UNA SODA AZUL con alga espirulina que genera carbono

La espirulina se está introduciendo mucho en la alimentación

FUL se llama esta nueva bebida gaseosa, basada en la espirulina, que capta más carbono del que emite su fabricación. La idea era crear una bebida refrescante de algas. Y lo han conseguido. Eso sí, no han disimulado el color, que al principio daba miedo: Los creadores han decidido que ese color azul turquesa sea una identidad del producto.

El equipo creador decidió trabajar con científicos especializados en alimentación para resolver problemas que impedían el uso de la espirulina, y desarrollaron un método de procesamiento de las algas para extraer las partes más sabrosas. Aplicado a una bebida gaseosa, la espirulina generaba un ligero sabor salado, pero lejos del mal sabor a pescado que puede llegar a dar la espirulina. El caso es que el resultado combinaba muy bien con los sabores de las frutas.

Los sabores de la soda con alga

En la cervecería holandesa que está haciendo la producción han comenzado con sabores a melocotón y limón-jengibre. Las cerveceras producen CO2 de uso alimentario, y los reactores donde crecen las algas podrían capturar este CO2 para alimentar a las algas. Ese sistema de bucle cerrado podría ser utilizado a nivel mundial. Porque hoy la mayoría de las algas se cultivan con bicarbonato y no con CO2 capturado de procesos industriales nocivos. Pero FUL quiere utilizar un proceso que genere el menor volumen de emisiones posible. El cultivo de la espirulina absorbe y metaboliza el CO2 para recuperar el oxígeno. Tiene huella CO2 negativa.

Edición BE OnLoop

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