químicos importados que dominan actualmente el mercado de la extinción.

Otro de sus focos de expansión está en las zonas de interfaz urbano-forestal, donde la cercanía entre viviendas y monte convierte cualquier incendio en una amenaza directa para las personas. Tecnobosque quiere demostrar que una buena prevención, basada en datos y sostenibilidad, puede salvar no solo naturaleza, sino también vidas y recursos.

Tecnología que protege y revitaliza el entorno rural

Tecnobosque no solo protege los bosques, también da vida a las comunidades que los rodean. Al nacer y desarrollarse en Cuenca, el proyecto pone en valor el talento rural y genera oportunidades de empleo cualificado en zonas afectadas por la despoblación. Es un ejemplo claro de cómo la innovación no tiene por qué concentrarse en las grandes ciudades.

La empresa apuesta por empleos verdes, ligados al uso de drones, análisis de datos ambientales, recolección de muestras y mantenimiento de bosques. Con ello, impulsa una nueva economía rural, moderna y sostenible, que ofrece futuro sin necesidad de abandonar el territorio.

Tecnobosque es mucho más que un proyecto tecnológico: es una nueva forma de entender cómo cuidamos de nuestros bosques. Desde Cuenca, demuestra que la prevención puede ser inteligente, precisa y respetuosa con el medio ambiente. Que se puede actuar antes del fuego, sin contaminar. Que la tecnología, bien aplicada, no reemplaza a la naturaleza, sino que la protege.

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