CUATRO ALTAVOCES inteligentes y sostenibles
Frolic combina tecnología punta con sostenibilidad DIY
«Un altavoz inteligente, cuatro melodías circulares» es un proyecto que firma el estudio Frolic, de Amsterdam. Y lo ha desarrollado con genialidad. Son 4 productos con 4 conceptos únicos. Pero lo más importante es que el equipo ha conseguido que sean altavoces sostenibles tanto en los aspectos estéticos como funcionales de un producto. Empezando por que sean reparables por el propio cliente.
Frolic es una empresa de innovación y diseño orientada a la sostenibilidad certificada como B Corp. «La sostenibilidad es un factor impulsor en todo lo que hacemos. Desde los proyectos que emprendemos hasta la forma en que gestionamos nuestro negocio, queremos marcar una diferencia positiva, diseño a diseño», afirman.
Altavoces muy tecnológicos y muy sostenibles
Un ejemplo de su enfoque es su último producto -mejor dicho cuatro-. Un altavoz inteligente, cuatro melodías circulares. Que son 4 altavoces inteligentes diferentes y nacidos con un mismo objetivo: mostrar el potencial de un producto que es a la vez tecnológico y sostenible.
La pregunta que hizo brotaró el proyecto fue: ¿se puede crear productos de vanguardia que no dañen el planeta? Aunque la innovación y el desarrollo tecnológico son inevitables, está claro que hay que revisar la forma en que se produce en esta y en cualquier industria, desde la extracción de materias primas hasta la eliminación de los residuos en vertederos.
El primer altavoz
El proyecto One smart speaker, four circular tunes (Un altavoz inteligente, cuatro melodías circulares), imagina un mundo en el que los altavoces inteligentes se diseñan para un futuro mejor.
Los resultados de este reto son soluciones audaces e innovadoras que reconfiguran nuestra forma de pensar sobre el diseño de productos.
Dos modelos se diseñaron teniendo en cuenta el concepto de reparación y mantenimiento: el primer altavoz inteligente es personalizable, evoluciona y se adapta a las necesidades del oyente. La modularidad de los componentes y la posibilidad de repararlo uno mismo son los puntos clave.
El segundo
El segundo puede resumirse con la frase: el producto más sostenible es el que nunca se crea. Este altavoz está fabricado principalmente con fibras de papel impresas por compresión, un material abundante, barato y reciclable que requiere poca energía durante su producción.
Al final de su ciclo de vida, una etiqueta roja en la parte posterior del producto revela no sólo los elementos eléctricos internos, sino también las instrucciones que guían al usuario en los procesos de desmontaje y eliminación del altavoz.
El tercero
El tercer modelo está pensado para la producción: un altavoz que el fabricante puede devolver y remodelar fácilmente. Y al final de su ciclo de vida, los materiales se remanufacturan, creando nuevos productos y reduciendo la mayor parte del impacto global.
Otro altavoz sostenible
El último concepto está diseñado para la longevidad, pensando en él como un objeto que se transmitirá a la siguiente generación. Materiales y hardware de alta calidad, y con el arte del Kintsugi, el altavoz puede repararse y atesorarse.
Un altavoz inteligente, cuatro melodías circulares es un proyecto que el estudio Frolic ha desarrollado con maestría: no sólo son 4 productos con 4 conceptos únicos, sino que el equipo ha conseguido mostrar una pequeña parte de la increíble diversidad que ofrece la sostenibilidad, tanto en los aspectos estéticos como funcionales del producto. Diferentes estrategias sostenibles dieron lugar a diseños únicos.
Para saber más sobre el método del estudio y ver otros proyectos, visita la web de Frolic y síguelos en instagram.
2025 comprará 400 millones de altavoces
Repasando los datos, Frolic Studio afirma que la previsión de ventas de altavoces inteligentes en todo el mundo es de más de 400 millones de unidades para 2025. Con tantos dispositivos en producción, ¿podemos diseñarlos para que tengan un impacto más sostenible en el mundo? ¿Cómo serían y cómo funcionarían?
Edición BE OnLoop sobre artículo de Teo Sandigliano en WeVux