CARAMELIZAR cebollas, también al horno
En sartén o al horno, son un complemento universal incluso en pastelería
La cebolla es una hortaliza con un sabor fuerte en crudo que podemos suavizar mucho en apenas minutos para un montón de usos, incluso en pastelería. Te contamos cómo preparar cebollas caramelizadas en sartén y al horno.
Un acompañamiento universal del cuscús y de las carnes
Un cuscús sin cebolla caramelizada es como un jardín sin flores. Y muchos otros platos y especialidades como una simple tostada con foie mi-cuit, un solomillo de cerdo o algunas tartas no serán lo mismo sin este ingrediente que es capaz de pasar de picante a caramelo en un pispás.
Este bulbo se puede aprovechar durante todo el año, y nos da igual si son muy redondas o apepinadas, si son blancas, amarillentas o rojo-violáceas. El resultado va a ser el mismo, así que por la norma de la sostenibilidad y el kilómetro cero, compra las de tu región y no le des más vueltas.
Caramelizar las cebollas en sartén
Es el caso típico del cuscús. Pelas las cebollas, las cortas por la mitad, les retiras el germen y las cortas en anillos finos. En la sartén a fuego medio derrites mantequilla o aceite de oliva, y vas friendo suavemente los anillos de cebolla. A media cocción le añades un poco de azúcar blanco o moreno y una pizca de sal, y vas moviendo para que no se peguen, mientras sueltan su agua. Y si ves que se secan, añádele un poquito de agua para que acaben de ablandar.
Durante la cocción, también puede añadir un poco más de azúcar blanco. Cuando las cebollas hayan adquirido el típico color del caramelizado, puedes usarlas. Lo del color lo vas a apreciar mejor si has usado azúcar blanco, porque el moreno te engañará un poco. Si ya tienes mano sabrás como apañarlo. Las cebollas caramelizadas te van a ir genial también para el pollo, la carne roja o de caza y en en una buena hamburguesa.
Caramelizar las cebollas en el horno
En este caso no hacemos lo mismo que en la sartén, porque las vamos a preparar cortadas por la mitad pero no en aros. Precalienta el horno a 180°C forrando antes la bandeja con papel aluminio. Cortamos por la mitad las cebollas, germen fuera y las ponemos en un plato hondo con aceite, azúcar blanco o moreno, sal y pimienta, para que se empapen de ese aliño. A los pocos minutos, pon las cebollas en la fuente del horno, con el corte boca abajo.
De ese lado cocínalas 45 minutos. Luego les das la vuelta y las doras durante 30 minutos más para que se caramelicen en ese tiempo en el horno durante 45 minutos. Sácalas del horno y sírvelas poniendo media cebolla en cada plato, como acompañamiento a una buena carne roja o de caza, principalmente.
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