CUEVAS DE SANT JOSEP, el río subterráneo más largo de Europa
En el recorrido hay tramos de hasta once metros de profundidad
Las Cuevas de Sant Josep, en La Vall d’Uixó, junto al Parque Natural de la Sierra de Espadán, esconden el río subterráneo navegable más largo de Europa.
La visita discurre por un paisaje precioso, en el que el agua ha moldeado rocas a lo largo de millones de años, y donde nuestros ancestros encontraron refugio en tiempos prehistóricos.
En esta cueva de más de dos kilómetros de longitud hemos encontrado restos arqueológicos. Y aunque, como todas las cuevas en las que han llegado antes los brutos que los científicos, ha habido daños en algunas estalactitas, la estética de la cueva es muy armoniosa, y se nos muestra con una cuidada iluminación, y en silencio salvo unos acordes de guitarra que acompañan a la puesta en escena.
Los conciertos Singin´in the Cave
Silencio salvo en los días en que se celebran conciertos para los pocos privilegiados que consiguen la entrada a tiempo. Para Singin´in the Cave 2023 ya sólo tienes algunas entradas para Jacobo Serra el 16 de abril. Ve pensando mejor en la edición de 2024.
Y además de la visita en barca a la cueva tienes otras actividades, como la visita de espeleología, más técnica, para grupos de seis personas en kayak, y a partir de los 8 años de edad con un adulto por niño.
45 minutos de recorrido
La visita ocupa unos 45 minutos, en un recorrido, de 1.050 metros, dividido en dos tramos. El primero se realiza en barca, durante 800 metros, y el segundo a pie por galería seca de unos 250 metros. Durante la visita guías y barqueros que cuentan los secretos de la cueva.
En el recorrido hasta el final de la Galería Seca, pasamos por la Sala de los Murciélagos. Es una bóveda esculpida por el agua. Luego el Lago Diana es una inquietante poza de cinco metros de profundidad.
También veremos el Lago Azul -que llega a 11 metros de profundidad-, La Catedral o la Galería de los Sifones, que con 60 metros de longitud es un túnel en el que viven pequeños crustáceos ciegos, endémicos del lugar. Y el Paseo de los Enamorados. Te encantará.
Ubicación de la cueva
Puedes ver la ubicación de las cuevas y el perfil del recorrido interactivo que hace Wikiloc en su web, de la que sacamos esta captura de pantalla.
La Vall d’Uixó está en el sureste de la provincia de Castellón, y no se conoce ni la procedencia del agua de este río subterráneo ni su final. Su temperatura siempre es de 20 grados.
Las cuevas de Sant Josep en kayak
La forma más activa de hacer la visita es cogerse la opción de espeleokayak, en kayak doble o individual. No hace falta ninguna experiencia previa del manejo de kayak, porque las distancias son muy cortas, el agua es quieta y se hace en grupo.
Al inicio nos darán unas pequeñas nociones de remo: girar, ir recto o parar. Y no hay más que saber. Tenemos por delante 800 metros de río subterráneo y mágico para disfrutarlo a nuestro aire. Se puede participar desde los 8 años si se va acompañado de un adulto.
La visita es por la misma zona de la visita en barca, pero la baja altura del kayak casi a ras de agua te deja acceder a algunas zonas donde la barca tradicional no consigue pasar. Por ejemplo a la zona más profunda, el Lago Azul, con sus 11 metros de profundidad.
Grabados prehistóricos Patrimonio de la Humanidad
Y además de albergar el río subterráneo navegable más largo de Europa, en este lugar también hay grabados prehistóricos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La primera información sobre esta cueva la dio la obra Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reino de Valencia del ilustrado y naturalista valenciano Josep Cavanilles, a fines del siglo XVIII.
Pinturas rupestres del Magdaleniense
Desde su primera visita al lugar ha habido excavaciones y estudios que han ido añadiendo piezas de la huella humana en este refugio enorme. Más de un tercio de las pinturas rupestres de España están en la Comunidad Valenciana, y las de Coves de Sant Josep pertenecen al período Magdaleniense.
Pinturas descubiertas en 1993
Es curioso pensar que hubo presencia humana en estas paredes rocosas desde el Paleolítico Superior y que hemos descubierto las pinturas en 1993. Es un yacimiento declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El portal Escapada Rural nos cuenta que a la entrada de la Cueva, sobre el cauce del río, se encuentra una pintura de una cabeza de caballo. Y que en el embarcadero se puede ver una pared rocosa con fisuras de la erosión que salvando los huecos permite apreciar el dibujo de un uro con sus cuernos. Similar a un toro, el uro se extinguió en Europa alrededor del año 1600.
Edición BE OnLoop