UN NIÑO DE CUATRO AÑOS vuelve a casa… ¡con un ciervo!
El ciervo salvaje acompañó al niño, que le quiso dar un bol de leche y cereales
Dominic, un niño de cuatro años que jugaba en su jardín en Massanutten en el estado de Virginia, llamó a la puerta de su casa con un nuevo amigo muy poco habitual. Su madre, perpleja, consiguió sacar una foto de un niño y un ciervo, para que la creyésemos.
A veces con cuatro años hay personitas con la empatía suficiente para ser capaces de convencer a un joven ciervo de acompañarle a casa para darle un bol de leche con cereales.
Historia singular de un niño y un ciervo
Hoy hemos conocido esta historia curiosa de compartir, de un niño y un ciervo. Dominic, con pijama y un chubasquero, se encontró con el ciervo y no sabemos qué charla tuvo lugar entre ellos. Así los encontró la madre, Stéphanie, y así les hizo la foto con su móvil. “Me quedé helada durante un instante porque, literalmente, no sabía qué hacer”, comentaba.
Al bosque sin desayunar
Dominic tuvo unos minutos para poner nombre a su amigo silvestre: Flash. El sólo quería invitarle a casa para lo de la leche y los cereales, pero su madre entendió que no sería buena idea para el estómago del rumiante, así que con una breve explicación a Dominic, los tres recorrieron el camino hasta el bosque. Y se despidieron de Flash, que entro al bosque dando saltos.
Edición BE OnLoop con testimonio de Stéphanie Orrantia