TOMATES sin grietas

Los tomates se rajan cuando el fruto engorda más rápido que crece la piel. Si te ocurre eso, los tomates verán cómo el moho y las bacterias de los insectos les arruina el crecimiento normal al introducirse por las grietas. Pero no cunda el pánico, tienes trucos para evitarlo.

1. Riego sin pasarse
Si le das a tus plantas demasiada agua, los tomates se te rajarán. Regarlas regularmente cada dos o tres días en verano, pero no demasiado, y evitarás que aparezca ese problema. Y el riego siempre en la base. Regar las hojas sólo supondría problemas por facilitar la humedad y las plagas. ¿Y cuando llueve? Nada impide que llueva sobre tus tomateras, y ello facilitará que los tomates se rajen. Si cubres las plantas por la noche -sin quitarles ventilación- reducirás el riesgo. El resto del día deberán recibir todo el sol posible, sólo una cubierta transparente evitaría el efecto de la lluvia.

2. Comprueba el drenaje del suelo
Asegúrate de que el suelo pueda drenar el agua sin pegas. Las plantas no deben dejarse con agua estancada. Si decidieses cultivar tus tomates en macetas, añade algunas piedras al fondo de la maceta para que el drenaje sea eficaz.

3. Mantillo para acolchar el suelo
Dado que los tomates se parten por exceso de riego, el acolchado alrededor de las plantas mantendrá estable el nivel de humedad del suelo y evitará un “choque” al regar. 

4. Abona pero poco
Ten cuidado de no utilizar un abono demasiado rico en nitrógeno, ya que esto hará que tu planta crezca demasiado deprisa. El interior del tomate crecerá rápido, pero reventará la piel. 

5. Recolección a tiempo
Para obtener tomates sin grietas, asegúrate de cosechar tus tomates a diario en su momento adecuado. Si los dejas madurar del todo en la planta se te rajarán con más facilidad. Ten en cuenta que el tomate verde tiene la piel más gruesa, y es cuando empieza a madurar que se hace más fina. Recógelos antes de que estén completamente rojos. Sobre todo si temes que haya tormenta.

Redacción BE OnLoop