LAS REINAS DEL COMPOST van en bici

Tres sanitarias dejan el hospital y crean una empresa de compostaje

En Rennes, en la Bretaña francesa, Sophie, Hélène y Amel recogen los biorresiduos de empresas locales para convertirlos en compost. Restaurantes, hoteles, carnicerías y todos quienes manejan alimentos y generan sobras pueden solicitar el servicio a Rennes du Compost para reducir esos residuos orgánicos. Pronto una ley obligará a compostar en casa.

La noticia previa es que partir del 1 de enero de 2024, todos los residentes en Francia tendrán que clasificar sus residuos orgánicos -toda la basura de la cocina y nuestras plantas, por ejemplo- y compostarlos.

Compostando en casa desde 2024

No acabamos de entender cómo se va a llevar a la práctica un desafío de semejantes dimensiones. Pero seguramente la misma duda la están trabajando duro en todas las ciudades francesas, buscando soluciones para gestionar la aplicación de la nueva ley.

El compost se recoge en un circuito diario y se trata para su reciclado / FRANCE 3

En Rennes, por ejemplo, hemos encontrado a una nueva empresa formada por tres amigas, que recoge los residuos de comida de los profesionales de la restauración, las floristerías, carnicerías… para hacer compost.

Un apoyo al compostaje en la ciudad

Para los que quieran desprenderse de jaleos, Rennes du Compost propone recoger los resíduos y encargarse del compostaje a cambio de una cantidad moderada anual. Para la recogida ya tienen setenta clientes en la ciudad.

Lo de Reinas del Compost de nuestro titular es un mal juego de palabras en castellano que se pilla a la primera en francés. Rennes -ciudad- y Reines -Reinas- se pronuncian igual. Estas chicas lo tenían fácil con la cabecera del proyecto.

«La mayoría se ha puesto en contacto con nosotros», explica al portal Reporterre una de las cofundadoras de la asociación, Helène Pécoil. «Se sienten aliviados de poder reciclar esta importante parte de sus residuos. Muchos llevaban tiempo buscando una solución para cumplir con la nueva normativa».

El servicio se factura a cada empresa a entre 30 y 300 euros al mes en función del volumen recogido.

Rennes du Compost recoge unos 200 kg de biorresiduos en cada itinerario diario. Luego se vierten en grandes contenedores a los que se añaden los materiales de resto de podas de jardinería de una empresa de arreglos de jardinería y bosques.

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Hélene, Amel y Sophie posan ante un compostador casero / RENNES DU COMPOST

Del hospital al medio ambiente

Las tres amigas trabajaban en el sector sanitario. Hélène y Amel eran enfermeras oncológicas y Sophie era investigadora clínica asociada en biología médica. «Queríamos extender el ‘cuidado’ de las personas al mundo vivo y al medio ambiente en general, y también intervenir antes, mediante la prevención y la sensibilización», dice Hélène al periódico empresarial Destination Rennes Business.

Nuestra pregunta del millón es ¿será capaz Francia de conseguir que cada vivienda disponga de un compostador? Seguiremos atentos a este desafío logístico que si funciona será una referencia a seguir por otros países del entorno.

Edición BE OnLoop con información de Rennes du Compost

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