UN SUPERCONDUCTOR a temperatura ambiente
El avance podría revolucionar la electrónica de consumo
La superconductividad es la propiedad de un material de conducir la electricidad sin resistencia y, por tanto, sin pérdida de energía. Hasta ahora eran necesarias temperaturas extremadamente bajas para lograrlo, pero los investigadores afirman haber desarrollado un superconductor a temperatura ambiente.
Un hidruro de lutecio dopado con nitrógeno
Hace unos años, un equipo de la Universidad de Rochester anunció la creación de un superconductor a una temperatura de unos 15°C, lo que implica una presión fenomenal de 2,5 millones de atmósferas, comparable a la del corazón de un planeta rocoso y obtenible en la Tierra comprimiendo materiales entre dos diamantes. Sin embargo, muchos científicos se apresuraron a cuestionar la validez de su trabajo, del que finalmente se retractaron el pasado mes de septiembre.
Su nuevo estudio -publicado en la revista Nature- describe un material con propiedades aún más impresionantes, que se convierte en superconductor a una temperatura de 20,8 °C y bajo una presión de sólo 10.000 atmósferas.
John Hirsch, de Universidad de California, se declara escéptico
Uno de los críticos del trabajo primero, Jorge Hirsch, de la Universidad de California en San Diego, se mostró escéptico ante la posibilidad de crear materiales superconductores ricos en hidrógeno. El nuevo material también es un hidruro, pero en lugar de azufre y carbono utiliza nitrógeno y un elemento de tierras raras llamado lutecio.
Se colocó una mezcla de 99% de hidrógeno y 1% de gas nitrógeno en una cámara de reacción con lutecio puro durante tres días a 200ºC. El material resultante era de color azul brillante, se volvía rosa al inicio de la superconductividad y luego rojo cuando alcanzaba un estado metálico no superconductor.
¿Estamos en los inicios de la superconductividad ambiental?
«Con este material, ha llegado el amanecer de la superconductividad ambiental y las tecnologías aplicadas», afirma Ranga Dias, profesor adjunto de la Universidad de Rochester que dirigió la investigación.
Su equipo afirma haber ido más allá en la recopilación de datos sobre su nuevo material, que otros científicos independientes examinarán con detenimiento para confirmar este avance, que podría revolucionar la electrónica de consumo o incluso mejorar el confinamiento magnético de los reactores de fusión nuclear.
Sobre artículo de IFL Science y Daily Geek Show